Carpintero desde hace 26 años, junto con su esposa Laura llevan adelante su propio emprendimiento que va poblando distintos lugares de la ciudad y las localidades con cabañas hechas íntegramente en tronco o madera.

La construcción es "más barata" y el ambiente "más confortable, más cálido. Es un material que no necesita calefacción en invierno y que se mantiene fresco en verano", cuenta José Donato desde Sierra Chica, localidad en la que comenzó de desplegar sus habilidades para volcar este noble material en la fabricación de cabañas.

Todo comenzó con la construcción de su propia cabaña para vivir, y desde entonces no paró. Ahora, ya especializado en la fabricación de distintos tipos de estas viviendas, José Donato cuenta que todo se hace de manera artesanal, no estandarizada, algo que implica largas horas de trabajo todos los días de la semana.

La madera ha formado parte de las edificaciones construidas por el hombre desde el mismo neolítico, antes de que contara con herramientas con suficiente capacidad de corte, es muy probable que ya empleara la madera como material de construcción de sus primeros refugios.

Obviamente que con el paso del tiempo la apariencia rústica de las primeras construcciones fue haciéndose cada vez más ortogonal y limpia, en respuesta a la estandarización, la producción en masa y el surgimiento de nuevos estilos y estéticas.

Desde hace tiempo que las cabañas van ganando espacio en los paisajes de las ciudades. Ahora, más nutrida y fortalecida por avances tecnológicos, nuevos sistemas de prefabricación y una serie de procesos que su sostenibilidad, seguridad y eficiencia; van convirtiéndose en una tendencia, ya sea para viviendas como para complejos enteros dispuestos a ofrecer la experiencia del contacto con la naturaleza.

Y en este sentido, José Donato destaca entre sus características principales que con construcciones que "conservan mucho más el calor en invierno y son más frescas en verano". Pintorescas, "el vidrio o algún dibujo en el frente o a los costados" hace que cada vez más gente se vuelque a invertir en cabañas, ya sea para alquilar o para vivir.

Oficio, profesionalismo y experiencia

José Donato es el único carpintero de su familia y comenzó a caminar este oficio como empleado de El Quebracho, hace ya 26 años.

En forma paralela, tenía su propia carpintería donde se fue formando y creciendo de a poco. Con el tiempo sumó conocimientos e hizo un curso en la Escuela Piloto para agregar más profesionalidad a esta pasión que él dice, tiene desde muy pequeño.

Con el paso del tiempo, el carpintero fue sumando profesionalismo y experiencia. Incluso el año pasado fue centro de la escena en la Expo Vivienda 2020, donde en el patio del CEMO instaló una cabaña que fue sorteada en la jornada de cierre del tradicional evento que se realiza en nuestra ciudad.

Esa cabaña, de 24 metros cuadrados tuvo como ganadora a una señora que vivía en Olavarría, pero que luego la vendió a un hombre que tenía terreno en Espigas. Con cocina amplia, baño y habitación, en su momento José Donato contó a EL POPULAR que llevaron todo a aquella localidad y que armarla demandó diez días de trabajo intenso.

Sus comienzos en el mundo de la madera estuvieron vinculados con la carpintería rural. Luego sumó muebles, es decir, carpintería en general y más tarde, a partir de la fabricación de su propia casa fue ganando mercado en las cabañas que ahora pueden verse en algunos lugares de la ciudad y localidades tales como Colonia Hinojo, Espigas y zonas de campo.

José Donato no lleva la cuenta de cuántas cabañas logró levantar en el último tiempo, pero asegura que la opción está siendo cada vez más elegida y que las consultas son cada vez más habituales.

Aclara que la gente suele pensar que hacer una cabaña es algo sencillo y rápido, pero "no es tan así. Se hacen más rápido que una construcción tradicional, pero el que yo hago es un trabajo artesanal, no es estandarizado o con máquinas. Y eso lleva su tiempo".

Desde la carpintería que lleva su apellido, José asesora y construye, mientras que Laura "se dedica más a lo que es la parte de ventas".

Con la llegada de un potencial cliente, el primer paso es asesorar y aconsejar. "Damos nuestro parecer en base a las necesidades que nos plantea esa persona, el uso que le va a dar a la cabaña y las comodidades que quiera tener", expone.

Diversidad de modelos

Con distintas medidas y comodidades, pero también diversidad de modelos, las cabañas que fabrica José Donato pueden ser íntegramente de tronco o de madera "que son más económicas".

Las características se definen teniendo en cuenta distintos factores y el uso que el dueño quiera darle a la vivienda. "Hay distintos tipos de tronco que se pueden utilizar, también pueden hacerse con machimbre simil tronco o madera tipo americana", cuenta a EL POPULAR horas antes de celebrar el Día del Carpintero y haciendo un breve descanso en medio de una mañana de mucho trabajo.

Todos los modelos y los materiales que están puestos en la obra de José Donato "son muy buenos y tienen una buena durabilidad".

Cada cabaña es entregada prácticamente terminada. Solamente hay que agregarle "muy pocas cosas como por ejemplo el pozo de baño que hay que hacerse (lo habitual para quien se hace una casa)".

Una característica que José Donato destaca es que "no requiere platea para poner encima la cabaña porque nosotros la sobre-elevamos unos 60 centímetros del piso para darle aire por debajo, y por allí pasan después todas las conexiones"

La entrega se realiza con conexión de luz y agua, mientras que el gas es tarea de un gasista matriculado. También se entregan los sanitarios, con el baño prácticamente completo. La cocina va con la mesada, la grifería y la bacha, y en lo que es amoblamiento va en gusto del cliente.

La superficie de las cabañas también varían de acuerdo a la necesidad de cada cliente. Está la básica que tiene 24 metros cuadrados. Hay otra que estilo dormi, reducida, de 16,50 metros cuadrados. Y a partir de ahí va subiendo la superficie, es decir de 25 metros, 30 metros, 42 metros, 60 metros. También puede ser planta baja y primer piso, un modelo alpina, o en forma de "ele".

En carpintería Donato ofrecen planes de pago. "Se entrega el 50% del valor al momento de confirmar el negocio" que son utilizados para la compra del material, y el resto "se puede abonar en cuotas fijas y en pesos". El requisito indispensable, claro está, es poseer terreno propios en donde emplazar la construcción. "Nosotros la armamos y la instalamos".

José Donato explica que "siempre me gustó trabajar con la madera" y recuerda que cuando era chico hacía artesanías y las vendía en la plaza. Con los años sumó experiencia, conocimiento y profesionalismo; particularidades que hoy conjuga con seriedad y compromiso en cada una de sus fabricaciones.

La carpintería, el trabajo con la madera y la creatividad están puestas ahora en cada una de las cabañas que fabrica; un emprendimiento que va creciendo y va tomando fuerza en nuestra ciudad.