"Hubo muchas detecciones de defectos visuales que requieren tratamiento", sintetizó la Dra. Sandra Butín en un balance de lo que fue la segunda campaña de detección de la ambliopía -también llamada "ojo perezoso" que se realizó ayer durante la mañana en dos CAPS de nuestra ciudad.

La iniciativa permitió detectar que casi el 41% de los niños y niñas atendidos presentan dificultades visuales y deberán continuar controlándose. Ayer, desde la mañana y hasta las 13 se controlaron 27 chicos de entre 4 y 14 años en los CAPS N° 18 (15 pacientes) y N° 22 (12 pacientes).

De ese total, "nueve necesitan seguir con los controles", admitió la doctora Butín minutos después de finalizar la jornada de trabajo en el Servicio Territorial ubicado en Alberdi y Coronel Suárez, donde trabajó junto a las residentes Lucrecia Rossi Ortega, Sofía Herrera y Micaela D'' Ambrosio.

En tanto que en el Servicio Territorial estuvieron la Dra. Paula Berney, junto la médica Viviana Morelo y los residentes Gabriel Teuly, Flavia Lanceta, Natalia Sardi y Victoria Nogal.

La ambliopía, también conocida como ojo perezoso o vago, es la incapacidad de uno o ambos ojos de percibir detalles. Es un problema visual común en niños. El resultado final de todas las formas de ambliopía es disminución en la visión de uno o ambos ojos afectados.

La campaña se realiza por segundo año consecutivo y en 2018 "fue un éxito porque atendimos a muchos niños y niñas", comentó la Dra. Sandra Butín, quien encarará esta misma campaña en Espigas, Blanca Grande y Recalde junto con la Dra. Miriam Menghini y estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud en el marco del proyecto "Cuidarás" que lleva adelante la casa de estudios con el objetivo de hacer foco en la salud y en la prevención antes que en la enfermedad.

La importancia de este control radica en que permite prevenir. Es que "si no se trata a tiempo en los primeros años la dificultad va evolucionando y se va perdiendo la visión, algo que es imposible luego poder revertir", explicó la oftalmopediatra.

La campaña de ayer se enmarcó en el Día Internacional de la Salud Visual y el 24 de este mes la experiencia se replicará en Espigas.

La importancia de la detección

La ambliopía, también conocida como "ojo vago" es uno de los problemas visuales más comunes que se presenta en los niños. Se trata de una disminución de la visión que ocurre cuando uno o ambos ojos envían una imagen borrosa al cerebro en el período en la infancia en que se desarrolla la visión. Cuando un menor tiene ambliopía, su cerebro "aprende" a ver borroso con ese ojo, explican los especialistas.

En la mayoría de los casos, la estructura del ojo no se ve afectada por lo que es difícil que los padres se den cuenta. Para diagnosticarlo, es necesario realizar una evaluación completa del médico oftalmopediatra a través de un chequeo preventivo a los cuatro años de edad.

"Es importante diagnosticar la ambliopía ya que puede dejar un daño en la visión del o los ojos afectados para toda la vida", enfatizó la Dra. Sandra Butín. El tratamiento debe ser lo más precoz posible y mucho mejor si de da antes de los 8 años de vida, que corresponde al período más sensible en la maduración y desarrollo de la visión.

Cuando un niño llega a la consulta del oftalmopediatra, se realiza una medición de la agudeza visual, detección de un posible estrabismo (desviación de los ojos), evaluación de todas las estructuras oculares, incluyendo la retina y el nervio óptico (fondo de ojo) y determinación de la presencia o no de algún error refractivo (miopía, astigmatismo o hipermetropía).

El ojo vago en los niños se produce por una o más de tres razones: porque uno o los dos ojos están desviados, porque uno o ambos ojos necesitan corregir la visión con lentes o bien, porque uno o ambos ojos tienen alguna patología que obstruye su eje visual.

Una vez detectada la ambliopía y la causa que la genera, se debe intentar la corrección. Muchas veces, junto con la corrección de la causa de la ambliopía, se debe intentar estimular el "ojo vago" que no ha desarrollado bien su visión. Para eso, se "castiga" transitoriamente la visión del ojo bueno contralateral. Al tapar el ojo bueno, el cerebro está obligado a utilizar únicamente el ojo ambliope por las horas que se use el parche.

Otra manera de penalizar el ojo bueno es usar atropina en gotas oftálmicas, que provoca visión borrosa por un período de tiempo en el ojo con mejor visión, y así, el cerebro usa más el ojo contralateral que se desea que incremente su agudeza visual.

Si no se trata a tiempo la ambliopía "puede quedar uno o ambos ojos con baja visión permanente que no se puede corregir ni con lentes e incluso con cirugía".