La campaña #PrevengamosElVPH busca concientizar sobre el impacto de los virus papiloma humano (VPH), algunos de los cuales pueden causar distintos tipos de cánceres como el de cuello de útero, ano, vulva, vagina, pene y orofaringe.

La pandemia de SARS-CoV2 generó que muchas personas postergaran los controles médicos y la vacunación. Es en este contexto, que uno de los aspectos que genera mayor preocupación en las organizaciones médicas que impulsan la campaña es que muchos adolescentes que reciben la primera dosis de la vacuna no completan el esquema (que requiere de una segunda dosis) para lograr la inmunidad deseada.

"Si bien un alto porcentaje de adolescentes cumple con la aplicación de la primera dosis, luego desciende a casi la mitad el cumplimiento de la segunda. Esto puede generar un fallo de la vacuna a largo plazo", advirtió el doctor Pablo Bonvehí, de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

En Argentina, la vacuna contra el VPH forma parte del calendario nacional para niños y niñas de 11 años. El esquema completo consta de dos dosis, es gratis en todos los vacunatorios, hospitales públicos y centros de salud del país. "Uno de los desafíos actuales es lograr un incremento de las coberturas de vacunación y la administración de la cantidad de dosis requerida para asegurar la protección contra la infección por VPH de por vida", afirma la doctora María Alejandra Picconi, de la Sociedad Argentina de Virología (SAV), división de la Asociación Argentina de

Microbiología (AAM).

Un dato positivo, agrega la especialista, "es que Argentina es el único país de Latinoamérica que cuenta con datos locales que demuestran la fuerte disminución de la prevalencia de VPH 16 y 18 (responsables de al menos el 70% de los cánceres del cuello uterino en nuestro país y en el mundo) en adolescentes vacunadas, sexualmente activas".

"El regreso a la escuela es un buen ámbito para recordar a padres y madres la obligatoriedad y gratuidad de vacunar niños y niñas a partir de los 11 años con dos dosis de la vacuna contra VPH y cánceres vinculados como son cuello de útero, vulva, vagina y ano ", afirma por su parte el doctor Silvio Tatti, jefe de la División Ginecología del Hospital de Clínicas (UBA).

¿QUÉ HAY QUE SABER

SOBRE EL VIRUS?

Los virus papiloma humano (VPH) son virus de transmisión por vía sexual, muy comunes en todo el mundo. Hay más de 100 diferentes tipos de VPH, pero se sabe que al menos 14 de ellos causan ciertos tipos de cáncer, cómo el cervical, vulvar, vaginal, anal y el orofaríngeo. Otros tipos de VPH son responsables de las verrugas genitales. Según cifras de los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos, el 80% de los hombres y mujeres sexualmente activos adquirirán al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida.

El VPH es un virus de fácil transmisión por contacto íntimo piel con piel. El uso del preservativo desde el comienzo de la relación sexual ofrece una buena protección contra las infecciones por transmisión sexual, pero en el caso del VPH, el virus puede encontrarse en zonas del área genital que no quedan cubiertas por el látex y por este motivo no brindar 100% de protección. Los especialistas aconsejan su utilización como una medida preventiva más para reducir el riesgo.

De igual manera, es fundamental realizar controles periódicos: en el caso de las mujeres sexualmente activas, existe el test de VPH y el PAP. Este último es un examen que detecta lesiones en el cuello del útero. Son lesiones que no se detectan a simple vista ni producen síntomas, y tenerlas no es sinónimo de tener cáncer. Se recomienda que se realicen un PAP todas las mujeres a partir de los 25 años. Si el PAP es anormal es posible que se indiquen otros estudios como la colposcopía y la biopsia.

El test de VPH es una prueba que detecta la presencia de los tipos del Virus Papiloma Humano (VPH) que pueden producir cáncer de cuello de útero. Es simple, seguro y no produce dolor. Su toma es similar al PAP y está recomendado realizarlo a partir de los 30 años.

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2018 unas 311.000 mujeres murieron a causa del cáncer cervicouterino; más del 85% de esas muertes se produjeron en países de ingresos bajos y medios.

El cáncer cervicouterino es actualmente el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de las regiones menos desarrolladas, donde se estima que en 2018 hubo unos 570.000 nuevos casos (lo que representa el 84% de los nuevos casos mundiales).

"La vacunación es una forma segura y efi caz de prevenir no solo el cáncer de cuello uterino vinculado al HPV, sino también otros tipos de cáncer vinculados al mismo virus y enfermedades benignas como son las verrugas genitales y la papilomatosis laríngea", agregó la doctora Laura Fleider, del Hospital de Clínicas.

"En los últimos tiempos, aumenta la preocupación por los tumores orofaríngeos vinculados a VPH, tanto en mujeres como en hombres. Es un fenómeno que se produce en Argentina y en el resto del mundo. Los tumores de cabeza y cuello eran poco frecuentes, pero esa frecuencia ha ido aumentando por la existencia de VPH. Por estos dos motivos es muy importante prevenirlo", señaló por su parte el doctor Santiago Bella, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica.