"Si el trabajador no tiene sus necesidades básicas satisfechas, no podemos decir que hemos cumplido"
¿Precisamente, cómo impactó en Olavarría?
Y, no hemos sido excluidos obviamente. La pandemia ha sido muy dura en todos lados. No me animo a decir que lo fue para todos, porque algunos gremios trabajaron pero más que nada hay grupos de la economía a los que les ha ido muy bien con esta pandemia. A eso hay que observarlo. No le fue bien a los trabajadores, no les ha ido bien a muchísimas pymes, conservar el trabajo ha sido titánico y una cuestión bravísima, pero por sobre todas las cosas hay grupos económicos que a esto no lo entienden y se han beneficiado, y mucho. Entonces a esto también hay que decirlo. De cualquier forma, creo que van a venir tiempos de reconstrución. Quiero ser positivo en eso y vamos a tener posibilidades de restablecernos, porque además sigo insistiendo en que el salario es un motor importantísimo en la economía, más que nada en la economía de estos países donde el mercado interno es el motor principal.
Sino aparece la recesión...
Es que la depresión del salario trae como consecuencia una crisis, más que nada en las pymes que trabajan más que nada con la población y si un 10, 15 o 20 por ciento de la población se deprime, entonces se deprime igualmente cualquier pyme. Creo que es urgente la restauración de un salario que sea acorde a las necesidades del consumo que tiene el trabajador. Hoy los salarios, en general, están por debajo de la línea de pobreza y eso es inadmisible. Debemos buscar las formas de crear foros sociales que les permitan a distintos sectores reunirse y arreglar este tema.
¿Dentro del tema salarial, cómo fueron las paritarias de los empleados de comercio?
Las paritarias nuestras fueron de un 32 por ciento para todo un año, en forma progresiva. Como todos. Ese es otro tema que está en discusión y es lo que más discutimos en el orden nacional, porque en realidad son recomposiciones salariales. Yo sé que los momentos del país no son para otra cosa y el mismo gobierno dice que se traten las paritarias dentro de lo que es la inflación, pero por lo que se ve actualmente pasaremos un 40 por ciento, por lo que de ahora en más deberíamos tener un 1 por ciento de inflación mensual para llegar a esos números. Por lo tanto se va a tener que recomponer el tema y rápidamente.
¿Cuándo hacen la revisión de la escala salarial?
A la revisión la tenemos prevista en enero, aunque eso en realidad depende de la situación. Antes tuvimos que juntarnos antes y decirles a los empresarios que así no se podía sostener, por lo que va a depender del movimiento económico. Más allá de las leyes y las cuestiones, tenemos que mirar la parte moral de la cosa. Y acá hay sectores, que son los más grandes de la economía que son los formadores de precios, que están jugando un rol dentro de la pandemia que no es el adecuado.
Hacen su negocio...
Claro. Y no es momento para hacer negocios. En el mundo no es momento para hacer negocios. Sin embargo, los grandes capitales de eso no entienden. Hay desigualdad. Y cómo avanza la tecnología a través de los distintos rubros, eso se da a pasos agigantados, aprovechando justamente que estamos todos en casa guardados.
¿En Olavarría hubo muchos cierres de negocios y con eso hubo baja de cantidad de afiliados?
No tanto. Es decir, si miramos lo que pasa en otros lados, no es tanto. Pero siempre eso es perjudicial. Que cierre un negocio es perjudicial. Hay algunos pequeños comerciantes, que recién se iniciaban inclusive, y tuvieron la desgracia que los agarró la pandemia. Nosotros en eso siempre estamos a la par, tratando de ayudar, de ver cómo lo arreglamos y ver cómo se soluciona porque necesitamos de la fuente laboral. Que el trabajador no pierda su trabajo. Tampoco algún cierre incidió en la masa de asociados, no hemos tenido grandes bajas de afiliados, pero hay que ir haciendo contención en forma constante. Nos agarró este 188o aniversario en una situación extraordinaria, de absoluta exclusividad, porque no creo que haya por muchos años más -una vez que, ojalá, pase esta pandemia- situaciones como éstas. Hemos trabajado todo lo que pudimos, estuvimos abiertos atendiendo las necesidades de la gente y de contener lo más posible.
¿Institucionalmente se movieron normalmente, dentro de lo que es salud, beneficios, etc.?
Sí, sí, con las restricciones del caso. Uno se contrae, por lo que se decide no gastar de más, cuáles son las prioridades, ya que dentro de tantas urgencias hay que medir las cosas. Por suerte, hemos podido resolver todo, aunque todavía falta. Nos falta pasar este invierno y ver cómo viene el próximo año.
¿Cuál es el mensaje que el CECO le da a sus trabajadores en este momento?
Primero, las disculpas por no poder estar a la altura de las circunstancias respecto de lo salarial. Pero tratamos de preservar las fuentes laborales, de que haya trabajo, y dentro de lo posible que ese trabajo sea lo mejor remunerado. Digo disculpas porque siempre sostuve que el salario siempre está en deuda con el trabajador. Si el trabajador no tiene sus necesidades básicas satisfechas, no podemos decir que hemos cumplido con lo que tenemos que hacer. Más allá de las excusas y lo que podamos decir por lo que pasa, pero tenemos que lograr eso. En este mundo no es fácil, porque la desigualdad se profundiza más, pero esperamos que puedan revertirlo en el futuro quienes les toque estar al frente de las instituciones. Lo importante, desde mi punto de vista, es que las instituciones sindicales se mantienen en pie, porque si esto no ocurriera -con sus obras sociales y demás- los trabajadores estarían mucho peor. No tengo dudas. Por eso hay que fortalecer sus instituciones porque es lo que siempre les va a dar el respaldo (a los trabajadores) para no ser sometidos a los siglos pasados, porque el capitalismo a esto no lo aprendió y sigue bregando por menor salario, por más horas de trabajo y por el sometimiento de la clase trabajadora. Por esto habrá que seguir luchando.