Daniel Lovano

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Cayó este jueves en Mar del Plata "La Liga", una banda de accionar cuasi-mafioso, que en sus largos años de accionar delictivo tiene como una de sus máximas hazañas haber intentado apretar a don Helios Eseverri, el histórico y duro intendente de Olavarría por un cuarto de siglo que, cuan súper héroe de alguna serie de Netflix, era capaz de reducir a su entorno con sólo fruncir el ceño.

Varias personas fueron detenidas hace un par de días en Mar del Plata tras una veintena de allanamientos, acusados de integrar la banda conocida como "La Liga de los Compradores", dedicada a adulterar sistemáticamente subastas judiciales durante años mediante operaciones que superaron los 100 millones de pesos, según informaron fuentes de la investigación.

Entre los involucrados en este accionar delictivo aparece Marcelo Philipp, un importante y marquetinero entrenador de los campeonatos federales en la primera década de este siglo, protagonista de una inolvidable anécdota cuando Racing estaba detrás de su contratación a mediados de 2007.

"La Liga" tuvo varias recordadas intervenciones en la ciudad de Olavarría.

La más célebre de todas fue en de 2004, cuando salió a la venta el céntrico edificio de Cowan y Cestona (General Paz al 2800) donde el intendente en ejercicio, Helios Eseverri, fue una de las víctimas directas de las presiones de sus miembros.

En julio de 2010 la jueza Civil y Comercial María Hilda Galdós debió presentarse en el remate de dos propiedades en General Paz casi Alsina, a raíz del violento accionar de la banda. Días después avanzó en negociaciones con el Centro de Martilleros para establecer normativas para los remates judiciales con el fin de limitar su accionar.

El último fue en septiembre de 2012, cuando en la sede del Centro de Martilleros de Olavarría se desarrolló un remate judicial que atrajo a personajes de "La Liga de Compradores".

Al sumergirse en los archivos, la nota aparecida el día posterior en las páginas de EL POPULAR dice que "esta vez fueron alrededor de una decena, cantidad considerada baja para las presentaciones anteriores en Olavarría. Algunos de los miembros de la organización son vecinos de nuestra ciudad".

Los integrantes de la Liga actuaron según su costumbre: esperaron a verdaderos interesados en la puerta y ejercieron presiones, ingresaron a la sala al inicio de la subasta "y ocuparon los lugares donde habrían continuado los aprietes".

El rematador que encabezó la operatoria se mantuvo firme en la conducción y convocó al personal policial, presente tanto en la sala como en la vereda, para retirar a tres de los miembros de la Liga, que habrían amenazado e intimidado a los compradores durante el proceso.

La organización desactivada en Mar del Plata se dedicaba a la "alteración de subastas judiciales para la obtención de beneficios económicos", y entre enero de 2013 y octubre de 2018 logró que las ofertas de sus distintos miembros se impusieran en 324 remates, sobre 510 realizados en ese período.

De acuerdo a una investigación realizada por el Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción (CATI) de la Fiscalía General marplatense y la Unidad Funcional de Instrucción 5 (UFI 5), a cargo del fiscal Alejandro Pellegrinelli, las operaciones realizadas por la banda durante esos años "ascendieron a la suma total de los 105.126.751 pesos y 274.100 dólares".

Durante 26 procedimientos realizados en la mañana del jueves en distintos puntos fueron detenidos los cuatro presuntos líderes de esta asociación ilícita, y otras 31 personas resultaron imputadas de distintos delitos, como lavado de activos, fraude, ejercicio ilegal de la profesión, y afectación a la libertad, la integridad moral y física de terceros.

Esta presunta asociación ilícita "utilizó asidua y mecánicamente métodos ilegales o ilícitos con el fin último de hacerse en remate del total o parte de bienes inmuebles y muebles subastados a valores muy inferiores a los que una puja libre hubiera determinado, para luego hacer negocios con los mismos y sacar importantes comisiones o bien ostensibles diferencias económicas en posteriores transacciones".

Los investigadores identificaron como "el primer caso que se conoció de operación fraudulenta y metodología de La Liga" una subasta judicial realizada en 2014, "que tuvo como beneficiaria de unas cocheras" de un edificio ubicado en el macrocentro marplatense "a una mujer que ofreció un monto muy bajo en ese momento".

"Tras comprobarse una maniobra que incluyó aprietes a un oferente legítimo y hacer caer su oferta, la mujer -parte del entramado- obtuvo las mencionadas cocheras. Dicha subasta fue finalmente anulada en septiembre 2017, tras una investigación de la Fiscalía de Delitos Económicos y el posterior fallo de la Cámara Civil y Comercial que expuso la maniobra delictiva", indicó la fiscalía.

Según la investigación, a lo largo de los años esta banda operó en los remates "desalentando ilegítimamente a eventuales postores o captando posibles interesados para que compren forzadamente a través de ellos, durante la previa de la subasta, en la exhibición del inmueble a rematar o en las afueras del Colegio del Martilleros y Corredores Públicos".

