"Jugamos al Lightbot. La función del juego es controlar al robot y manejarlo. Está buenísimo", dice Mateo, mientras apura el paso para llegar a la pileta. Hace mucho calor y en La Máxima todo es disfrute, desde el chapuzón supervisado por los profesores hasta el picadito de fútbol o las clases de computación y robótica. es que las niñas, niños y adolescentes están de vacaciones pero sin recreos para el aprendizaje. Y no se quejan. Todos disfrutan tanto de la zambullida como de tirarse al pasto y probar suerte con la netbook para descifrar los códigos de programación que encierra una coreografía, por ejemplo.

De eso se trata. De vivir a pleno propuestas recreativas, educativas y deportivas en el marco de las Escuelas Abiertas en Verano que transitan su vigésima edición y en Olavarría reúne a 1600 chicos de los 200 mil que nuclean en toda la Provincia. Y no solo asisten a La Máxima sino también a Racing, Loma Negra, Sierra Chica, el parque Avellaneda, Hinojo y Sierras Bayas.

Olavarría cuenta con la ventaja de que "todos tienen acceso a la pileta, así que vamos a las sedes y organizamos los talleres por turnos, entre el ingreso y el egreso al agua donde enseñamos con netbooks y a partir del juego se va introduciendo el tema de programación, que es algo que vivimos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos sin pensar que las actividades están programadas", argumenta Vanesa Bickart. Es licenciada en informática educativa y coordinadora de la Región 25 de la Dirección Provincial de Innovación Tecnológica (DPITE).

La iniciativa es parte del Plan Nacional Integral de Educación Digital (PLANIED) y "se lleva a cabo enmarcado en la programación del uso de tecnologías en el aula durante todo el año para la integración digital y se bajan diferentes programas y desde el equipo territorial asistimos pedagógica, técnica y administrativamente", plantea la profesional.

A su alrededor las computadoras entran en una pequeña pausa y los juegos se trasladan al piletón. Después volverán al teclado: "todo tiene pasos y si cambia el proceder el resultado no es el mismo y hay lenguajes de programación. Usamos cartas, juegos lúdicos y diferentes métodos para enseñar". Incluso, y es clave, se imparten capacitaciones docentes durante todo el año.

Es que, en verano hilvanan las propuestas entre reposeras y sombrillas pero el resto del año, en las escuelas, se busca que "los docentes puedan integrar las tecnologías a sus prácticas áulicas de diseño curricular" mediante el uso de "computadoras, celulares o el resto de recursos tecnológicos", precisa la licenciada Bickart.

Cruce de aprendizajes

A pocos metros se escuchan dos silbatos y una directiva: "dos largos de crol y dos de pecho". Es tiempo de descuento. En breve, todos estarán bajo las plantas, decodificando. Con una dinámica más relajada que la del aula pero con idéntico propósito.

"Todas las escuelas primarias de Olavarría tienen un carro digital móvil con 30 netbooks, un proyector y una pizarra", aclara la profesional, en alusión al programa Conectar Igualdad rebautizado como Aprender Conectados.

"Es una continuidad de ese programa y vamos al aula y trabajamos con alumnos y docentes, al contenido se integra la tecnología y la practica áulica es muy enriquecedora. Los chicos aprenden juntos, desarrollan otro tipo de pensamiento crítico, son más autónomos, se distribuyen roles y los docentes ven que pueden hacerlo sin problemas y nosotros vamos aprendiendo a la par", observa la funcionaria.

Es que "aparece nueva tecnología y muchas veces nos sorprendemos de los alumnos; ellos nos enseñan también", destaca.

Hasta en Inicial

¿El acceso a las nuevas tecnologías está garantizado? ¿Llega a todos? "Sí. A primaria llegaron tanto a escuelas rurales como urbanas, todas tienen el carro de computadoras y en secundaria, a través de Aprender Conectados comenzaron las entregas. Tener el carro es mejor a que los chicos se lleven las netbooks a sus casas", aclara la funcionaria, diferenciando ésta propuesta a la impulsada por la gestión anterior.

Ahora se anexan kits de robótica. Todo un desafío. Y este año "se implementa también en Inicial. Los jardines tendrán su carro con tablet o netbooks y un kit de robótica" y el plantel docente contará con la ayuda de facilitadores que ya fueron capacitados.

"Desde 2006 en la ley nacional de educación está como prioritario desarrollar contenidos de tecnología y en 2018 se aprobó en el Consejo Federal de Educación que todas escuelas tengan programación y robótica con capacitaciones más constantes porque quizá el kit que llega no lo conocemos y tenemos que aprender para poder enseñarlo", reconoce Vanesa Bickart.

