Compromiso social en pandemia: la empatía como punto de partida
El desafío de las organizaciones sociales, comedores y merenderos, que han realizado un incansable trabajo para ayudar a las personas que más lo necesitan. Cómo fue atravesar el invierno en un contexto de pandemia que empeoró la situación socioeconómica preexistente.
A días de finalizar el invierno, y con la pandemia como contexto, la situación económica de muchas personas se ha visto duramente agravada. En este marco, y con la solidaridad y la necesidad de ayudar al otro como bandera, es que muchas organizaciones sociales, comedores y merenderos siguen "de pie" pese a que también se vieron afectados. Algunas ya estaban, y otras han surgido en estos últimos dos años para aportar su grano de arena a este contexto.
El merendero "El ángel de la bicicleta" -barrio Matadero- comenzó a funcionar hace 3 años, cuando Romina Dominguez abrió las puertas de su casa para que los niños y niñas del barrio pudieran acceder a una merienda. "La idea surgió porque tengo un hijo de 7 años, y venía a tomar la merienda a casa con otros nenes y un día me encuentro con que tenía 14, 15 niños tomando la merienda en el comedor de casa", comentó su encargada en diálogo con El Popular. A partir de ese día, se dio cuenta de que tenía que hacer algo para que esos niños y niñas continuaran recibiendo la merienda, y así fue que comenzó a recibir donaciones, y el merendero comenzó a gestarse.
Actualmente son casi 40 los niños y niñas que asisten al merendero. Sin embargo, debido a la pandemia, Romina se ha visto imposibilitada a continuar recibiéndolos en el comedor de su casa, por las limitaciones de espacio. Antes los recibía 3 veces a la semana, ahora el merendero funciona a través de viandas. "Estuve en un estado depresivo porque sentía que me faltaba algo, que de un día para el otro no podía abrir las puertas y los nenes me venían a preguntar por qué, me costó mucho", se sinceró Dominguez, que extraña levantarse por las mañanas a cocinarles a los niños y niñas del barrio.
Además, agregó que ellos esperaban ansiosos que llegaran los lunes, miércoles y viernes para ir al merendero y hoy no lo pueden hacer. "Venían a casa a golpear y me decían "Romi, hoy haces la leche?". Es por esto que, Domínguez anhela que llegue la primavera para poder recibirlos nuevamente en el patio de su casa.
A Romina la mueven las incansables ganas de ayudar, y sin pedir nada a cambio. "Hay muchos niños que son de familias muy humildes, que no tienen trabajo fijo y a mi lo que me importa es que por lo menos se vayan con la panzita llena y saber que comieron algo antes de acostarse", argumentó.
Su próximo sueño y también el de los vecinos y vecinas del barrio, es lograr tener un espacio más grande donde funcione el merendero, y también se puedan realizar otro tipo de actividades recreativas. "Con el Municipio llegamos a un acuerdo, y nos van a dar un galpón que pertenecía al Mataderos Municipal, para poder acomodarlo y que funcione el merendero, pero necesita ser reacondicionado". Por eso le pide a la comunidad ayuda con donaciones de bloques, pintura, ventanas, y todo lo que pueda ser de uso para restaurar el lugar. "Quiero que tengamos el merendero en ese espacio para que los chicos no anden en la calle y podamos ofrecerles distintas actividades y que ellos estén ahí adentro seguros", finalizó Dominguez, que no bajará los brazos en su lucha.
13 años de Red Solidaria
Ramón Leguizamón, el referente de Red Solidaria realizó un análisis general de la situación económica actual en la ciudad y de cómo atravesaron el invierno. "Veníamos asistiendo alrededor de 320 familias y actualmente asistimos a 470", número que se ha incrementado los últimos dos años debido a los efectos económicos que provocó la pandemia.
En este marco, informó que entre esas familias, hay alrededor de 3 que se encuentran en situación de calle, y también 5 ó 6 adolescentes y adultos que no poseen un lugar permanente para vivir. "Tratamos de asistirlos con ropa, calzados, alimentos, todo lo que podamos conseguir", agregó Leguizamón. Y esto lo relacionó con la situación habitacional de Olavarría, la cual definió como "crítica", y agregó que "mucha gente se quedó en la calle por no poder pagar su alquiler y eso se le va a complicar a muchas familias".
Hace unos meses, Red Solidaria, que cuenta con 8 integrantes, lanzó la campaña "Abrigate" para juntar frazadas, colchones, ropa y todo lo necesario para suavizar los efectos del invierno de las personas que más lo necesitan. Sin embargo, Leguizamón manifestó que no han tenido tantas donaciones como años anteriores y les ha sido difícil atravesar estos meses.
En este marco, también comentó que no reciben ningún tipo de ayuda del Municipio, pero que quizás ahora, que es época de elecciones es probable que se acerquen. "Sería bueno, a nosotros no nos importa que es lo que están haciendo pero sí poder asistir a las familias, no me importa que sea el político que está ahora de guardia o el que viene".
Lo cierto es que ya hace 13 años que Red Solidaria está en pie, y lo hace por el simple y genuino objetivo de ayudar al otro, aunque las circunstancias no siempre sean las mejores. Actualmente, en conjunto con la liga de Colonias y Cerros, crearon un proyecto denominado "Águilas blancas" que integra equipos de fútbol femeninos y masculinos. "Para incluirlos en el deporte, y para sacarlos de la calle y de las drogas también".
"Obrar", una organización que se gestó en pandemia
La situación crítica antes mencionada ha hecho que, así como las organizaciones y merenderos han tratado de subsistir y atravesar este contexto de crisis económica en pandemia, nuevas organizaciones han surgido para unirse a la causa.
"Obrar" tuvo su nacimiento en otoño del corriente año. "La situación de pandemia dejó aún más en evidencia las disparidades sociales y económicas ya existentes, y fue determinante para que Obrar pasara de ser una intención a una realidad", explicó Paula Ferrari, una de sus referentes. El nombre, "simboliza nuestra intención de ayudar a construir una sociedad mejor", agregó.
Esta organización está formada por un grupo de ciudadanos olavarrienses, que, conscientes de la situación actual, decidieron tomar la iniciativa y ayudar a los sectores más carenciados de la ciudad. "La motivación principal fue acercar abrigo y alimentos a las instituciones que vienen trabajando en nuestra ciudad, a agrupaciones solidarias como Cáritas, y a través de acciones puntuales como colectas y donaciones de dinero", expresó Ferrari.
En estos meses, ya realizaron algunas campañas, para las cuales pidieron donaciones de alimentos, abrigos, frazadas, entre otras cosas, y según su referente, la comunidad respondió "con prontitud y generosidad".
Actualmente se encuentran realizando una campaña de alimentos, ropa y frazadas para "Cáritas Lourdes", con la intención de aliviar el trabajo de esta entidad solidaria. "Insistimos en pedirle a la gente pequeñas donaciones, que al realizar la compra de supermercado se acuerden de obrar y colaboren con un alimento, la suma de voluntades realmente hace la diferencia", finalizó Paula Ferrari.