Momentos complicados atraviesan distintos espacios culturales de nuestra ciudad luego de la inactividad obligada por la pandemia desde fines del mes de marzo. No sólo porque en su mayoría dependen de los ingresos por pago de entradas para asistir a distintos espectáculos sino porque durante la semana se brindan variados tipos de talleres, donde también perciben un porcentaje. En esa línea, la zozobra también afecta a distintos actores de la cultura local, quienes ven mermar en gran parte sus fuentes de ingresos, al estar impedidos de dictar los talleres, así como músicos, artistas, sonidistas e iluminadores.

Para tener un parámetro de los perjuicios sufridos, EL POPULAR Medios dialogó con referentes de tres espacios culturales locales, quienes expusieron las complicaciones acarreadas por el abrupto corte producido por el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En general, si bien en algunos casos no se abona alquiler, las reservas con que contaban fueron destinadas a solventar impuestos y servicios pero ya se agotaron. Mientras se espera por la respuesta oficial para acceder a algún subsidio, se buscan alternativas para mantener el contacto con el público y tratar de evitar el corte de servicios.

En principio, Juan Weisz, referente de Insurgente, señaló que cuando se decretó la cuarentena "estábamos justo en el trabajo de la inscripción a talleres, que son importantes a lo largo del año por la cantidad de personas que trabajan. Teníamos alrededor de 13 propuestas para este año y con el tema de la pandemia la mayoría de los talleres no pudieron funcionar", lamentó.

Ya para el mes que viene no tenemos nada para solventar el espacio

Desde ese punto de vista consideró que "para los talleristas es su trabajo y forma parte importante de sus ingresos porque son trabajadores de la cultura. Por lo cual, si bien no es su única actividad el taller que dan en Insurgente, su situación también se ha visto complicada porque los laburos que tienen son dar clases y se les complica".

Asimismo, representa un fuerte cimbronazo "al espacio porque parte importante del ingreso que tenemos para sostenerlo viene de los talleres, entonces también es un golpe. Pero aparte de eso tampoco tenemos actividades porque la otra parte importante de los ingresos son las actividades que hacemos hacia afuera".

Como consecuencia de este período sin actividad, los espacios tambalean. "No pagamos alquiler pero pagamos los impuestos y los servicios, y salvo internet y teléfono, que no hemos pagado y no lo vamos a pagar porque no podemos hacerlo, cosa que nos lo van a tener que cortar porque debemos más de 4 mil pesos. Por ahora no lo podemos pagar y vamos a tratar que nos den de baja para no seguir acumulando deuda. Esos gastos los pudimos pagar con una reserva que teníamos pero ya para el mes que viene no tenemos nada para solventar el espacio, así que estamos pensando en propuestas".

Una de las iniciativas que pondrán en marcha en breve se denomina "combo literario solidario, donde aquellos que quieran aportar al espacio van a poder comprar libros de autores locales y de gente del espacio, así como distintos materiales de productores locales, como por ejemplo cuadernos. Se van a armar distintos combos que vamos a ofrecer y con el acuerdo del artesano o productor que les va a quedar la mitad del ingreso. Por ejemplo, un cuaderno que vale 200 pesos, que quedan 100 pesos para el productor y 100 pesos para el espacio, con el compromiso del espacio de que cuando podamos volver a funcionar, devolver esa plata que de alguna manera les estamos reteniendo para poder pagar impuestos y servicios", definió Weisz.