Hugo Agüero es lomagrense por adopción desde hace 21 años y no recuerda un período en el que las autoridades del Palacio San Martín se hayan mostrado tan indiferentes ante los reclamos de los pueblos. Muy a pesar de las declaraciones del intendente Ezequiel Galli, quien este viernes le dijo al periodista Martín Rodríguez por Radio Olavarría que "es mentira que tenemos olvidadas a las localidades", Agüero y por lo menos otros 700 lugareños que firmaron la petición para elevar al D.E., opinan lo contrario.

Por eso, en la tardecida del viernes mostraron su descontento manifestándose en el arco que marca el ingreso a la Nueva Villa Alfredo Fortabat, a la vera de la ruta provincial 51. Allí, durante unas dos horas, los Autoconvocados plantearon su principal reclamo: le piden a Galli que se acerque a la Delegación de la población cementera para encontrarse con la delegada Valeria Milía y así, conocer in situ los problemas que aquejan a la localidad.

"En la tercera asamblea que hubo en la plaza, decidimos movilizarnos pacíficamente al lado de la ruta, sin cortes, para hacer conocer lo que nos pasa. No hubo agravios, todo fue un paz y lo que los medios describen como frases subidas de tono destinadas al Intendente fueron de una o dos personas exclusivamente: la mayoría respetó las consignas" planteadas anteriormente: todo debe desarrollarse en paz.

Los reclamos

¿Cuáles son los reclamos más importantes? Agüero menciona, en este contexto, el estado de abandono de la Villa. "Esto nunca se vio antes: hay calles intransitables, pozos que parecen cráteres. Y uno no puede dejar de pensar que eso puede provocar un accidente, fácilmente evitable si nos movemos y peticionamos antes de que pase".

En segundo lugar, menciona la "inexistencia de mantenimiento de terrenos, bocas de tormenta y desagües. Reinan los pastizales, las aguas sucias rebalsan por las bocas de tormenta y el desagüe de los canales del Plan VEA, que siempre estuvo impecable, ahora luce lleno de pasto, botellas y hasta ratas".

La Villa, entiende el vecino, se caracteriza "por el mantenimiento cero: faltan luminarias y hace falta renovar muchas que son muy antiguas. Y no es que lo digo yo o mi vecino: basta dar una vueltita por las calles lomanegrenses para verlo".

Además del asfalto, el presupuesto propio y el reflote de aquel proyecto que permita construir una playa de camiones en el lugar, los Autoconvocados mencionan la demanda habitacional. "Son muchos los que necesitan un terreno para construir y aquí se dispone de baldíos municipales que integran el Bancos de Tierras. Lo hemos hablado una y mil veces con la delegada Valeria Milía y ella dice que lo ha hablado a su vez, que lo ha mandado por escrito pero el Intendente no escucha", asegura, describiendo la opinión de una responsable lugareña que, sin embargo, no puede avanzar más allá de las solicitudes ante la autoridad central.

Para Agüero, las 60 o 70 personas reunidas el viernes a la vera del camino provincial "no tienen una intencionalidad política (partidaria). Algunos pueden estar personalmente más identificados con un partido que con otro, pero esto es exclusivamente política vecinal: manifestarse, que es un derecho que nos asiste constitucionalmente", aunque los presentes tengan la intención de sumar nuevas voluntades a un reclamo que consideran justo y necesario. Agradecen, eso sí, a las autoridades policiales de la Villa, que dispusieron efectivos y elementos para asegurar tanto a los manifestantes como a quienes transitaban por el lugar.

Agüero es concreto al asegurar que "no está definido que elevemos el tema a la Provincia, como se comentó en las últimas horas: alguna vez mencionamos esa posibilidad, pero no hay una decisión adoptada" al respecto.

Admite, sin embargo, que esta misma semana volverán a juntarse para "ver qué pasos vamos a seguir, cuál sería la próximo medida para poder canalizar el reclamo".

"Queremos que (el Intendente) reciba a la Delegada, que hablen por lo menos de lo más básico", repite después. "Porque estamos en democracia y nosotros somos sus más fervientes defensores. Aquí hay mucha gente que apoya a Galli y estamos desorientados, no entendemos por qué no quiere venir".

Claro está que la Delegación no cuenta siquiera con material de bacheo. De los 6 empleados que había, cuenta el autoconvocado, sólo quedaron la mitad. "Uno se jubiló, uno falleció en un accidente y el otro renunció. Nunca repusieron a nadie. Si hasta el problema del regador se solucionó porque la Sociedad de Fomento que administra el agua cedió un pozo que provee también a los Bomberos. Ahora hay regador pero no se dispone de alguien que haga la recorrida por esta Villa, la Villa Laclau y Villa Mi Serranía", se lamenta.

"Hace cuatro o cinco años que aquí no se ve ninguna mejora: en las gestiones anteriores pavimentaron y renovaron luminarias, había una intención de darnos un lugar", reflexiona el lomanegrense, contrastando con que en los últimos períodos "hubo recaudaciones récord del impuesto a la Piedra, pero no lo vemos retribuido en la Villa, algo que sería lógico".

Sobre el final, advierte que "este parece un camino largo, pero lo único que estamos haciendo es tratar de visibilizar las problemáticas que tenemos, siempre pacíficamente".