Alimentos: la suba de precios y la baja en el consumo impactan en el comercio minorista
Si bien el rubro nunca frenó en pandemia, funcionó a un ritmo más lento. Lo esencial es lo que más se consume y las segundas marcas ganan espacio. Se suma otro problema: los mayoristas venden al mismo precio a minoristas y al consumidor particular, "salteándose un eslabón en la cadena de comercialización con todo lo que ello implica". Cambios de hábito, menos consumo y precios altos forman un combo que repercute en el sector.
En un contexto económico que intenta comenzar a reactivarse después de largos meses de parálisis, el comercio minorista del rubro alimenticio nunca frenó en el marco de un servicio "esencial", aunque funcionó a un ritmo más lento.
De acuerdo a un informe elaborado por la consultora LDG, durante la primera semana de enero los precios en los alimentos subieron 1,2% y acumuló un aumento promedio mensual del 4,5% teniendo como base la primera semana de diciembre.
Olavarría registra a unos 300 almaceneros y autoservicistas que han visto una baja en las ventas junto con un incremento de precios. En el balance de todo el 2020 "la inflación rondó entre un 40 y un 50 por ciento", sostiene el actual presidente del Centro de Almaceneros de nuestra ciudad, Luis Sosa.
Otro problema está perjudicando al sector, cuenta Sosa. Tiene su causa en aquellos comercios mayoristas del rubro que venden a los consumidores particulares al mismo precio que a los minoristas, provocando así una disparidad de precios que no solo afecta las ventas sino también el vínculo con los clientes (ver aparte).
Todo esto en un contexto en el que los artículos de primera necesidad han incrementado sus valores a la par de aquellos productos que no son indispensables. Así, por ejemplo, los artículos de perfumería y limpieza concentraron una suba en el año de hasta un 60%.
En paralelo a la suba de precios se registró una merma en el trabajo, una baja en el consumo y una pérdida de poder adquisitivo en el marco de un año complicado en materia sanitaria con su consecuente impacto en términos económicos.
Así, en líneas generales el sector trabajó "a un 60% de lo que es la venta normal", enfatiza Sosa. Y enumera como posibles causantes la pérdida del almuerzo en muchos hogares que han modificado sus rutinas horarias con hijos sin clases presenciales o la necesidad de mantenerse aislado que obligó a suspender reuniones sociales a lo largo del año. "Se ha perdido el almuerzo porque los chicos se levantaban después del mediodía, pero también perdimos lo que es el extra de nuestro sector como las picadas o las reuniones los fines de semana que también ayudan a las ventas", sostiene.
La situación en un año atípico
Al frente de una despensa ubicada en Del Valle y Rivadavia, Laura y Carlos plantean un escenario complicado. Cuentan que "los hábitos de consumo se han modificado" y analizan que la consecuencia "pudo haber sido el incremento de precios o la pandemia, o ambas cosas al mismo tiempo".
Aumentos escalonados en pequeños porcentajes o de un día para el otro con incrementos más importantes, la cuestión de precios impactó en todos los productos. "La yerba, el aceite y los huevos encabezan la lista de aquellos artículos que más subas registraron entre los esenciales", pero la cerveza -aunque no es un producto de primera necesidad- "aumento 40% de repente", ejemplifican.
Titular de un autoservicio de la localidad de Loma Negra, Braian Juárez cuenta que entre los artículos de primera necesidad se ha visto un notable incremento en lo que es aceite, yerba, puré de tomate, fideos y arroz, que componen la canasta básica de alimentos.
En tanto que el titular del Centro de Almaceneros de nuestra ciudad expone que "al inicio de la pandemia la gente pagaba un kilo de azúcar a 50 pesos y le cuesta $ 70".
La suba en precios de alimentos va acompañada de una merma en el consumo que en este comienzo de año es notable, según sostienen comerciantes del rubro.
En este contexto, "se consume lo básico, aquello que es esencial" y mucha más gente se está volcando hacia segundas marcas para sostener una economía familiar que se vio resentida en medio de largos meses de pandemia.
Mientras tanto, a fin de mes se vence el programa nacional de congelamiento de precios lanzado en marzo pasado, en el marco de la emergencia sanitaria que tuvo actividades cerradas y un parate de la economía.
En territorio bonaerense la medida llegó a poco más de 2 mil artículos, la mayoría esenciales y en Olavarría la iniciativa estuvo supervisada en sus inicios por concejales oficialistas bajo la coordinación de la Dirección de Defensa al Consumidor y Relacionales Vecinales de la Municipalidad.
Este mes también deberán renovarse los Precios Cuidados y se estima que tendrá el doble de productos de los 400 actuales, junto con una mayor variedad de ofertas y nuevas categorías de artículos, pero con un aumento promedio de 6,5%.
Retracción en el consumo, una economía todavía está en etapa de reactivación y un incremento de precios que lleva a organizar las compras para estirar lo que más que se pueda el bolsillo de una economía familiar también resentida. Un año tan atípico como el 2020 impactó en todos los sentidos de la vida diaria.
Preocupación
Con una comisión renovada, Luis Sosa adelanta que para este 2021 desde el Centro de Almaceneros se abordarán las distintas problemáticas del sector en busca de medidas concretas que permitan la implementación de distintas alternativas para la mejora del sector.
En este camino, una de las cuestiones más urgentes se vincula con la competencia desleal por parte de los mayoristas que ofrecen el mismo precio al minorista y al consumidor particular. "Hay un eslabón en la cadena de comercialización que se está perdiendo. Es lo mismo, por ejemplo, que una fábrica de autos le venda al particular sin pasar por el intermediario que es la concesionaria", apunta.
La situación que se intensificó en el último tiempo fue expuesta desde el sector al Concejo Deliberante y la idea "es poder tener una normativa que regularice esta situación".
Por otra parte, plantea que "muchas veces la gente desconoce por qué en un lugar encuentra los precios más baratos que en otro" y eso afecta el vínculo con los clientes. "Nos duele que la gente todo esto porque nosotros somos los que después tenemos el reclamo de la gente. Esto, además, influye en puestos de trabajo".
Desde la nueva comisión además, se trabajará en distintos beneficios para acercar a despensas y autoservicios de la ciudad, junto con capacitaciones en diversas temáticas que abarcan al sector. "Somos una comisión nueva, con gente joven y la intención es aportar ideas y propuestas que resulten beneficiosas".