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El motín de la cárcel de máxima seguridad de Sierra Chica duró unos diez días pero parecieron una eternidad. La ciudad vivió pegada al tema como si fuese una pandemia que podía afectar a todos. Se tejieron miles de versiones, sobre homicidios, canibalismo y todo lo que se pueda imaginar.

Según el ex juez y miembro del tribunal que juzgó y condenó a los responsables, Adolfo Rocha Campos, "el juicio se llevó a cabo en enero de 2000, hace 21 años, hubo 6 condenados a cadena perpetua de los 24 imputados y algunos quedaron absueltos".

El ex magistrado dijo que no conocía si hoy quedaba alguno en libertad y que se los llamó "los doce apóstoles porque fue el nombre que adquirieron otros amotinados de Caseros que luego fueron trasladados a Sierra Chica".

Rocha Campos aseguró que "hubo homicidios, los quemaron a todos salvo a uno que murió fuera de la cárcel, y otros cinco fueron cocinados allí", dijo a "Un Cacho de mañana", por FM 98 POP.

Todavía se recuerda cuando los familiares de los internos recibían comida preparada por ellos pero rechazada por sus familias, cosa que llamaba mucho la atención. De allí surgió la versión o el mito sobre un presunto canibalismo que le adjudicaron a los amotinados.

El juicio

Para el doctor Rocha Campos "posiblemente eso habría tenido que ver con una supuesta imagen de ‘malos’ que habrían querido dejar instalada", tras lo cual señaló que la jueza María de las Mercedes Malere "fue rehén del motín y estuvo custodiada por un guardián. No dio más testimonio que eso pero su situación estuvo agravada por su condición de mujer. Pero no fue fundamental para la causa. Los testimonios fundamentales fueron los que presenciaron los homicidios y la declaración de un preso que se autoincriminó con la muerte del cabecilla de la banda contraria. No había pruebas contra él. Pero lo hizo".

Sostuvo, además, que el interlocutor fue indultado luego por el entonces gobernador Eduardo Duhalde pero al año estuvo nuevamente preso. Eso habla de la ineficacia del sistema carcelario, pero que no tiene nada que ver con la Justicia. Es que el Patronato de Liberados es una entidad ficticia".

La metodología del juicio se basaba en un sistema de mucha seguridad, con "los declarantes totalmente vigilados… Estaba totalmente bien organizado". Tras ello recordó que estuvo dos meses sin ir a su casa porque su vida pasaba por el juicio y el Juzgado".

Preguntado sobre las causas del motín, el ex magistrado sostuvo que "dentro del Penal había una pistola 45 que supuestamente había entrado la ‘Garza’ Sosa pero no se la pudo sacar. Entonces, fabricaron una fuga y eso desencadenó todo, al parecer, pero después hubo una rencilla inerna entre dos bandas, la de Brandán y la de Lencina. Ganó la primera porque tenían la pistola. Pero -aclaró-, no fue el motín más grande sino que fue otro en Caseros, creo que fue peor. Subían a los guardias a los techos, los degollaban y los tiraban. Pero en Sierra Chica estuvo retenida la jueza. De todos modos el otro motín fue mucho más sangriento".

El brazo del preso

Rocha Campos elogió a la doctora Malere: "Se aguantó todo y no hizo teatro luego con su situación", para recordar que en el motín, "en un tiroteo, cayeron presos y fueron heridos dos guardiacárceles. Y para sacarlos a ellos, exigieron cuatro a cambio. Por eso quiero reconocer la heroicidad de cuatro voluntarios que se ofrecieron a ser canjeados por sus compañeros. Entraron voluntariamente para reemplazarlos".

Fueron diez días inolvidables para Olavarría: "Una experiencia inolvidable porque me enseñó muchas cosas. Una vez alguien me dijo que el dueño de la cárcel es el preso y nosotros simplemente administramos. Entonces, con qué se puede amenazarlo si ya ha perdido todo. Los motines son organizados por ellos y son ellos mismos los que los terminan".

Además, "alguien me dijo alguna vez que el brazo del preso es largo. Es una frase terrible porque lo que pasa en el Penal a veces son producto de otro que está a mil kilómetros de distancia. Sí, la frase es escalofriante. Aparte, el Grupo Geo se ofreció a desactivarlo, pero como ello podría traer la muerte de algunos rehenes, prefirieron que los presos se mataran entre ellos. Es decir, todos somos iguales ante la ley, pero las vidas parecen valer unas más que otras", remató.