Los investigadores centraron su su acusación inicial en la conformación de una asociación ilícita en Oscar Roberto Larluz, Luis Alberto Puga y Héctor Ricardo Monteros (los tres en calidad de jefe).

Pero además fueron acusados Diego Alejandro Larluz, Fernando Roberto Larluz, Alejandro Javier Fernández, Sergio Alberto Puga, Juan Carlos Hugo Vacatello, José Luis Gallo, Aníbal Raúl Simón Soria, Leandro Nahuel Soria, Gustavo Alfredo Cheppi, Horacio Jorge Panizzo, Julio César Consorte, Patricio Pablo Consorte, Roberto Daniel Andino, Leandro Andrés Marqués, Marcelo Philipp y García, Pablo del Corazón de Jesús Quiroz, Sergio Tadeo Mazur, José Luis Violini, Carlos Héctor Abitante, Miriam Elizabeth Lamas, Marta Susana Meriano y María Luján Fernández.

En tanto que a 16 de ese total, también se los investiga en torno al posible delito de lavado de activos.

A buen puerto fueron...

La escena del intendente del pueblo caminando una cuadra y media para participar a la vuelta de la comuna en el remate de una valiosa propiedad, y ser apretado por una banda de extorsionadores, bien podría ser parte de un relato del realismo mágico americano.

Pero sucedió en Olavarría a comienzos de la primera década de este siglo.

Don Helios Eseverri no está para contarlo desde el 21 de septiembre de 2007, pero un referente de aquella gestión (el doctor Julio "Chango" Alem) compartió la mañana frente a Cowan y Cestona con el alcalde de la Ciudad, y recordó todo lo que el paso de los años le permitió rescatar.

"Los de La Liga vinieron a participar del remate en lo que era la IKA, quisieron presionar a la gente que estaba allí. Justo estaba don Helios, pero no les dio pelota" comentó.

"Eseverri asistió con la idea de adquirir ese inmueble para el Municipio. Muchos detalles no me acuerdo, pero sí que lo quisieron apretar, o sugerirle a Eseverri que retire su oferta" apuntó.

Alem también recuperó de su memoria que llegó tarde al remate.

"Fue un episodio raro. No hubo amenaza, mucho menos violencia física. Sé que hablaron con él, pero me parece que no desarrollaron demasiados argumentos y cuando se dieron cuenta, o le dijeron que se trataba del intendente de Olavarría, se borraron" comentó.

Las mollejas del señor Philipp

Marcelo Philipp había logrado instalarse como el DT más cotizado de la región por sus grandes campañas con Banfield y Alvarado de Mar del Plata en las temporadas precedentes.

Diplomático y estratégico como siempre (además de su inigualable capacidad oratoria), a "Popa" Paramio sólo le quedaba una exigencia para terminar de convencer al por entonces reclamado Philipp, y convertirlo en director técnico de Racing para la edición 2007/8 del torneo Argentino "B".

Ese creía, al menos.

Luego de desfilar por todos los medios locales y anticipar que restaban detalles para sellar su vínculo con la entidad del Parque Olavarría, el entrenador le pidió a Popa (encargado de llevar adelante las conversaciones): "Esperame con un asado que tenga abundante cantidad de mollejas y firmamos todo".

Subcampeón en el certamen anterior, vencido en una sospechada definición por el ascenso en la cancha de Cipolletti, los dirigentes de Racing se desprendieron sin que nunca se conocieran las verdaderas razones del cuerpo técnico encabezado por Luis Quintela.

El tandilense nacido en Olavarría (chaira desde la cuna) había operado el milagro en un semestre de sacarlo de puestos de descenso y conducir a un escalón previo a la gloria al que terminó siendo el mejor equipo chaira en su década dorada.

Con un Miguel González en modo genial, Leo Serfaty formidable frente al arco, Marcos Coronda monumental en la otra punta, Tucker y Di Pangrazio conformando una dupla de zagueros casi perfecta, Gustavo Guevara patrón de la mitad de la cancha, las revelaciones de Esquivel y Robledo en sus flancos, y el Pato Linares con sus laguneros aportes talentosos.

Aquella noche del 27 de junio de 2007, en su casa (sobre la avenida Pringles, a medio camino entre Pueyrredón y Avellaneda) Popa se había asegurado la presencia del departamento de fútbol en pleno para cerrar el gran golpe sobre la mesa de la previa.

Todo estaba listo.

En horas de la mañana Philipp se había comunicado con el dirigente Oscar Saldías para confirmar su viaje rumbo a Olavarría.

Lo esperaron, demoraron la cena todo lo posible, pero Philipp nunca apareció.

"Concurrieron Oscar Saldías, Ricardo Spina (recientemente incorporado), Daniel Fittipaldi, Sergio Sarfield, Víctor Chantiri, Mariano Ferro, Mauricio Correa, Raúl Vazzano. Sólo faltó -con aviso, por razones de salud- Marcelo Alberdi. Hablaron distintos temas relacionados con el futuro del equipo en el Argentino ''B'', pero se quedaron con ganas de finiquitar la incorporación de Marcelo Philipp" publicó al otro día EL POPULAR.

