Después de un 2020 muy complejo por circunstancias que a esta altura no vale la pena mencionar, ni reiterar por enésima vez, por fortuna (aunque en realidad la expresión debería ser por la mejoría de la situación sanitaria) en este 2021 lejos estuvo de cumplirse el pronóstico de Ana Spinella.

Antes de cerrarse la primera quincena del año, el 13 de enero, en una entrevista publicada por este Diario la presidenta de la Sociedad de Beneficencia Hogar de Niñas "San José" advertía que "el 2021 será un año más difícil que el 2020". Lo dijo luego de una coyuntura tan seria que en julio del año pasado las autoridades del establecimiento informaron a la comunidad que se había llegado a decisión de cerrar definitivamente el Hogar.

Ante este anuncio la reacción de los vecinos de Olavarría y la zona no se hizo esperar. "Fue impresionante como respondieron los olavarrienses. Las donaciones nos sorprendieron gratamente y nos permitieron reorganizarnos económicamente", decía Ana en el primer mes del corriente año.

Trescientos treinta y cinco días más tarde, con la vida de la Ciudad un poco más cerca de la vieja normalidad, avances extraordinarios en el plan de vacunación, el humor y el balance de Ana Spinella para la institución está en las antípodas de lo que especulaba en aquella fecha. "El balance que hacemos de este 2021 para el Hogar de Niñas es bastante positivo en cuanto a las actividades que hemos desarrollado a partir de mayo" celebró.

En tal sentido, recordó que "todos los meses estuvimos haciendo eventos, previendo generar recursos para el momento que nos esté faltando el dinero, ya sea por la pandemia o por los atrasos en los pagos que aún no han sucedido, pero hay que estar preparados porque debemos pagar los sueldos y hacer frente a las cargas sociales". A partir de la reapertura de las actividades en medio de la pandemia, cada mes hubo un evento diferente.

"Vendimos locro, pizzas, hicimos un espectáculo musical por streaming con gente de aquí de Olavarría a la que siempre le estamos muy agradecidos; vendimos rifas, hicimos remates y el último episodio fue en el ''Aplauso al asador'' en noviembre, por primera vez con esta nueva comisión" detalló Ana Spinella.

"Todo fue muy exitoso, en el sentido que la gente siempre ha respondido y muy bien, no sólo por acercarse a nuestros eventos, sino también con sus donaciones. Tenemos que ser muy agradecidos con los olavarrienses, porque nunca nos han abandonado" subrayó. El número de niñas en el Hogar se ha mantenido estable, por una cifra similar de egresos e ingresos. "Más o menos la cantidad de niñas se mantiene en un número de trece o catorce" dijo.

Niñas que convivieron con una transformación obligada. "La pandemia nos ha cambiado de alguna manera en lo que tiene que ver con la escolaridad. Las chicas este año han ido a la escuela mucho menos, eso provocó atrasos, pero tratamos de ponernos al día" reveló.

Frente al inconveniente, Ana ponderó que "gente se acercó a colaborar con las chicas, a enseñarles el manejo de las computadoras. Vecinos que por ahí desechaban una computadora en buen estado para que nosotros la acondicionáramos y contar con una herramienta que las niñas pudieran utilizar y estar a la orden del día con su educación, que tan importante es".

"Hay mucho trabajo, pero los resultados han sido positivos" sintetizó la titular de la Sociedad de Beneficencia Hogar de Niñas "San José". Ana recuperó de la memoria aquellos días de incertidumbre y los comparó ahora esta realidad auspiciosa. "Hubo un cambio fundamental en todo sentido, empezando con la posibilidad de hacer todos esos eventos, que a nosotros nos dieron mucho aliento, porque mes a mes se iba progresando". No sólo en lo económico, tampoco exclusivamente por la presencialidad. Ana reconoció otro gran avance con la reanudación del contacto social para las niñas del Hogar.

