Casas de escritores: un itinerario por la geografía íntima de grandes autores argentinos
-La casa de Jorge Luis Borges en Adrogué. Ubicada en esta localidad del conurbano bonaerense, la Casa Borges fue inaugurada al público el 18 de octubre de 2014 en Adrogué. Se trata de la única casa que se conserva en pie de todas en las que residió el autor de "El Aleph".
En este chalet pequeño con jardín construido en la década de 1940 que perteneció a la madre del escritor Leonor Acevedo Suárez, los Borges pasaban los veranos. Tiene dos habitaciones y un jardín con murales alegóricos pintados por artistas y se ubica frente a la plaza Brown de Adrogué, en el casco histórico. En 1953 fue vendido para comprar un departamento a Norah, hermana del escritor, pero el autor de "Ficciones" solía volver de visita.
"En cualquier lugar del mundo en que me encuentre, cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué", aseguró una vez el narrador y ensayista.
La propiedad fue expropiada por el municipio en 2011 para dedicarlo a una casa museo y depende del Instituto de Estudios Históricos y Patrimonio Cultural de Almirante Brown. En su interior hay fotografías, se proyectan videos y fragmentos de textos que remiten al tiempo de la estancia de Borges en Adrogué y la íntima relación con la geografía arquitectónica de sus calles y casas y los árboles.
-La Casa Museo Ernesto Sábato en Santos Lugares. La visita a esta propiedad, ubicada precisamente en la calle Ernesto Sábato 3135, ofrece un recorrido por la vida y obra del autor de "Sobre héroes y tumbas". Sus nietos realizan visitas guiadas los sábados, con reserva previa para dar cuenta de su legado.
Fue inaugurada como museo en 2014 por gestiones de su hijo Mario y familia, tras su restauración, como "museo vivo". La propiedad fue construida como estudio de filmación por el pionero del cine argentino Federico Valle, quien en 1944 se la alquiló a Sabato (1911-2011) y se quedó viviendo en el sótano de la propiedad. El narrador la compró finalmente en 1963.
La casa y el parque, que pasó a ser agreste por decisión del escritor, fue fuente de inspiración para obras como el "El túnel" (1948), y "Sobre héroes y tumbas" (1961).
Los espacios íntimos, la biblioteca con los libros que leyó, los espacios donde escribió, el jardín de atrás -antes cuidado por su esposa Matilde- y el mobiliario, son acompañados por documentales.
-La casa de Ezequiel Martínez Estrada. En Bahía Blanca, se encuentra ubicada sobre la avenida Alem 908 el chalet donde residió hasta 1964 -año en el que falleció-, el escritor santafesino Ezequiel Martínez Estrada. La vivienda, que funciona como museo, cuenta con una archivo histórico reconocido por el Archivo General de la Nación.
Se trata de un chalet de estilo americano de dos plantas, con tejas españolas, en un terreno de 400 metros y fue construida por el arquitecto Manuel Mayer Méndez en 1949. Declarada patrimonio municipal, fue comprada en esa fecha por el escritor, ensayista y poeta al mudarse a Bahía Blanca luego de su jubilación como profesor del Colegio Nacional de La Plata.
El autor de "Radiografía de la pampa" nació el 14 de septiembre de 1895 cerca del río Carcarañá, en San José de la Esquina, Santa Fe. Marta Susana Ramírez, a cargo del archivo del escritor y de la Casa Museo de la Fundación, señaló a Télam que la casa no se construyó para él "pero la compró y fue su primer habitante".
"Martínez Estrada llega a Bahía Blanca para instalarse definitivamente en 1949 y muere en noviembre de 1964 en esa misma casa", contó la mujer. Y acotó: "Los visitantes que llegan se encuentran con sonidos de pájaros, de música, es decir, las vivencias de él y de su esposa".
-La residencia de Victoria Ocampo en Mar del Plata. En plena pandemia de coronavirus, la casa de Villa Victoria Ocampo en el corazón del barrio los Troncos de Mar del Plata, abrió sus puertas esta temporada bajo estrictos protocolos y aforos para evitar la propagación del virus.
Este patrimonio, que donó en vida Victoria Ocampo a la Unesco y luego en 1981 compró la municipalidad de General Pueyrredón se convirtió en un centro cultural donde año tras año pasan centenares de artistas y miles de turistas que visitan el mobiliario de una de las escritoras más emblemáticas de la Argentina.
Durante esta temporada, el espacio está abriendo sus puertas de miércoles a lunes, de 17 a 20, con la posibilidad de recorrer tanto el interior de la casa como los jardines.
En su recorrida se puede observar en vitrinas pueden ejemplares de la revista Sur, que Ocampo fundó en 1931.Otra de las actividades que se lleva a cabo este verano, los miércoles desde las 18, es un espectáculo donde la actriz marplatense Mónica Pari, personifica al ama de llave de la escritora.
-El Museo Almafuerte y el Palacio López Merino. En la ciudad de La Plata se destacan dos espacios culturales vinculados con escritores emblemáticos: uno es el Museo Almafuerte y el otro el Palacio López Merino, convertido en un Complejo Bibliotecario. Ambos dependen de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata y conforman parte del patrimonio cultural de la capital bonaerense, ligado a la vida de los dos escritores.
El Museo Almafuerte, ubicado en calle 66 entre 5 y 6, funciona en la casona en la que el escritor pasó los últimos diez años de su vida y sintetiza la obra del autor de "A la libertad" y "Piú avanti".
Fue declarado como primer Monumento Histórico Nacional de la ciudad de La Plata en 1961 y Monumento Histórico de la Provincia y de la Nación. El Museo y su propuesta cultural son un homenaje al artista y promueven la consolidación como patrimonio público el lugar donde el poeta plasmó su acción literaria y humanística.
Almafuerte fue un poeta comprometido con la problemática social de su época que murió en La Plata en 1917. Su verdadero nombre era Pedro Bonifacio Palacios, nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, en 1854 y ejerció la docencia durante la presidencia de Sarmiento, pero fue dejado cesante en represalia por las críticas al gobierno que expresaba en poemas publicados por el diario El Pueblo.
En el Museo se exhiben manuscritos, fotografías, dibujos, libros, periódicos, escritos sobre su obra, muebles y otros objetos que formaron parte de la vida del poeta. En el fondo de la propiedad todavía se puede ver el horno de barro donde cocinaba para niños y vecinos a quienes también les incorporaba los primeros pasos para aprender a leer y escribir.
En tanto, el Palacio bibliotecario Francisco López Merino que funciona en calle 49 y diagonal 74, fue inaugurado en 1911 y declarado patrimonio histórico de La Plata en 1985, ofrece tres bibliotecas: Biblioteca Central (universitaria), Biblioteca Almafuerte (juvenil) y la Biblioteca María Elena Altube (infantil).
"El Palacio fue cuna de la infancia de Panchito, hijo de Toribio López y América Merino, que nació en 1904, año en que sus padres se mudaron a dicha casona", explicó a Télam Luisa Ramírez, coordinadora del lugar. Se trata del primer poeta platense en consagrarse nacional e internacionalmente, que brilló siendo casi un niño, y el lugar influyó en su obra. Télam