"El tamaño de la ola Delta podría ser menor de lo que está sucediendo en el Hemisferio Norte porque tuvimos mucho más contagiados que ellos y porque logramos contener su ingreso con las restricciones a los vuelos y eso nos permitió seguir avanzando con la vacunación", dijo a Télam el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del Conicet Rodrigo Quiroga.

En ese sentido, explicó que el tamaño de esa ola dependerá de cómo la sociedad mantenga las medidas de cuidado (uso de barbijo, ventilación y distancia), de la posibilidad de vacunar a niños y adolescentes -cuándo comience esa vacunación y con cuál velocidad se dé-, de las restricciones que se puedan mantener para evitar aglomeraciones de personas no vacunadas y el cuidado en las escuelas.

Al comparar la situación de la Argentina con otros países, Quiroga describió que, "cuando comenzó la ola Delta, estimamos que en el Reino Unido se había infectado la mitad de la población que acá; y en Estados Unidos los lugares donde mayor es el brote tienen una tasa de vacunación muy baja".

Para Humberto Debat, virólogo e integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS), "a la hora de hablar de una tercera ola hay que desacoplar frecuencia de variantes con brote epidemiológico. Por ejemplo, el aumento de las variantes Mu y Delta en Chile está sucediendo con una curva de casos que baja, es decir, allí la Delta no está generando un aumento descontrolado de casos", precisó en diálogo con Télam.

Debat coincidió en que "en la Argentina estamos dejando atrás una segunda ola donde hubo más de dos millones de casos notificados, lo que implica que hubo unos 12 millones de contagios". Y agregó: "A eso hay que sumar más de 48 millones de dosis de vacunas aplicadas".

"Entonces estamos con una población con una altísima cobertura ya sea inducida por la vacuna o por la convalecencia muy reciente, y esto implica decenas de millones de argentinos donde el virus tendría más dificultades para circular", añadió.

No obstante, Debat remarcó que en el mundo las terceras olas llegan, por lo que "no hay ninguna evidencia que permita decir aquí no va a suceder; en la Argentina la tercera ola va a llegar, no se sabe si en dos semanas o en dos meses, y lo que se espera es que haya un desacople entre casos notificados y hospitalizaciones y muertes".

El especialista señaló, además, que puede haber una "dificultad para apreciar cuando comiencen a aumentar los casos porque la vacunación va a hacer que muchos sean asintomáticos o leves; entonces la gente no se va a testear, esto podría impactar en la capacidad de previsión".