Allí, en un terreno lindero a la Escuela, comenzó a escribirse la historia de esta obra levantada entre vecinos que se agruparon bajo este objetivo común y que contaron con el apoyo de la comunidad, empresarios y comerciantes.

Gran parte de la obra ya está terminada y se logró poner "en orden" cuestiones administrativas de la escuela que atiende a personas con discapacidad intelectual. El actual contexto no es sencillo, "pero nos toca a todos y nosotros vamos a tratar de que este proyecto siga adelante", dice Alejandro Gasperini, quien preside la asociación civil "Piensa en mí como persona".

Entre las metas cumplidas en los últimos 5 años, desde el Centro Laboral se destaca el haber podido regularizar la situación institucional en todos los órdenes, que incluso permitió que una de sus docentes pudiera acceder a su jubilación después de años de gestiones.

Se gestionó y obtuvo recursos municipales, provinciales y nacionales, de empresas, comercios y particulares "que se sumaron a la Causa Calcuta", una iniciativa que ya supera los 5 millones de pesos.

Por otra parte, se dio un paso fundamental para esta obra y que fue la creación de la asociación civil "Piensa en mí como persona", que se encargará de la administración y regirá los destinos no solamente del Centro Laboral sino que se sumará el Hogar de Residencia y luego el Centro de Día (que permitirá que los alumnos egresen del Centro).

Además, se llegó a la parte final de la construcción del Hogar y la refacción del Centro Laboral para adaptarlo a las nuevas exigencias de seguridad.

La iniciativa nació el 21 de agosto de 2015, "cuando se decidió conformar un grupo que superó un montón de adversidades, que se hizo fuerte en las diferencias, que habló cuando tuvo que hablar, que calló cuando fue necesario. Pero que siempre pudo poner como faro el gran objetivo: Servir, dar", cuentan en su página de Facebook quienes integran este grupo humano que se puso al hombro la propuesta.

"En este lustro se demostró que cuando hay un objetivo común y todos nos encolumnamos tras él, una comunidad que quiere, puede. Recibimos mucha, muchísima ayuda pero fuimos por ella, horas y horas trabajando, pensando, gestionando para poder mostrar, reclamar y pedir", aseguran.

Una tarea que continúa

Pasaron cinco años desde que la psicopedagoga Carolina Langiano (una de las impulsoras del proyecto) tomó la palabra para contarle a este Diario la necesidad imperiosa de poder tener este Hogar que hiciera de contención a quienes pasaran por el Centro Laboral y que no contaran con familiares que pudieran cuidarlos.

En aquella oportunidad, estuvo acompañada por Sofía Fonseca (madre de Alberto, uno de los alumnos del Centro Laboral).

Desde aquel entonces, el proyecto tuvo importantes avances. La mayor parte de la obra del hogar levantada en un terreno lindero al Centro Laboral ya está finalizada. Se trata de las dos habitaciones para dos personas y una tercera para cuatro personas. También está listo el living-comedor y la cocina. Resta ahora empezar a trabajar en la realización de una oficina para el director y el sector de enfermería que también incluirá una habitación.

En el Centro Laboral también se realizaron importantes reformas: "se pintó el edificio, se cambiaron las ventanas, se construyó un archivo, se instalaron puertas de seguridad, se cambiaron luminarias por LED, se arregló el patio y se pusieron veredas nuevas".

Mientras tanto, la asociación civil continúa con la campaña de socios con la intención de recaudar fondos en un contexto de emergencia sanitaria que impide la realización de eventos para recaudar fondos y sin los aportes del Bingo que otorgaba cuando estaba en funcionamiento.

Sin poder abrir sus puertas, la institución que funciona en Loma Negra debe afrontar unos 60 mil pesos mensuales de costos fijos, entre los que figura el pago de sueldos y cargas sociales. Así, a principios de junio abrieron una cuenta bancaria y ya consiguieron más de 200 asociados.

La iniciativa de reunir socios se implementó hace dos años y era puerta a puerta. Ahora, en medio de la pandemia se impulsó la apertura de una cuenta bancaria en el Banco Provincia, lo que posibilitó que se asociara gente no solo de Loma Negra, sino también de Olavarría y de otras localidades.

Aportan $50 mensuales o $500 por única vez en el año. Y se sumaron a los 170 socios con los que contaba la institución antes de la pandemia.

A pesar de un contexto actual "desfavorable", la tarea de continuar con este sueño sigue en pie como hace cinco años, pensando en un 2021 donde se podrán retomar al ciento por ciento las actividades.