Las Escuelas Abiertas en Verano habilitan a desarrollar todos esos aprendizajes bajo los árboles y a modo de recreo. "Hablamos con los directores e inspectores y se trabaja en conjunto y acordamos con los coordinadores" que en Olavarría son Germán Dumerauf y Stella Maris Martín.

La robótica se está "metiendo" de a poco en la escuela y la idea es que forme parte del paisaje cotidiano. Con esa intención, se dictan "los talleres Yo Robot donde un chics es el robot y otro le da ordenes con obstáculos, que son desafíos como girar a la izquierda o a la derecha y eso lleva a programar. Se enganchan con juegos, bailando con códigos, con letras de canciones que se repiten y así se introduce a la programación respetando los ciclos, las repeticiones... Es muy participativo", comenta con entusiasmo Vanesa Bickart.

Todos se enganchan

Olavarría es el distrito con más alumnos en toda la región y el dato se convierte en un estímulo a la hora de sacar partido y poner a prueba la inteligencia artificial. Ya probaron suerte en La Máxima, en el Parque Avellaneda, en Sierra Chica y en todos los casos "hacemos puestitos de trabajo y el interés está en todos, se enganchan los chiquitos y los más grandes. Todos tienen curiosidad" y quieren ser parte.

Ahora sí es hora de retomar la clase de informática y los jueguitos. "Me encanta la propuesta que hicieron las chicas porque además de estar en la pileta, bailamos, jugamos y nos divertimos mucho", dice Magalí con soltura. Viene del CEF 802 y mientras busca su toallón mira adónde se reacomodó el grupo para salir de pausa y reiniciar la programación.

"La actividad se llama ´Bailando en código´ e introduce conceptos de programación analizando canciones usando referencias con códigos y se arman coreografías", explica brevemente Vanesa, en medio de esa gran aula verde que montaron a escasos metros del piletón.

En eso se escucha a Mateo, alumno de la Escuela 50, que reanuda la charla inicial, después de secarse un poco. "Hay que avanzar, girar a la izquierda o a la derecha, prender la luz y tenés que llegar al cuadrado azul y así pasar de nivel. La misión es controlar al robot y manejarlo. Lo de robótica está muy bueno", comenta, dispuesto a buscar su netbook y desafiar dentro y fuera del agua a todos sus compañeros.

Que sea accesible

"Vamos a sedes y llevamos el pensamiento computacional y la programación pero a través de una propuesta jugada aprovechando los insumos tecnológicos como las netbooks", comenta Daiana López, que lleva casi dos años como facilitadora del Planied.

En la práctica, "los chicos se re enganchan, con bailes, dibujos y hacemos la bajada para que se vea que la programación no es tan complicado de aplicar. Tratamos de que sea sencillo, que los chicos lo disfruten y lo puedan aplicar día a día", señala.

Eso sí, hay una tarea paralela con los docentes. "Al principio todo esto asusta un poquito pero cuando ven que las propuestas son sencillas y se pueden aplicar en cualquier hora o materia , se relajan. Todos podemos y la idea es que nunca estén solos ", observa.

La intención es "buscarle la vuelta" para entrecruzar los aprendizajes y finalmente "vemos que a todos les interesa y es un desafío de todos los días. Salen trabajos muy lindos", valora.

En cuanto a la enseñanza de la robótica, se define "más que nada por insumos. Nos mandan equipamiento con las netbooks para armar y desarmar; y los robots también. El año pasado hubo propuestas muy lindas en escuelas primarias y secundarias", ejemplifica, dispuesta a retomar su clase en La Máxima

"La idea es que todos los chicos tengan acceso o puedan acceder a las nuevas tecnologías y se abra un poco el abanico", concluye la facilitadora.

Educación especial

"Hay un vínculo muy lindo y se enganchan con la propuesta", dice Vanesa Bickart, con respecto a las clases de informática que brindan a alumnos de Talleres Protegidos y las escuelas de educación especial 502 y 503.

"Hacemos diversas actividades, que son más entretenidas como el Bailando con Códigos, para que puedan resolverlo. Tienen muy buena relación con los profes de educación física y con nosotros", asegura la coordinadora de la Región 25 de la Dirección Provincial de Innovación Tecnológica.

En el marco de las Escuelas Abiertas en Verano, asisten a la sede del Club Racing. "Los talleres son de programación y introducción al pensamiento computacional; de robótica no. Esos los damos en las escuelas porque ahí tenemos los kits", aclara la referente.