Toda la crueldad de la vulnerabilidad social en primera persona, en el duro relato de Belén Rincón, madre de dos niños (uno de 3 años y otro de 7) que hace mucho tiempo viene peleando por un pedazo de tierra donde construir una habitación para sus pequeños.

Está en la toma del Barrio Lourdes, "pero en la vereda de enfrente" tal cual se ubicó geográficamente como punto de referencia con la única carpa que subsiste en el predio, que ayer recibió la visita de una delegación municipal en un contexto de desalojo.

"Nosotras somos madres responsables, trabajadoras, que estamos solas. Algunas cobran la cuota de mantención, otras no, pero todas trabajamos y tenemos para construir. Yo soy empleada doméstica, pero ¿cómo hago para entrar en un plan PROCREAR? ¿Qué oportunidades me dan para tener un pedazo de tierra?" se preguntó.

"No tengo; sé que si no hago esto voy a estar toda la vida alquilando y no puedo correr con esa suerte. Mañana me quedo sin trabajo y adónde van mis hijos. Estamos muy tristes acá todas las chicas" confesó.

"Hoy (por ayer) viernes estaba previsto el desalojo. Nos citaron hace dos días en la Municipalidad, se comprometieron a llamar a más gente y la única verdad es que no nos han dado soluciones" denunció.

Sobre la visita de funcionarios municipales, expresó: "Mientras nosotras seguimos esperando en medio del barro, de la lluvia y de los charcos, lo único que hicieron fue hablar en la carpa de la única familia que hay en el predio. Quisieron intimidarlos para que se vayan, cuando el desalojo no llegó".

"Ellos pasan con la camioneta de la Municipalidad como si nada; no hay soluciones para las familias y es triste. Dicen una cosa y no la hacen" acotó.

"Desde el Municipio no son capaces de llamarnos y darnos una cuota de esperanza. Estamos olvidadas acá atrás; por eso recurrimos a los medios, casi como un grito desesperado para pedir ayuda, porque muchos de nosotras están en situación de calle y nuestros hijos no tienen dónde ir" reveló.

"Vivimos en condiciones infrahumanas, y queremos que toda la gente de Olavarría vea lo que estamos pasando, en medio de cables, enchufes, luces" describió.

"Somos 11 familias que nos mantenemos firmes en la toma, porque muchas se han bajado, y pedimos que nos llamen, que nos propongan algo. Hace años que estamos inscriptas en la Municipalidad, la trabajadora social nos conoce, porque ha visitado nuestras casas por alimentos, y sólo pedimos un terreno para después pagarlo" reclamó.

La lucha de Belén y de sus 11 compañeras es en soledad: "La mayoría somos mujeres solas, y a veces cuando nuestros hijos salen de la escuela o del jardín tenemos que traerlos dos o tres horas, para luego llevarlos a dormir con las abuelas, con las tías o con los familiares que nos puedan ayudar, para que no tengan que pasar frío acá y no pasen lo que nosotras estamos pasando".

"Hacemos esto para que ellos tengan un hogar y no sabemos qué más hacer. Si vender un riñón o el hígado para comprar un terreno. Nosotras no pedimos limosnas" insistió Belén.

"No queremos las cosas de arriba; queremos pagar, que nos pongan un plazo para construir, pero no nos ofrecieron nada. Es todo puro desplante, maltrato o amenazas; que nos van a dar 6 años de cárcel si no dejamos el lugar. Nos tratan con soberbia, como si no fuésemos personas" acusó.

Belén recordó que en ocasión de "acompañar a 4 personas al Municipio ni siquiera nos dejaron pasar al baño. Nos rodearon de policías. No fuimos a hacer kilombos. Eramos todas mujeres, que acompañamos a la familia y estábamos sentaditas en un lugar".