De este lado del océano, en medio de la ciudad del cemento. Sin saber demasiado de la Greta Thunberg, la adolescente sueca que hoy sí conocen porque ocupa la escena internacional por su lucha ambiental, ellos emprendieron su propio desafío. A pequeña escala, dentro de las cuatro paredes del taller y sin imaginar que tres meses después tendrían frente a sus ojos el prototipo terminado, con una casa sustentable que funciona gracias a los rayos del sol. Y que tiene sello propio de esos 15 alumnos que se decidieron apostar a las energías renovables y que pretenden ir por más.

Cursan el 3º año de la Escuela de Educación Técnica Nº 2 "Luciano Fortabat" y se muestran orgullosos de poder contar cómo fueron capaces de generar otras energías en busca de un mundo mejor. Ya ganaron la etapa en su propio establecimiento y ahora probarán suerte en la siguiente fase, donde deberán competir con proyectos de Azul, Olavarría y Bolívar.

Hubo mucho tiempo invertido, análisis, cálculos matemáticos, relevamiento informativo, discusiones grupales y un intenso trabajo en equipo. "Nos pareció importante y sentimos que así se podíamos generar otra conciencia ambiental y hablar bien de la energía, que es tan importante para el mundo" a la hora de "dejar de usar energía basura y utilizar las renovables", explica Bruno Wagner, mientras custodia esa casita "verde" que siente como propia.