Con la esperanza como horizonte, vivencias y aprendizajes de quince meses de pandemia
Preocupaciones, temores y la añoranza de aquella normalidad perdida son sentimientos comunes. El asado los domingos, las reuniones con amigos, los cumpleaños y festejos, el abrazo con un colega o los aplausos del público. Guillermo Santellán, Karina Béttiga y Agustín Vernice cuentan sus experiencias en medio de un contexto que modificó hábitos y obligó a nuevas formas de socialización, pero que mantiene la esperanza con millones de vacunas que se aplican con enorme alegría.
Preocupaciones, temores y la añoranza de aquella normalidad perdida son sentimientos comunes: el asado los domingos, las reuniones con amigos, los cumpleaños y festejos, el abrazo con un colega o los aplausos del público.
El concejal del Frente de Todos Guillermo Santellán, la cantante Karina Béttiga y el palista Agustín Vernice cuentan sus experiencias en medio de una pandemia que modificó hábitos, llevó a reiventarse en algunos casos y obligó a nuevas formas de socialización. Si bien cada uno desde su lugar vive este contexto de manera diferente, todos coinciden en que esta situación debe dejar aprendizajes, y destacan la solidaridad, el cuidado por el otro y la unidad como puntos centrales que nos conviertan en una sociedad más fortalecida.
Desde el comienzo de la pandemia se registraron más de 3.700.000 casos de coronavirus en Argentina, de los cuales casi 77.000 fallecieron. Eso hace la diferencia entre aquel comienzo de la pandemia y cómo nos encuentra parados en la actualidad.
"Este 2021 no es igual al año pasado", dice Karina Béttiga. Más allá de la tristeza propia del camino recorrido, "ahora sabemos de qué se trata esto, conocemos cómo podemos cuidarnos y se está vacunando, eso da mucho alivio y un horizonte de salida que podemos imaginar más cercano".
Para Guillermo Santellán, "hay menos incertidumbre y más esperanza, con miles de vacunados en poco tiempo. Sabemos que estamos más cerca de poder terminar con esto, queda cuidarnos más que nunca en este último tramo, ser solidarios y estar unidos".
Cuando todo pase
Alejada de los escenarios desde marzo del 2020, Karina Béttiga se define como una artista sin mucha presencia en el mundo de la virtualidad, una alternativa que muchos de sus colegas decidieron impulsar con más fuerzas en estos tiempos de distanciamientos y confinamientos intermitentes.
Profesora de canto, apunta que en estos quince meses "hemos aprendido muchas cosas. En primer lugar que vivimos en una sociedad, que no somos solo nosotros y que está el otro, que es importante cuidarnos juntos".
El ámbito de la cultura y del espectáculo ha sido de los más afectados por este contexto. "Desde marzo del año pasado no hemos podido hacer nada. No soy de estar demasiado en las Redes y eso a veces es como alejarse también. Me encanta y disfruto de escuchar a otros, de hecho tengo alumnos que hacen los vivos pero yo no soy de hacerlo. Sí me he abocado recurrir a la virtualidad como profesora porque trabajo en la Escuela de Música y también en forma particular y he tenido clases presenciales por Zoom, tratando de adaptarme a esta realidad", cuenta a sus 42 años y con más de tres décadas y media de trayectoria.
Y así "como los artistas sufrimos esta situación, también la sufre la gente porque el público extraña ir a un espectáculo o a un evento, a una peña o a una fiesta. Creo que es mutuo". A pesar de ello, "soy muy consciente de la situación que estamos y entiendo que somos los últimos que vamos a poder compartir esos momentos de aquella normalidad que vivíamos. Ya va a llegar el momento de la música y de volver a compartir".
Mientras destaca al personal de salud, a quienes describe "como héroes en esta historia", la cantante destaca que en medio de épocas tan difíciles "hay que tratar siempre de salir adelante. Me duele la gente que no lo está pasando bien, pero hay que soñar con el momento en que todos podamos volver a esa etapa de mayor normalidad posible que tanto hablamos y estamos esperando".
Cuando todo esto pase, la artista se imagina disfrutando de lo que más extraña: "estar con mi familia más relajados, sin barbijos y con los abrazos de siempre,. Y volver a los ensayos porque desde el año pasado que no puedo estar con los chicos ensayando como lo hacíamos antes. Creo que hay que afrontar esto de la mejor manera posible y con la confianza de poder estar como antes".
