"Se labura....ahí vamos, entre todo lo bueno y lo malo que tiene esta situación de la pandemia. El sector se encuentra igual que los demás, con complicaciones. Como está todo, en realidad, aunque tenemos la suerte de poder tener abierto el negocio. Hay otros que no pueden abrir o están más complicados, y nosotros los panaderos desde el primer momento pudimos trabajar por ser uno de los sectores esenciales. Ahora un poco mejor inclusive con el cambio de horario, que desde las 16 el cierre pasó para las 20 horas. Esperemos que se mantenga este horario y que no empeore la situación. Hay que pasar el día a día" contó Juan Fernández, quien desde hace un par de años tiene "La Nueva Espiga de Oro" (en Avenida Avellaneda y Laprida) y desde hace un año aproximadamente abrió una sucursal, pero decidió respetar el nombre original porque estaba familiarizado con el barrio: "La Flor del Barrio", en Rivadavia 2036, donde comienza el barrio San Vicente.

"La Flor del Barrio hace aproximadamente un año que la tenemos. Y con La Nueva Espiga de Oro, aunque en realidad no pude incorporarle ese "Nueva", pero igualmente cayó bien en la barriada y la gente lo sabe. El 1 de noviembre van a hacer dos años que estamos con esta panadería en el barrio Villa Floresta (lindante con el barrio "10 de Junio"), dentro del emprendimiento familiar que tenemos" agregó Juan.

"Primero abrimos en Pueyrredón y Laprida, con La Nueva Espiga de Oro. Y después optamos por irnos -de alguna manera- a San Vicente, con La Flor del Barrio (Rivadavia 2036), y por supuesto que continuamos trabajando en forma conjunta con las dos panaderías. ¿Por qué San Vicente?, porque es un lindo barrio. Nos gustó. Sin dudas que es un barrio nuevo para nosotros, pero funciona muy bien. Estamos muy contentos, estamos ubicados en un sector bastante grande, es un negocio ya conocido. Allí, como en "la espiga", también hacemos comidas y viandas. El barrio se encontró con algo nuevo como comidas elaboradas que la gente lleva al mediodia. Es que hay muchos olavarrienses que trabajan en el centro y cuando van para su casa, en San Vicente sur, pasan y se llevan el pan o la comida" explicó Juan, quien nunca había sido panadero pero decidió -en un momento- hacer un cambio en su vida.

"Así es -aclara Juan-, porque yo nunca fui panadero. Estuve 14 años en la ruta manejando un camión, pero eso cansa. Fui papá y entonces busqué una opción para bajarme del camión y hacer algún emprendimiento familiar. Justo se dio de empezar con la panadería y así nació lo de "La Nueva Espiga de Oro". Y acá estamos, encaminados, con un equipo de gente que trabaja mucho y bien en la cuadra en la elaboración del pan y de las comidas, para ir creciendo de a poco con mucho esfuerzo, y por eso surgió lo de "La Flor del Barrio" y también afrontamos ese desafío" señaló.

"Además del pan, siempre estamos inventando algo para que el cliente se sienta conforme, contento con el producto, no nos quedamos en lo básico. Trabajamos en el día a día para lograr una mejor produccion y todo el grupo está concientizado de esa manera. Tenemos muy buen pan y buenas comidas y viandas. Es que hay una gran producción en todo lo que es elaborado, y vendemos lo de todos los días que es mucho panificado, facturas, postres -los fines de semana-, bizcochos. Lo de las comidas lo anexamos desde el rimer momento, al igual que los sandwiches, las viandas y ensaladas, y entonces la gente va a cualqueira de las dos panaderías y encuentra de todo. Las ventas bajaron en este momento, es cierto, pero aun así tenemos un abanico amplio para ofrecerle al cliente y la gente lo sabe y está muy conforme" terminó diciendo Juan Fernández.