Ante la no designación aún del titular de la Unidad de Atención Integral con sede en Olavarría de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Darío Méndez -máximo responsable del organismo a nivel regional- reveló ayer que ninguna oficina de la provincia de Buenos Aires cuenta aún con jefe de UDAI.

"Estamos esperando que se regularice en el transcurso de este mes, pero no tengo certezas" admitió Méndez en contacto con este Diario, y acotó que "en términos generales la mayoría de los organismos, tantos nacionales como provinciales, han tenido demoras y otros la siguen teniendo".

Méndez asumió a mediados de febrero al frente de la Jefatura Regional Bonaerense 1 (JRB1) de la ANSES con sede en Tandil, una de las cinco oficinas regionales en las que el organismo estructura su alcance territorial en la Provincia de Buenos Aires.

La dependencia regional tiene responsabilidad sobre 29 distritos bonaerenses en una superficie que equivale a más del 32% del territorio provincial. Abarca desde Santa Teresita a Santa Clara en la costa atlántica hasta la línea de Bolívar "pampa adentro".

"Mientras se van acomodando las cuestiones entre una gestión que sale y otra que ingresa lleva su tiempo, y ahora también nos ha agarrado la problemática del coronavirus, y todo se ha dilatado. No es un problema sólo de Olavarría" subrayó.

Los reclamos e inquietudes se siguen canalizando por dos vías, la telefónica (llamando al 130) y la virtual (anses.gob.ar). "Aunque la oficina está cerrada, así que si hubiese jefe o no, no cambiaría demasiado la cuestión" alertó.

Méndez, no obstante, aseguró que "la totalidad de los jefes regionales del país hemos trasladado el pedido a las autoridades nacionales para que se nombren en un lapso no muy largo estas personas, para contar con canales más fluidos y más aceitados de trabajo, y para resolver un montón de cuestiones en esta situación crítica".

"Esto no quiere decir que el personal de carrera no sea idóneo, pero cuando hay un jefe nombrado por una gestión se supone que afronta otro tipo de responsabilidades, que el empleado de carrera no tiene porque que asumirlas" consideró.

La ANSES viene teniendo un rol central en este tiempo de pandemia, a partir de distintas medidas de asistencia social implementadas por el gobierno del presidente Alberto Fernández, para llegar a los sectores de la sociedad más golpeados por las dramáticas consecuencias del brote de coronavirus.

"Nuestro organismo vuelve a tener un papel muy importante para todos los argentinos. La única manera de evitar la propagación del virus es mediante una cuarentena y eso trae aparejados graves problemas económicos para la gente. Por ello el presidente Alberto Fernández ha dispuesto una batería de medidas, entre las cuales algunas se implementan a través de la ANSES" comentó.

En tal sentido, habló de ayudas para jubilados, pensionados, AUH, planes sociales "y ahora el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) orientado a monotributistas, cuentapropistas y gente desocupada. Entre todo estamos abarcando un gran número de la población".

"Nosotros creemos que el organismo tiene la capacidad necesaria como para llevar adelante esto que se está haciendo para ayudar a un montón de gente que está con inconvenientes, sobre todo en los sectores más vulnerables. En ese sentido, tanto el personal que tiene la ANSES -con alta capacitación- como las autoridades se han puesto el problema al hombro para tratar de resolver la mayor cantidad de problemas posibles, entendiendo que vivimos en una coyuntura de excepción" destacó.

Los elogios hasta en el ámbito internacional por la política de aislamiento adoptada por la Argentina (en sus distintos niveles de gobierno) se vieron atravesados la pasada semana, el primer día de pago a jubilados, con una avalancha humana sobre las casas bancarias, y los apuntados fueron las máximas autoridades nacionales de la ANSES y el Banco Central.

Sobre esta cuestión, Darío Méndez explicó que "uno cuando implementa políticas públicas debe lograr que sean efectivas, y evidentemente no lo fueron por lo que todos pudimos ver. Se hizo una autocrítica y automáticamente al otro día se corrigió lo que debía corregirse".

"En toda nuestra región a partir del sábado ya se produjo una merma importantísima en los bancos, donde ya no se producen colas y se trabaja con normalidad en el pago de jubilados y pensionados, y de las distintas prestaciones".

Para corregir este tema Méndez apunta a un cambio cultural por encima de una alteración en las disposiciones, y al respecto dijo que el jubilado debe abandonar la costumbre de pasar por ventanilla para cobrar sus haberes y empezar a manejarse con el plástico.

"En lo que más estamos trabajando es en que se haga masivo el uso de la tarjeta de débito, porque tampoco es una solución ordenar a la gente para que asista a los bancos. Nosotros entendemos que deben permanecer en sus hogares y para ello hay que establecer algunos mecanismos, y la tarjeta es uno, mandando a sus hijos a retirar el dinero o -mejor- que la utilicen como medio de pago, porque además no sabemos hasta cuándo va a durar esto" enfatizó.

Sobre su masificación habló de lograrla a la "mayor brevedad posible" y dijo que "el BCRA está trabajando con los bancos para tratar de llevar adelante un expendio masivo de tarjetas de débito. Después dependerá de los bancos y ese es un terreno que no me compete. Nosotros, una vez que liberamos las prestaciones, se deposita el dinero en los bancos y hasta ahí llegamos".

También hizo mención a una necesidad de que los grandes bancos privados nacionales y de capital trasnacional brinden el servicio de pago a los adultos mayores: "Sé que hay un pedido de la Asociación Bancaria para descomprimir la situación, sobre todo en las grandes aglomeraciones urbanas; en ciudades intermedias como las nuestras generalmente estas problemáticas no se dan. Si los grandes bancos privados se sumaran, sería una gran solución".