En el marco del 95º Aniversario de Coopelectric, es interesante repasar los datos históricos y el contexto en el que se fundó esta cooperativa en Olavarría, Argentina.

A mediados del siglo XIX, Azul era considerada la capital del centro de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en esa época, gran parte de la región estaba habitada por pueblos originarios y se extendía un vasto desierto. A medida que pasaba el tiempo, la confianza en vivir en estas tierras crecía y comenzaba a formarse un caserío a orillas de un arroyo que luego sería conocido como Tapalqué.

En 1867, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires decidió crear un partido y Azul tuvo que delimitarlo. Es así como nació el pueblo de Olavarría. Con la formación del pueblo, comenzaron a surgir instituciones y a escucharse las demandas de luz pública. En aquel tiempo, la llegada del ferrocarril era una gran novedad, ya que el siglo XIX estaba llegando a su fin.

En el año 1900, el pueblo de Olavarría solicitaba agua y luz, como se reflejaba en las páginas de El Popular, un periódico local. En ese momento, la empresa Ángel Brumana, proveniente de Buenos Aires, ofreció al municipio la instalación de faroles que funcionaban con gas acetileno. Se colocaron algunos frente al municipio y, principalmente, en la calle Necochea, que fue conocida como "la calle de la luz".

En aquellos tiempos, no había vehículos circulando por las noches y la calle Necochea era el camino hacia la estación de tren. Por eso, las personas que viajaban buscaban esta calle para tener un punto de referencia. Debido al costo de los faroles y de la concesión, se solicitó que solo estuvieran encendidos hasta la medianoche, ya que se decía que nadie quedaba despierto después de esa hora. Además, se pedía que los trenes cruzaran durante el día.

En 1905, se celebró la llegada de la electricidad en alguna forma a Olavarría, con unos 50 focos que tenían un poder luminoso de 500 bujías cada uno. También en ese período se logró establecer la comunicación telefónica directa con la ciudad de Azul, lo cual fue un gran avance.

En 1907, se intentó formar una Sociedad Anónima para disponer de un servicio eléctrico amplio y efectivo, pero no se logró. Sin embargo, en 1908, Olavarría fue declarada ciudad por el gobierno provincial y se firmó otro contrato con el concesionario Ángel Brumana. En julio de 1910, se celebró la llegada del servicio eléctrico, con "una luz admirable hasta la una de la mañana en el centro del pueblo", según mencionaba el diario local.

En ese momento, comenzaron a surgir los primeros usuarios del servicio eléctrico en Olavarría y se mencionaba la Sociedad Anónima de Electricidad. Se construyó un galpón con dos motores en el Parque Mitre, que producían la energía eléctrica. Hoy en día, el piso de esa antigua usina aún se conserva a pocos metros de la calle Belgrano. Sin embargo, no se pudo llegar a todos los barrios con el servicio eléctrico, a pesar de los diversos pedidos de la comunidad.

Durante las primeras décadas del siglo XX, Olavarría experimentó un crecimiento y desarrollo notable. Se construyeron magníficos edificios como el Banco de Olavarría y el Banco Edificadora, la sede de la Municipalidad y el Teatro Municipal. También surgieron nuevos clubes, se construyeron edificios para los bancos Nación y Provincia de Buenos Aires, se mejoraron las calles con empedrados y se construyeron escuelas. Además, llegaron las primeras fábricas cementeras y se realizaron otros avances en la ciudad.

En este contexto de crecimiento y desarrollo local, algunos vecinos de Olavarría tuvieron la inquietud de formar una cooperativa de electricidad. Esta iniciativa se concretó en el año 1926, dando origen a Coopelectric, que este sábado celebra su 95º aniversario. A lo largo de su historia, Coopelectric ha sido un pilar fundamental en la provisión de energía eléctrica en Olavarría, brindando un servicio de calidad a sus asociados y contribuyendo al desarrollo de la comunidad.