"De cualquier manera, José Lucio Paramio consideró que el acuerdo podría quedar sellado hoy, siempre y cuando logren hablar con el entrenador, quien vive en Berazategui, en el Gran Buenos Aires" decía la misma nota.

Lo cierto es que Philipp, tan solícito con la prensa local en los días previos, nunca más volvió a abrir su teléfono; se tornó inubicable tanto para el periodismo olavarriense como para los dirigentes de Racing, y durante varias semanas dejó de dar señales de vida.

Un par de meses después reapareció dirigiendo en la Liga de Venezuela.

El campeonato 2007/8 fue consumiendo fechas, con Hugo Iervasi como DT de Racing (luego reemplazado por Rodolfo Bertolotto) y a mitad de camino Philipp irrumpió como entrenador de Alvarado para llevarlo al Argentino "A" (no sin recibir antes un rosario de insultos en un par de visitas al Parque Olavarría).

Marcelo Philipp nunca vino a Racing.

Poco se supo también del destino de aquellas mollejas que sobraron la noche del 27 de junio de 2007, esperando por el arribo del hoy comprometido integrante de la "Liga de Compradores".

"Un típico porteño chanta"

Por Leo Serfaty (*)

Marcelo Philipp es un personaje extraño en el mundo del fútbol.

Trajo muchos jugadores de afuera apenas llegó a Banfield, y a los de Mar del Plata nos fue desplazando de a poco.

En ese momento estábamos jugando la Liga local, casi por ser campeones (de hecho fuimos campeones) y empezó el primer Argentino "B" con formato nuevo, en octubre de 2004. Con la excusa de ganar el local nos borró a varios.

Yo terminé de jugar el local, pero estuve poco en el Argentino "B" porque a mí no me quería. Tuve varios encontronazos con él.

Le llenaba la cabeza al que ponía la plata, que era Baldino. Iba todo los días a la pesquera, hablaba con él, sanateba.

Era un versero, hablando en criollo, y en las prácticas un típico porteño chanta. Técnico normalito laburando; no le rescato nada.

Nos cagábamos de risa porque hacía muchas payasadas. A veces quería jugar él, y se ponía para los suplentes.

El primer entrenamiento en Banfield de Mar del Plata nos convocó a todos en el vestuario y se apareció con unas botas de pescador, que se las había pedido al de la pesquera, y unos botines en la otra mano.

Nosotros no entendíamos nada.

Se hizo el duro, armó una perorata bárbara y terminó diciendo "el que me hace caso va a ponerse los botines y el que no se va a trabajar a la pesquera con Baldino". Un fantasma.

Nosotros teníamos un equipo bárbaro, con Gatti, Charly Arias, el Negro Ratto, Valverde. Trajo como 20 jugadores de Buenos Aires, y los únicos que anduvieron fueron el cuatro y el tres, Martínez y Homero Díaz.

Antes de ir a Río Gallegos, para jugar las semifinales con Bancruz, nos hizo concentrar tres días y quiso desafectar a tres jugadores porque nos acostamos tarde.

A Philipp le gustaba el conflicto; no se podía estar tranquilo con él.

Lo de "La Liga" se sabía ya en ese momento.

Es más, Gustavo Gatti (NdR: gran arquero marplatense de esos años) le compró una casa, a menor valor del real obviamente -con todos esos manejos-, y después no podía conseguir los papeles.

Gustavo era medio aliado de él, y se terminaron peleando por este conflicto.

Fue el último año que Banfield jugó campeonatos el Consejo Federal. Los cansó... Terminamos con Mario Gambini la temporada.

El año que yo fui a Racing, en la cuarta o quinta fecha jugamos con Alvarado en el "Buglione" y los dos técnicos estaban en la cuerda floja, "Fatiga" Russo y Alejandro Giuntini.

Esa mañana, él estaba en la platea, porque sonaba para ambos.

Fue a Alvarado, lo ascendió con un plantel que habían armado, y después hizo un desastre. Sacó a todos los jugadores del ascenso, le fue muy mal, lo echaron y lo reemplazaron por Gustavo Noto, que tuvo su primera experiencia como entrenador regional.

Se vendía muy bien.

Acá apareció tirando currículums en todos los clubes; no le importa nada. Si tiene que ir a ver a Chiqui Tapia para la selección argentina, va y le lleva su currículum. No tiene vergüenza, encara cualquier cosa.

Sé que antes de la pandemia estaba en Paraguay, donde cayó como ayudante de un técnico paraguayo; le movió el piso y se terminó quedando como entrenador. Jugó Copa Sudamericana, perdió el cruce con un equipo de Colombia y lo echaron.

(*) Jugador de Marcelo Philipp, cuando fue entrenador de Banfield de Mar del Plata (en 2004/5), y figura de Racing en la temporada 2006/7.