"Es un dato relevante el hecho de que uno de cada cinco egresados de nivel secundario argentino haya hecho la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA), mientras la atención que el sistema educativo le presta a esta necesidad no está a la altura ni en financiamiento, ni en formación docente, curricular o en apoyos para revertir la la brecha digital, entre otras cosas", señaló a Télam la coordinadora del equipo de EPJA de la Unipe, Florencia Finnegan.

Los datos se desprenden del estudio "Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, ¿un derecho que llega a todos?", realizado por las especialistas Delia González, Daniela Valencia junto a Finnegan y el Observatorio Educativo y Social de esa institución.

El informe resalta que "la población objetivo se encuentra aún cuantitativamente lejos de acceder" al sistema educativo para adultos "lo cual pone en evidencia la magnitud del desafío que enfrentan las políticas estatales en este sentido".

A lo largo del período 2010-2019, la tasa agregada para el conjunto de la modalidad varía en torno al 5%. "Es una representación cuantitativa y aproximada, solo un 5,5% de la población del nivel secundario que no lo terminó, asiste a la EPJA, el resto no lo está terminando", aclaró Finnegan.

La Educación para Jóvenes y Adultos constituye, según reseña el informe, un circuito educativo orientado al cumplimiento de la escolaridad obligatoria fuera de las edades teóricas pautadas por la normativa.

Sobre el recorrido histórico de EPJA, Finnegan resaltó la relevancia que le dio la Ley de Educación Nacional 26.206 al restituirla al estatus de modalidad educativa en 2006 para "garantizar la alfabetización y el cumplimiento de la obligatoriedad escolar [...], a quienes no la hayan completado en la edad establecida reglamentariamente, y a brindar posibilidades de educación a lo largo de toda la vida".

El estudio releva también la creciente brecha digital en hogares de alta y media vulnerabilidad, en base a los resultados de la Evaluación Nacional de los Procesos de Continuidad Pedagógica realizada por el Ministerio de Educación de la Nación en 2020.

Allí se advierte que el 87% de niñas, niños y adolescentes de entre 4 y 19 años de hogares con alta vulnerabilidad socioeconómica, no cuentan con computadora en sus casas y el 89% tienen acceso a internet a través de un celular.

En tanto, solo 19% de quienes pertenecen a hogares con baja vulnerabilidad no disponía de ese dispositivo en su casa y el 100% tenía acceso al uso fijo de internet en su hogar.

Estos datos se combinan con un retroceso de 41% de la escolaridad del nivel primario del EPJA entre 2010 y 2017, caída que revirtió la tendencia en el último año relevado. Télam