"Se ven acciones aisladas y no una política publica unificada; no hay un interés real por parte de las autoridades". Éstas fueron palabras de Carlos Rodríguez, activista de Chesida, quien se refirió a lo que sucedió en el Honorable Concejo Deliberante con la aprobación del pedido de informe por parte del concejal Marcelo Latorre en relación a los casos de pacientes con sífilis en Olavarría.

Chesida es una agrupación interdisciplinaria que surgió por la inquietud de personas en relación a la presencia del VIH-Sida, sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual en Olavarría. Licenciados, doctores, y docentes y alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales interesados en la problemática integran dicho programa.

Carlos Rodríguez es uno de los referentes. Hace años que trabaja en la problemática, llevando a cabo acciones concretas que tienen que ver con la prevención e información de aquellas enfermedades de transmisión sexual. Más allá de lo que sucedió en el HCD, el licenciado criticó un aspecto puntual: la falta de una real implementación de un programa de salud reproductiva y sexual que fue aprobado allá por el 2010, y que parece urgente ante los brotes de sífilis que surgieron hace un tiempo en toda la provincia.

"Desde el año 2014, con trabajos que hicimos desde el programa junto al Programa Permanente del Estudio de la Mujer con visitas a unidades de atención primaria de salud de la ciudad, escuchamos por parte de profesionales acerca de un brote de sífilis", señaló Carlos Rodríguez.

Luego, en el 2016, la región sanitaria informada de la situación dio "un alerta y hubo reuniones con las autoridades de la salud pública de todos los municipios que integran la región sanitaria novena". "En el 2017 se volvió a dar una alerta y llegamos a un 2019 sin acciones concretas, más allá de éste pedido de informe por parte del concejal Marcelo Latorre", manifestó.

Según Rodríguez, a nivel provincial "se dispararon los casos de sífilis y hace mucho tiempo parece que se bajó la guardia en lo que refiere a políticas públicas de prevención de infección de enfermedades de transmisión sexual. Al Estado no le interesa y la sífilis, una infección de transmisión sexual que entendíamos erradicada, está nuevamente presente".

La ordenanza

"La ordenanza establece la construcción de datos estadísticos sobre las infecciones de transmisión sexual; y no refiere sólo a trabajar cuando están los casos de personas infectadas, sino que habla también de la prevención, es decir, campañas permanentes de prevención e información", comentó Carlos Rodríguez.

El referente de Chesida se refirió a una ordenanza que nació en el 2009, año en el cual el Programa Permanente del Estudio de la Mujer y el Programa Chesida acercaron una propuesta al Concejo Deliberante para la creación del Programa Municipal de Salud Sexual y Reproductiva. La ordenanza se aprobó en el 2010.

"Después de cuatro años, la ordenanza nunca se había puesto en marcha y se inició otro camino con las autoridades para su puesta en práctica. En ese momento se dio apertura a lo que se aprobó en el 2015 como un diagnóstico participativo, el cual pretendió analizar el estado de situación del sistema público de salud con respecto a la aplicación efectiva de la ordenanza", informó el licenciado.

Los resultados de dicho diagnóstico se elevaron en el 2016 a la nueva gestión, con Germán Maroni en aquel entonces como secretario de salud. "A partir de ahí surgió una buena primera voluntad de poner en marcha el programa aprobado por ordenanza, y de hecho se nombró a una referente del programa", contó Rodríguez.

El año pasado, continuando con un orden cronológico, se iniciaron gestiones para actualizar la ordenanza e involucrar diferentes leyes nacionales como la Ley de Matrimonio Igualitario y otras normativas. Los cambios fueron contemplados e incorporados por los concejales.

Sin embargo, lo que vino después no fue el mejor final. "Habíamos visualizado también la necesidad de crear un presupuesto específico para el funcionamiento del programa, lo que fue votado y aprobado en las últimas sesiones del 2018. Pero luego el Intendente vetó el artículo que otorgaba dicho presupuesto", lamentó.

Falta de respuestas

Según el activista de Chesida, hay falta de respuestas por parte del Municipio en relación a los casos de sífilis. "Vemos como una esquizofrenia por parte del Estado; y desde las organizaciones también vemos que le damos poco aval a los datos estadísticos de provincia y municipio porque, concretamente, no se conocen ni saben donde están", declaró. "Por eso insistimos en la implementación efectiva del programa que fue aprobado", insistió.

A su vez, Carlos Rodríguez contó que "recientemente distintas organizaciones de Olavarría nos reunimos en el Centro Cultural Universitario para evaluar el estado de cumplimiento de la ordenanza aprobada en el 2010 y se llegó a la conclusión de que existe un desconocimiento general de la población sobre la existencia del programa". "Si a la población no le generás información clara y sencilla como una política pública de la salud, estamos hablando de la nada misma", explicó

En este sentido, según Carlos Rodríguez, siempre "se ven acciones aisladas y no una política pública unificada; no hay un interés real por parte de las autoridades".

Incluso, a partir de dicho diagnóstico se le solicitó "a la Facultad de Ciencias Sociales la posibilidad de gestionar una reunión amplia con las autoridades de la salud pública y así unificar criterios de acción para la implementación definitiva del programa. Aún estamos a la espera", lamentó.

"El programa que hablamos tendría que brindar información estadística sobre los casos de sífilis en Olavarría y desde ahí pensar en las acciones en relación a ellos", concluyó uno de los referentes de Chesida.