El primer caso, ocurrió en la madrugada del pasado sábado 2 de noviembre, en el marco de un siniestro vial, que involucró al conductor de un Toyota Corolla, quien había impactado contra una camioneta estacionada, en Dean Funes al 3400.

Tras acudir al lugar personal del Comando de Patrullas y desarrollar las correspondientes actuaciones, se verificó que el automovilista tenía un valor de alcohol en sangre de 1,41 g/l.

A raíz de este hecho -tal como se dictaminó desde el Juzgado de Faltas- el conductor del Corolla deberá abonar una multa económica de 24.228 pesos y cumplir una inhabilitación para conducir por 12 meses.

El segundo caso de alcoholemia, se registró alrededor de las 03:00 horas del domingo 3 de noviembre, en Av. Del Valle y Av. Brown. Corresponde al conductor de un VW Gol, que presentaba un porcentaje de 1,07 g/l, por lo que deberá pagar una multa de 16.152 pesos y cumplir un plazo de 12 meses sin manejar.

Al respecto, cabe recordar que uno de los objetivos centrales de los controles de alcoholemia, además de medir el nivel de concentración de alcohol en sangre y detectar alteraciones en la conducta por ingesta de sustancias tóxicas, es fundamentalmente crear conciencia en los conductores.

El consumo de alcohol al volante genera alteraciones en el comportamiento y disminuye la capacidad de capacidad de conducir de manera idónea. En todos los casos, el consumo excesivo provoca consecuencias, sobre las funciones psicomotoras, sobre la visión del conductor y sobre el comportamiento y la conducta.

El conductor experimenta un falso estado de euforia, seguridad y confianza en sí mismo, apareciendo un desprecio por el peligro y una tendencia a transgredir las normas.