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Artículos que pasaban inadvertidos en las estanterías de las farmacias, medicamentos que se vencían en los anaqueles sin registrar demanda por meses y meses, productos requeridos ocasionalmente para completar un botiquín pasaron a ser insumos de primera necesidad con la difusión de las primeras herramientas en la defensiva contra el coronavirus.

La oferta adecuada a demandas históricas hace un año disparaba el desabastecimiento de alcohol en gel, "alcohol al 70", barbijos, guantes, Ivermectina, ibuprofeno, paracetamol. Otros ni aparecían en el listado.

Hasta la polémica hidroxicloroquina adquirió protagonismo ante la agresión de un microorganismo desconocido y, en muchos casos, letal.

Un año después...

¿Fue una moda y nada más? ¿La gente internalizó las recomendaciones sanitarias? ¿Se relajaron las conductas de bioseguridad y bajó la demanda? ¿Hubo un reacomodamiento del mercado para un contexto de pandemia?

Las respuestas están en las farmacias.

Geraldine es flamante farmacéutica y trabaja en Farmacia Di Santi.

"Todo lo que es alcohol en gel y alcohol líquido se venden mucho, tanto para llevar en la mochila o en la cartera, como los envases grandes" reportó

"Barbijos y guantes se siguen vendiendo. La gente viene y se lleva caja de guantes de 100 unidades, barbijos todo el día y todo el tiempo" acotó.

Independiente de la ubicación y la envergadura de la farmacia, la ‘vedette’ en la comercialización de barbijos es el desarrollo de los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina.

"Piden sobre todo los que son con protección de nanopartículas de plata del Conicet, y sino se llevan el tricapa" mencionó Geraldine.

El barbijo desarrollado por el principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina tiene un valor cercano a los 600 pesos (soporta hasta 15 lavados); otra variante que ofrece una bolsita de tres barbijos (aunque no son lavables) sale 400 pesos.

La "pócima milagrosa" tuvo sus compradores en la Farmacia Di Santi.

"Entre diciembre del año pasado y abril de este año fue impresionante lo que se vendió la Ivermectina, sobre todo el de la marca Securo. Y siguen pidiendo" expuso Geraldine.

Celeste Fernández Chaves es una de las responsables de la Farmacia Betz, también en pleno barrio San Vicente, a pasos de la cancha de Ferro.

"Lo que es alcohol en gel fue la locura el año pasado. Todo el mundo venía y compraba tres o cuatro litros, ahora se normalizó. Seguimos vendiendo bastante; vienen a comprar otra cosa y piden un alcohol" indicó.

Los números se mantienen exponencialmente mayores que en la prepandemia.

"Antes del coronavirus se lo vendíamos a alguien que estaba por tener familia o alguna persona para armar un botiquín; no era un artículo de venta normal. Ahora es una cosa de todos los días, para el trabajo, para los chicos en la escuela, para tener en la casa, para el auto. Ya lo incorporamos como algo de la vida diaria" manifestó Celeste.

La demanda de barbijos se sostuvo, pero hoy el cliente es selectivo; pide mayormente el desarrollo del Conicet y el mercado a veces no logra satisfacer la demanda.

"Nos están entrando pocos de las droguerías y a veces una persona se lleva 5. Hay proveedores que los tienen, pero los cobran una barbaridad, entonces preferimos venderlos cuando hay en las droguerías, y cuando no hay, no hay".

"No puedo venderlos un día a 500 pesos y otro día a 800. Prefiero seguir por los canales normales y comprarles a los vendedores confiables de siempre; además hay tanto trucho dando vueltas que no sabemos lo que pueden mandar" reflexionó.

"A nosotros también se nos recontramultiplicó la demanda de Ivermectina. En un mes acá vendimos 50 cajas, y se sigue vendiendo más o menos en el mismo volumen. Antes de la pandemia creo que teníamos una en la estantería que se nos estaba por vencer" bromeó.

Entre sus clientes, algún desorientado ha pedido vacunas contra la COVID: "Hay gente que no tiene ni idea de cómo son las cosas, y piensan que en la farmacia también vendemos las vacunas".

"Hay mucha información, pero no sé… No terminan de entender; vienen y nos dicen ‘ah, y quiero una vacuna contra el Covid’. También nos preguntan si se pueden anotar en la farmacia para vacunarse, y les indicamos como son los pasos" expresó.

"Comparado con el año pasado a esta altura hay menos venta. En 2020, a esta época, era un boom la venta de este tipo de cosas y no se conseguía nada. Hoy se siguen vendiendo, bien, pero no es comparable: a esta altura el alcohol en gel estaba agotado, ahora se consigue, hay un montón de marcas, y todos los laboratorios lo ofrecen" comentó Emilio Ramírez, titular de la Farmacia Striebeck.

En su caso, la venta de barbijos se estabilizó en una meseta alta. "También el año pasado se vendía más, pero la gente lo sigue llevando. No hay problema de faltantes y salieron modelos para todos los gustos" dijo.

Aunque al mostrador el cliente ratifica la preferencia por los barbijos del Conicet, Farmacia Striebeck no los comercializa.

"Son caros y difíciles de conseguir. Hay 10 mil modelos distintos. Los comunes tricapa están en 90 pesos, los de neoprene se consiguen en unos 280 pesos" comentó.

Hoy, en su caso, no existe parangón en la venta de la Ivermectina con los pedidos del año pasado.

"Antes de la pandemia no se vendía nada; cuando empezaron a circular comentarios de sus efectos sobre el coronavirus explotaron las ventas, como también de la hidroxicloroquina, y ahora sale muy poco" reveló.

Emilio no ha tenido solicitudes de la vacuna contra la Covid.

