Cuatro profesionales de distintas disciplinas del ámbito privado contaron sus experiencias de cómo se vivió la pandemia puertas adentro de los consultorios. Coincidieron en que el ritmo de consultas y controles se intensificó en este último tiempo, mientras que destacaron que la atención de urgencias nunca se frenó. En algunos casos, además, el whatsapp se transformó en una herramienta "muy útil".

"En pleno aislamiento y Fase 1 de la pandemia trabajaba a un 40% de consultas en comparación con los niveles de pre-pandemia y la atención se reducía a lo urgente: controles a embarazadas, partos y todo lo que tiene que ver con la urgencia", contó el Dr. Gustavo González desde su consultorio ginecológico.

Ahora, ya con una fase de Distanciamiento y una cuarentena que fue relajándose "las consultas alcanzan un 70% de la cantidad que habitualmente atendíamos en tiempos de normalidad", sostuvo.

Allí, en su consultorio de Coronel Suárez casi España hubo muchos cambios. El whatsapp se transformó en una herramienta importante frente a consultas y dudas, en sintonía con la metodología de trabajo que también adoptó el médico nefrólogo Mario Galarza.

Llamadas después de hora, mensajes por whatsapp frente a determinados síntomas o pedidos de receta formaron parte de las consultas en aquellos tiempos donde las actividades se mantenían cerradas y el "#quedate en casa" era la consigna por excelencia.

El pediatra Gastón Seambelar dijo que todavía el ritmo "está tranquilo". Si bien el contexto actual adquirió cierta relajación, durante el invierno hubo controles o consultas muy por debajo de lo habitual y en esta época de verano es usual que las visitas al pediatra disminuyan, por lo que aún el ritmo de años anteriores no se reflejó en los consultorios de la especialidad y tampoco en el Hospital de Pediatría que el profesional dirige.

Otro dato que aportó el médico pediatra es que al no haber habido clases y actividades en ambientes cerrados, hubo menos patologías infantiles.

Con el comienzo de la pandemia "la atención fue nula", definió el médico cardiólogo Adrián Giorgio, quien se desempeña en su consultorio particular y también en la Unidad Coronaria del Hospital Municipal.

En este marco, Giorgio no pasó por alto que los controles postergados llevó a complicaciones que requirieron, incluso, internación.

"Hay 100 fallecidos, eso representa el 0,1% de la población de Olavarría", expuso en referencia a aquellos casos de pacientes que han tenido comorbilidades y enfermedades pre-existentes.

"Al principio de la pandemia la atención fue cero. Pacientes que han fallecido por problemas del corazón, infartos, ACV… Muchos murieron con Covid y pasaron por la Unidad Coronaria".

Por temor o por pensar que podían postergar un control formaron partes de las variables que llevaron a muchos pacientes a suspender la atención.

Así, los cuadros principalmente de personas con patologías de riesgo fueron profundizándose. "Es muy raro que una persona llegue al consultorio por un infarto, directamente este tipo de cuadros se atienden en la guardia. Hubo cuadros de insuficiencia cardíaca o falta de aire de gente que no se controló a tiempo".

Falta de aire, palpitaciones, dolor en el pecho, hipertensión, diabetes, enfermedades coronarias o insuficiencia cardíaca son motivo de consulta frecuente y ahora se suman aquellas vinculadas con el Covid. "Los pacientes necesitan cierta contención y que les demos tranquilidad", apuntó el Dr. Giorgio.

Dijo, además, que se han notado muchas consultas por cuadros de angustia, miedo o depresión.

La consulta en pandemia

La pandemia obligó a cambiar hábitos de trabajo. Barbijos, alcohol en gel, salas de espera improvisadas en las veredas para posibilitar cumplir con el distanciamiento o secretarias que atienden con máscaras y detrás de una mampara de vidrio son parte del paisaje habitual de los consultorios médicos en tiempos de Covid.

Cambios de horario, la atención en horas más reducidas y el ingreso permitido al consultorio sin acompañante también son claves en la consulta diaria.

"En un momento por ejemplo, a la sala de parte tenía que entrar solamente la mamá, no se permitía el ingreso del padre. Y lo mismo pasaba en las ecografías de rutina", recordó el Dr. González. Ahora eso cambió, pero los controles de bioseguridad continúan siendo estrictos.

"El acompañante tiene que completar una declaración jurada incluso, pero lo lamentable es que a veces no dicen la verdad y después te enterás que tenía síntomas o que debía estar aislado. Ese es un problema porque hay que aislar a todo el personal de salud que estuvo en ese momento en la atención".

Para el Dr. Mario Galarza "cada profesional vivió la pandemia de acuerdo a su situación y a la clase de pacientes que atienden, depende de cada uno en particular".

Si bien "al principio disminuyó la consulta porque todo el mundo estuvo recluido, después apareció algo nuevo que es la consulta virtual. Es un alivio, yo lo pude hacer porque por mi edad también son de riesgo y me dio buenos".

En este sentido, planteó que "se estableció un vínculo y un mecanismo de comunicación que no lo teníamos antes de la pandemia", mientras que gran parte de las consultas se debieron principalmente a síntomas compatibles con Covid, seguimiento de pacientes que transcurrían la enfermedad, angustias y muchas dudas, "razón por la cual este mecanismo de comunicación fue una muy buena herramienta".

Ahora, "a pesar del momento crítico de la pandemia, el nivel de consultas y de controles se intensificó y del universo pacientes que cada uno tiene las atenciones más frecuentes son por patologías crónicas que la gente no se ha podido controlar en su momento", contó.

Y aclaró que en esos casos "nunca se cortó el tratamiento ni la medicación, los pacientes de riesgo necesitan continuar con su tratamiento y cuidados. Y en ese sentido, la consulta virtual o la receta electrónica son una herramienta enormemente útil".

La pandemia puertas adentro de los consultorios médicos no pasó desapercibida y factores estrictamente sanitarios se conjugaron con una cambiante intensidad en el ritmo de trabajo asociada a la realidad epidemiológica. Hoy hay más demanda y las consultas aumentaron, siempre en el marco de una actividad que instaló desde el comienzo aquellos cuidados indispensables en materia de prevención. "Hoy la gente se anima más, consulta, no se queda con la duda y se ve un aumento en los controles", sostuvieron.