Una experiencia difícil
Desde República Checa, donde se encuentra ahora Agustín Vernice -luego de competir en Hungría y a días de viajar hacia Portugal donde entrenará el último tramo previo a los Juegos Olímpicos- cuenta que "trato de adaptarme a esta situación inédita. Todos queremos volver a la normalidad, pero trato de seguir adelante como todo el mundo, cuidándome y cuidando a los que me rodean. Acá se trata de ser responsable uno mismo, más allá de las restricciones que haya".
Deportista de alto rendimiento, Vernive transitó largas semanas sin estar en el agua cuando los primeros casos llegaban a la Argentina y las noticias de lo que sucedía en el mundo encendían preocupantes alarmas.
"Es un momento especial para nosotros que pasamos solamente una semana y media o a lo sumo dos sin entrenamiento en todo el año", asume.
Cuenta que "si bien los juegos olímpicos estaban postergados, siempre quise estar preparado de la mejor forma así que al principio entendí la situación y el contexto en el que estábamos, pero a medida que pasaron los días y que muchas actividades se realizaban iba perdiendo un poco la paciencia, sobre todo considerando que el deporte que practico no implica ningún riesgo ni para mi salud ni para el resto de las personas".
Entrenó en Tigre y algunas semanas en Olavarría. En diciembre y enero estuvo en Tafí del Valle; pero fue en Julio que previo a viajar a San Miguel de Tucumán se testeó y dio positivo de Covid. Se enteró de ese resultado cuando llegó a destino y "me tuvieron 14 días en una habitación de terapia intensiva, por más que no tuviera síntomas. La verdad que fue una situación complicada para mi", cuenta al tiempo que destaca la atención médica, sobre todo desde lo humano.
"Las expectativas eran ir a entrenar con el equipo nacional y recuperar el rendimiento que se perdió en ese tiempo que estuve parado, pero de pronto estaba en una habitación de una clínica y sin ningún tipo de síntomas. Fue una lástima y la verdad que también fue una pérdida de recursos".
"Nadie se salva solo"
Presidente del Interbloque de concejales del Frente de Todos, Guillermo Santellán destaca el aprendizaje que deja la pandemia. "Dejar a un lado el individualismo, aprender que la forma de relacionarnos es cuidándonos y cuidando a los demás, y que nadie se salva solo, este es el mensaje que debemos tomar de esta situación tan trágica".
Presidente del Interbloque de concejales del Frente de Todos y surgido del ámbito gremial, Santellán también está al frente de la obra social de los empleados de comercio. Personal esencial, no experimentó el freno total de su actividad aún en la cuarentena más estricta, pero tuvo que reinventar su modo de trabajo en un contexto que tuvo intermitencias de presencialidad y virtualidad.
"Toda esta situación es muy difícil, pero siento la obligación de ser optimista", dice. Desde su rol de presidente del Interbloque del Frente de Todos, cuenta que el trabajo nunca se interrumpió y una de las principales tareas siempre fue "aportar y colaborar sobre todo con aquellas familias más vulnerables a través de programas como la tarjeta Alimentar o llevando adelante el Plan Detectar impulsado en nuestra ciudad desde la Provincia".
De todo lo vivido, "el mayor impacto que me ocasionó la pandemia a nivel personal es la imposibilidad de estar con nuestros seres queridos", expone desde su rol de padre de dos hijos que cursan sus estudios universitarios en La Plata y que han tenido que pasar largo tiempo sin las visitas habituales de aquellos tiempos de pre-pandemia.
Para Guillermo Santellán, el horizonte está más cerca. "Más allá de lo difícil de toda esta situación, creo que hay más esperanza".
En el ámbito político, "en 2019 llegamos de una situación muy grave desde lo social. Veníamos de cuatro años de proceso de desintegración de las estructuras estatales que tienden a contener universalmente a todos los vecinos. Desde el primer momento trabajamos por eso y desde los gobiernos nacional y provincial se pudieron contener situaciones sociales que incluso estaban latentes antes de la pandemia. Este es un contexto muy especial, pero ha habido un enorme trabajo tiende hacia un camino de recuperación en Argentina".