"La gente sabe que se tiene que anotar en la aplicación ‘Vacunate’ o en la página web y esperar el turno. Nosotros estamos vacunando a los jubilados contra la gripe" señaló.

El año pasado desde los organismos sanitarios se sugirió a la población la vacunación contra la gripe y la vacuna neumocócica. Este 2021 se agregó la recomendación de no aplicar ninguna de ellas antes o después de los 15 días de aplicada la vacuna contra la Covid.

Aunque aparecieron nuevos inconvenientes.

Farmacéuticos e infectólogoss consultados coincidieron en que salió del mercado, y es imposible conseguir, la vacuna neumocócica 23 valente, que se aplica un año después de la 13 valente.

El requerimiento de insumos en la región

Por definición una pandemia es una epidemia de una enfermedad infecciosa que se ha propagado en un área geográficamente extensa. Ante ella las conductas sociales pueden ser diferentes.

Con todo invadido por este virus, la venta de productos para la bioseguridad adquiere en la región características casi idénticas a las ofrecidas por la comunidad olavarriense.

Blas Gagliardi, de la tradicional Farmacia y Optica Gagliardi de Bolívar, hizo una reseña del movimiento del mercado para artículos de bioseguridad en la vecina ciudad.

"Pasaron dos cosas: en un primer momento nos hizo acordar a la pandemia H1-N1 de diez años atrás, cuando todo el mundo corrió a las farmacias para buscar alcohol en gel y hubo una saturación porque en un primer momento no estaba adecuada la oferta a la demanda" recordó.

Gagliardi especuló que, en esta pandemia, con el correr de los meses el bolivarense se fue relajando, aflojó las prevenciones y, por ejemplo, cayó la demanda de alcohol en gel.

"Aunque debo reconocer que se mantiene en volúmenes altos, por encima del promedio de la prepandemia" dijo.

Por caso, la venta de barbijos mostró una mutación: "En un primer momento la gente buscaba cualquiera, pero en la medida que se fue mejorando la oferta empezaron a buscar barbijos de mayor calidad. En este asunto la demanda es más sostenida, quizás porque le presta mayor atención a eso por la insistencia en los medios, lo cual me parece muy bueno".

El dato sorprendente de la pandemia en Bolívar fue la salida de la Ivermectina.

"En la farmacia tenemos una chica que es pasante y estamos haciendo un trabajo sobre este tema. De la venta de una caja al año pasamos a vender 20 en marzo, en abril 40 y en mayo se vendieron 70 cajas, para un principio activo que se ha demostrado que no tiene eficacia contra el COVID. Se ve que la gente se aferra a esto porque lo tiene a mano, lo cual ha creado muchos inconvenientes" expuso.

Gagliardi hizo memoria y comentó que varios clientes pidieron por vacunas contra el coronavirus. "Nos hacen la pregunta como quién no quiere la cosa, como descuidados, como si hubiese un mercado negro" observó con gracia.

"Por suerte el programa de vacunación en la Provincia en impecable. En algún momento el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia ofreció toda la red de farmacias y el Gobierno dijo que no. En ese momento no me pareció bueno, pero visto ahora estuvo bien. Acá se organizó en un complejo, con un distanciamiento social adecuado, donde hay toda una maquinaria en funcionamiento que en una farmacia no hubiese sido posible" ponderó.

Tanto María Alejandra Berlari, que es la presidente del Colegio de Farmacéuticos de Tandil, como José Luis Colotto (titular de Farmacia Peroggi de Azul) se manifestaron a favor de que "más médicos receten Ibruprofeno Sódico".

Colotto atribuyó en Azul al relajamiento de los jóvenes el aumento de los contagios, pero consideró que "la gente adulta ha tomado conciencia y sigue consumiendo muchos barbijos. Sanitizantes estamos vendiendo igual o más que el año pasado, y de una gran diversidad".

Mencionado el boom de la Ivermectina, Colotto no sólo lo confirmó, sino que entregó una opinión personal.

"Es tremenda la venta. Y yo estoy a favor de este tema. Nosotros preparamos muchos medicamentos para muchas farmacias de la zona, y está saliendo en gran número la Ivermectina. Inclusive hay médicos, que antes no daban el brazo a torcer, ahora la recetan" verbalizó.

En una declaración polémica, puso como referencia un protocolo elaborado en San Nicolás, donde "a los pacientes con el primer síntoma se les suministra Ivermectina e Ibuprofenato sódico solución para nebulizar. Es muy resistido por los médicos, pero anda y provoca un alivio inmediato".

Alejandra Berlari desarrolló que en Tandil "la tendencia es similar a la del año pasado. La gente nos pide barbijos, alcohol en gel, guantes. Todas esas cosas están a tope; todo el tiempo estamos vendiendo. Hablo por mi farmacia, pero es un fenómeno que se replica".

"Siguen comprando cualquier barbijo, aunque buscan mucho los del Conicet, y otras marcas que están hechos con micropartículas de plata, que hacen que el virus se adhiera y aumente su efectividad" explicó.

Los tandilenses se integraron al listado de consumidores de la Ivermectina.

"Se vende mucho, por supuesto que con la receta del médico. Y muchísimo Paracetamol e Ibuprofeno por el tema de la fiebre. Preguntan mucho por máscaras, que en algunas farmacias se venden y en otras no" describió.

La crisis sanitaria que vive Tandil, con el número de 300 muertos por coronavirus superado ampliamente y un alto índice de contagios, opera como un freno contra el relajamiento.

"Acá, últimamente, estamos explotados y todas esas medidas hacen que se consuma mucho alcohol en gel, se respete el uso de los barbijos y demás" subrayó.