La pandemia, la inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo son factores que destacan desde el sector en el análisis de la realidad que viven los agencieros de Olavarría.

La actividad va mejorando en forma dispar de acuerdo a las distintas agencias, pero el factor común es que todavía se trabaja "a un ritmo lento".

Con 22 años de trayectoria en el ramo, Gabriel Romero cuenta que "el panorama viene muy flojo". Al poco movimiento que hay se suma que "los que vienen juegan menos que antes". La situación actual, en ocasiones, incluso lleva a la agencia a adelantar hasta una hora su horario de cierre.

Con un 2020 que obligó a las agencias a cerrar sus puertas durante casi tres meses, desde junio –ya con la reapertura de los locales- la rueda de las apuestas fue mejorando aunque la intensidad continúa siendo "muy baja. Hoy la gente compra menos tarjetas y apuesta a menos números".

Gabriel Romero explica que "las ventas cayeron muchísimo y comparando mes a mes del año pasado podría decir que estamos en un 50% de ventas", argumenta con la esperanza que de a poco comience a moverse la rueda de la economía.

A su turno, Fernando Di Carlo expone que "cuando comenzamos a trabajar nuevamente el ritmo fue avanzando muy de a poquito" y aunque el movimiento va aumentando, el titular de una de las agencias de quiniela más tradicionales de la ciudad asume que en líneas generales "estamos trabajando en un 20% menos" en comparación con aquellos tiempos de normalidad y por contrapartida de aquellas primeras semanas de reinicio donde la estadística subía a un 70% de merma.

"Creo que de a poco la actividad va tomando más ritmo, pero todavía no hemos llegado a los niveles de trabajo que teníamos antes de llegada de la pandemia. Estamos tratando de sobrellevar la situación y el panorama es difícil no solo para las agencias, sino para el comercio en general", admite Di Carlo.

Aunque se apuesta menos, entre las preferencias de los consumidores sigue encabezando la lista las apuestas a la Quiniela, una costumbre que no perdió terreno aun en el marco de la pandemia.

En tanto que los más nuevos en el mundo de las apuestas optan por el Loto o el Quini, opciones que en términos económicos "no le modifican mucho a las agencias", declara Romero.

Menos movimiento, pero también menos apuestas. "Antes la gente compraba varias tarjetas o jugaba a mas números, ahora no gasta tanto", explica el agenciero olavarriense.

Un escenario difícil

Las agencias de quiniela tuvieron que cerrar junto con el decreto de emergencia sanitaria que llevaba a un aislamiento social, preventivo y obligatorio a todo el territorio nacional.

A principios de junio llegaba el alivio, cuando el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a través de la Subsecretaría de Gobierno Digital de la Jefatura de Gabinete, autorizaba a 53 municipios para que sus agencias de quiniela puedan reanudar su actividad comercial, entre ellos a Olavarría.

A seis meses del retorno a la actividad, el escenario "no es de lo mejores", coinciden. Mientras tanto, la habilitación para juegos online volvió a tomar fuerza y se posiciona como una alternativa que podría afectar la actividad del agenciero.

Aunque aún no hay nada oficial respecto al tema, el Instituto de Loterías y Casinos bonaerense habilitaría siete licencias para explotar juegos de azar online, una iniciativa que tomó impulso bajo la gestión de María Eugenia Vidal.

Fernando Di Carlo ve a largo plazo la posibilidad de que la quiniela pase a formar parte del mundo virtual. "Creo que va a ser de difícil implementación y lo veo de acá a tres o cuatros años".

Gabriel Romero, por su parte, plantea un futuro de incertidumbres. Cuenta que "hay habilitadas y licitadas siete empresas y comenzarían con juegos que no están relacionados con la quiniela, el Loto o el Quini", pero la el escenario es incierto sobre el futuro de las agencias una vez que los tradiciones juegos de azar comiencen a ser incorporados al sistema virtual.

Por ahora las energías están puestas en alcanzar mayor ritmo con el transcurrir de las semanas, aunque la realidad muestra hasta el momento menos movimiento y menos apuestas en la ciudad. "La gente va acomodándose también a este contexto de pandemia, muchos han perdido poder adquisitivo en el último años y eso se refleja en las distintas actividades, inclusive la nuestra".