Es parte "de una nueva guerra fría entre los Estados Unidos y China pero que nos involucra de algún modo, sea por la base naval en el sur de Usuhaia y la hidrovía por donde se comercializa la producción mesopotámica que traslada el 80% de las exportaciones agroindustriales argentinas y la gestión por traer al país las famosas redes de G5", expresó la profesional.

En el aspecto local, si llegara a agravarse la tensión entre ambas potencias y Argentina debiera decidirse por una de ellas, en caso de estar obligada a alinearse con los Estados Unidos, "nuestra producción local y regional podría verse perjudicada puesto que no debemos olvidarnos que desde aquí se exportan carnes en grandes cantidades y también cereales, fundamentalmente soja".

Una nueva tensión

Preguntada por qué debería afectar de ese modo tal contexto internacional al país y a la región, la licenciada Josefina Latorre explicó que "se debe recordar que Argentina, por su posición geográfica se encuentra en el denominado ‘patio trasero’ de los EE.UU. Si bien históricamente, nuestro país no fue importante para la seguridad y estabilidad de la potencia norteamericana –en comparación con los Estados de Centro América, Colombia y Venezuela- , el aumento de la presencia de China podría suponer un cambio en la estrategia estadounidense".

Refirió ademas que "nuestro país estuvo negociando su posible inclusión en la ‘Nueva Ruta de la Seda’, un proyecto internacional chino para mejorar las conexiones terrestres y marítimas entre el gigante asiático, África, Europa y América Latina, en un intento de aumentar su influencia económica y política a nivel mundial. También Beijing tiene grandes intereses en nuestro país, principalmente por su ubicación geográfica en el globo, las cuales se tradujeron en la construcción de una base espacial en Neuquén, la posible administración de una empresa china –subsidiada por el gobierno chino- de la Hidrovía Paraná- Paraguay, de 1.300 kilómetros que traslada el 80% de las exportaciones agroindustriales argentinas y la gestión por traer al país las famosas redes de G5".

Entonces, agregó, "frente a este acercamiento de China con la Argentina, y en un contexto de renegociación de la deuda exterior con el FMI, donde EE.UU es un actor clave para el éxito de la misma, el país se encuentra en un dilema de política internacional que implicará desarrollar una estrategia que permita obtener beneficios de ambas potencias mundiales, sin perder soberanía y evitando que Argentina se convierta en un espacio de posible confrontación en un eventual aumento de tensiones entre EE.UU y China". El dilema es complicado de resolver pero no difiere de los que se le presentaban a Argentina cuando la guerra fría estaba dada entre los EEUU y la URSS. Solo cambian los nombres de los actores, pero la estructura parece similar.

Una base muy especial

En estos días, la tensión pareció agudizarse a partir de la instalación de una base naval en el sur del país que sería casi decisiva para el paso de naves chinas en caso de agravarse el conflicto con la potencia americana.

"El 7 de abril, -recordó la licenciada Josefina Latorre- el jefe del Comando Sur, Almirante Craig Faller, visitó Argentina y se reunió con el Ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, y a pesar de que el encuentro estuvo marcado por la donación de equipos, suministros médicos y herramientas de monitoreo y detección para hacer frente a la pandemia, su llegada mostró una clara señal de acercamiento entre los gobiernos de Biden y Fernández. El marino norteamericano viajó a Ushuaia donde la Armada argentina busca, desde algunos años, construir una nueva base y para ello requiere financiación que sería provista por China. y esto fue lo que alertó a los estadounidenses. La capital de Tierra del Fuego se presenta como un lugar estratégico para los intereses de las grandes potencias por su ubicación privilegiada en el Atlántico Sur y su cercanía a la Antártida. Si bien las autoridades del país han planteado que el objetivo de la base implica solamente ser utilizada por Argentina, a EE.UU le preocupa los beneficios que su rival pueda obtener por financiar el proyecto y el rol que jugaría la Argentina en el marco de un conflicto bélico. Una semana más tarde visitó el país el asesor de Biden para América Latina, Juan González, quien principalmente se reunió con diferentes autoridades nacionales para conversar sobre la pandemia, el rol que ocuparà EE.UU en las negociaciones con el FMI y el establecimiento y respeto de ‘reglas de juego’ en términos políticos y comerciales. Como se puede inferir, Argentina puede ser un punto estratégico muy importante para ambas potencias pero también deberá maniobrar con inteligencia y astucia para extraer de esta tensión algún beneficio para los intereses nacionales".

Por lo pronto, la situación prefigura un enorme desafío para el gobierno pero también puede ser una trampa mortal si es que no se actúa con inteligencia pero sin dejar de privilegiar la soberanía nacional.