A pocos días de que se cumpla un mes del choque fatal en el cruce de Vergara y Coronel Suárez, el único acusado por el hecho continúa detenido en una dependencia policial de la localidad de Tapalqué, luego de que no prosperara la solicitud de excarcelación que realizaron sus abogados. De manera paralela la causa que instruye la doctora Viviana Beytía suma nuevos testimonios y se esperan los resultados de diversas pericias solicitadas por la fiscal.

El imputado por los dos choques, que ocurrieron en la madrugada del 17 de junio con minutos de diferencia, es Juan Ignacio Weimann, de 24 años, y que se entregó a la Justicia en la tarde de ese lunes feriado.

El joven conductor está acusado de haber atropellado y provocado la muerte de Luis Alberto Cuevas, canillita de 59 años que fue embestido en Vergara y Coronel Suárez; y de haberle causado lesiones a Cristian Daniel Mallón, peatón que fue atropellado en Lavalle entre Coronel Suárez y General Paz.

En el transcurso de las últimas horas fuentes consultadas por EL POPULAR confirmaron que el último pedido de la defensa de Weimann para que sea excarcelado no avanzó.

La misma se presentó pocos días después de que el Juzgado de Garantías Nº 1, a cargo de la jueza Fabiana San Román, no avalara la requisitoria de que el conductor continúe el proceso en libertad, cuando ya Weimann estaba alojado en el Destacamento Comunal de la localidad de Tapalqué, donde continúa apresado.

Posteriormente los abogados que asesoran al joven intentaron que sea la Cámara Penal de Azul la que revea en una segunda instancia el pedido de excarcelación. Sin embargo el recurso no habría llegado a la Cámara de Apelaciones y Garantías porque la jueza San Román lo declaró como improcedente.

En el fallo en el que la magistrada no hizo lugar al pedido de excarcelación en primera instancia se argumenta en principio que "en caso de recaer sentencia condenatoria la misma no resultaría de ejecución condicional", por lo que de esto se infiere "un riesgo de elusión a la justicia".

En este marco se menciona "el temperamento de profuguez" adoptado por Weimann cuando ocurrieron los choques, "con impacto en la dificultad en la determinación del cuadro probatorio, al alterarse la escena del hecho". Se menciona sin embargo que poco más tarde sí accedió a "someterse a derecho", cuando se entregó en la fiscalía.

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