"El año pasado, por una cuestión de prevención, las nenas casi no tuvieron contacto con el mundo exterior" lamentó. "Se les cortaron las visitas de sus familiares, este año en cambio -por supuesto con los permisos otorgados por el Servicio Zonal- se pudieron relacionar con sus familias y eso estuvo bueno. En cualquiera edad, desde el punto de vista psicológico es positivo recuperar los vínculos familiares" consideró. El Hogar de Niñas "San José" no sólo de eventos subsiste. También hay aportes del Estado en sus distintos niveles que contribuyen a su mantenimiento.

Por caso, del gobierno comunal Ana cuestionó que "da la impresión de que viven dentro de un frasquito". "El aporte municipal no cambió en todo el año; parece que para ellos no hay inflación, nada. El aporte de 50 mil pesos fue durante los doce meses y en alguna oportunidad se les reclamó. Ya no nos alcanza ni para pagar un sueldo, cuando a principios del año un salario inicial podíamos llegar a afrontarlo con esa suma; desde mitad de año ni siquiera eso" comentó.

Distinta fue la respuesta en becas de organismos que atienden a las problemáticas de la niñez: "Alrededor del mes de mayo hicieron una actualización y pasaron de 16 mil pesos a 24 mil pesos por cada niña, y como el número ha sido constante se pudieron balancear los ingresos y los egresos"

Ana Spinella hizo una apreciación curiosa sobre otra entrada: los aportes del Bingo Olavarría. "Desde que se reabrió con todos los protocolos nos vienen depositando, pero en la comisión estamos tratando de averiguar por qué las sumas son tan regulares" observó. "Es como si en estos meses la misma cantidad de gente hubiese apostado la misma cantidad de plata para que de ese resultado se deposite el porcentaje que nos corresponde. Eso nos llama poderosamente la atención" acotó.

"No estamos disconformes; el aporte de 350 mil pesos mensuales de promedio es muy valioso para nuestra institución, pero me pregunto de dónde sale ese porcentaje. Ya lo averiguaremos, si Dios quiere, para el año que viene" prometió. En una charla - balance, Ana se hizo un lugar para proyectar 2022 con esta atmósfera tan distinta a aquella del 13 de enero del año en curso.

Sin embargo, se atajó "por comentarios muy negativos sobre la evolución de la pandemia, lo cual volvería a condicionar nuestro funcionamiento, y nos preocupa, porque ya hemos hecho una reserva con algunos de los eventos que hicimos durante 2021 para repetirlos en 2022".

"Si estuviéramos otra vez cerrados, el Bingo no nos aportara y qué se yo, con una pequeña ayuda de quién sea vamos a poder afrontar algunas situaciones. No todas, por supuesto, porque la situación económica tampoco da como para aumentar una cuota social que es de 300 pesos bimestrales, cuando somos muchas las instituciones que requerimos del aporte de los socios" analizó.

También la idea de Ana Spinella es tener un verano distinto al precedente; que no se quede sólo en un invierno - primavera distintos: "Estoy mirando para adelante, y me gustaría aprovechar el patio del Hogar que es tan lindo para poder hacer algo en estos próximos meses". Pese al cambio de panorama, los fondos siempre se necesitan y no sólo para los gastos corrientes, que no son pocos; hay inversiones en infraestructura impostergables, según Ana.

"A veces nos plantamos un poco en las obras de mantenimiento en el edificio y las vamos dejando para más adelante porque los presupuestos son altísimos. Pero el año que viene debemos, sí o sí, arreglar el techo que da a la calle Cerrito, que sería el de los dormitorios de las nenas" expuso Ana. No es una cuestión que pase sólo por la estética, sino fundamentalmente por la seguridad.

"Ya este año la obra nos estaba representando mucho dinero; el año que viene no quiero ni imaginarlo, pero no la podemos seguir postergando. Con las tormentas que hemos tenido en estas semanas ya es un peligro no tener el techo en condiciones, más el riesgo de infiltraciones de agua" afirmó. Para cerrar, quiso recalcar, agradecer y no dejar de reconocer "la ayuda permanente de los vecinos, la gente que de motus propio nos deposita en la cuenta del banco. Estamos bien; podríamos estar mejor, pero no estamos mal".