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El precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos, Axel Kicillof, pasó ayer por Olavarría y presidió un acto en el Club El Fortín, cuyas instalaciones fueron completamente colmadas por un público dominado por una euforia triunfalista que hacía mucho tiempo que no exhibía el peronismo local.

El ex ministro de Economía y el concejal Federico Aguilera, también precandidato a intendente, fueron los únicos oradores y sus discursos fueron ovacionados calurosamente por varios centenares de personas.

Dirigentes del club estimaron que la concurrencia era de alrededor de dos mil quinientas personas, una cifra poco habitual para actos políticos en estos tiempos escépticos.

Las presencias políticas destacadas fueron las de Andrés "Cuervo" Larroque, el intendente de Bolívar, Marcos Pisano, y el diputado provincial César Valicenti, además de dirigentes sindicales y unos cuantos dirigentes históricos del PJ.

Previamente hubo una conferencia de prensa en la que Kicillof reiteró críticas a la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal y también a Mauricio Macri, especialmente en lo vinculado con el trabajo, la educación y la salud, que son precisamente las áreas en las que el pone el acento en su plataforma electoral.

Entre otras cosas, recordó la promesa presidencial de "construir tres mil jardines de infantes, mil cuatrocientos en la Provincia. Y construyeron en total sesenta", además de alguno al que dejaron directamente sin funcionar.

Kicillof sostuvo que Vidal "le declaró la guerra santa a los docentes" , además de los problemas de la educación primaria, de la secundaria y de la educación técnica y señaló que en su reunión con catorce rectores de universidades nacionales ubicadas en la provincia de Buenos Aires le plantearon que lo único que habían obtenido de la Provincia era "indiferencia y puertas permanentemente cerradas".

También habló de una frase del presidente Mauricio Macri, quien había criticado de alguna manera la entrega de computadoras a alumnos de escuelas públicas cuando en algunas no había Internet y dijo que habría que preguntarle a los chicos si preferían tener una computadora o no aunque el establecimiento no tuviera Internet. Agregó que ahora "no tienen la computadora y tampoco Internet".

Luego fustigó con dureza la gestión económica provincial y precisó que la deuda pasó de nueve a doce mil millones de dólares y que alguien podría decir que no se incrementó tanto pero "es el treinta por ciento", además del hecho de que por la devaluación lo que creció notoriamente fue la deuda en pesos, ya que "se multiplicó por cuatro", por lo que si alguien dice que eso no es mucho "no es de otro distrito, es de otro planeta".

Atacó además algunas de las curiosas definiciones de María Eugenia Vidal, como cuando minimizó la cuestión del desempleo asegurando que en parte eso se debía al crecimiento poblacional enfatizando que "si hay más gente que quiere trabajar eso es desempleo. Con este Gobierno cierran 143 pymes por mes. Ese es un número muy triste".

Añadió que eso "es algo que no te puede pasar" (a un gobierno) y que hay que tener los "reflejos" para salir al cruce de los problemas antes de que estallen. Recordó que un empresario de Azul le había dicho que para descontar un cheque cobran intereses excesivamente altos, algo que la Provincia podrían evitar porque tiene un banco propio. También cuestionó que durante un par de años estuvo acéfalo el Ministerio de la Producción y sostuvo que la administración provincial no utiliza las herramientas que tiene a su alcance para intentar paliar la crisis económica.

Además dijo que la estimación de Vidal de que la pobreza es en la actualidad igual que en 2015 no se sostiene si una mira la realidad.

A pesar de la demora en iniciarse el acto la gente no parecía haber perdido su empuje y la ovación que recibieron tanto Federico Aguilera como Axel Kicillof al subir al escenario fue estruendosa.

Aguilera inició su discurso recordando que el camino que los llevó hasta esta situación en la que evidentemente se sienten con chances serias de ganar la Municipalidad se inició también en El Fortín durante la celebración del Día de la Lealtad.

Para él allí "se terminó de consolidar y cristalizar este frente político que se presenta como real alternativa a las políticas de Cambiemos" ante la presencia de un público de setecientas personas, bastantes menos de las que había anoche.

El público aprobó ruidosamente en el momento en que Aguilera sostuvo a gritos que "en este municipio hace falta un intendente peronista". Hizo un juego de palabras al asegurar que en las "PASO vamos a dar el primer paso para concretar este sueño".

Las risas estallaron cuando Federico Aguilera comenzó a elogiar a Kicillof diciendo que era "un caminador, un trabajador" y una voz femenina gritó que era "un bombón asesino".

Agregó que "Axel puede caminar la provincia sin guardaespaldas, sin vallado, sin gendarmería, sin policía, cómo los dirigentes de este gobierno ya no pueden hacer".

A la hora de las promesas, el precandidato a intendente reiteró sus intenciones de llevar adelante un programa de viviendas e insistió con uno de sus caballitos de batalla:la reapertura del matadero.

A la hora de ensalzar la unidad remarcó que "la militancia debe entender lo que entendió la dirigencia, las diferencias secundarias, personales, de nada valen cuando la patria está en juego" e instó " a militar todos los días y convencer a los indecisos. Escuchar y charlar, contar que tenemos otro camino para ofrecer".

Por su parte, Axel Kicillof también apeló a la memoria para recordar un acto celebrado en Olavarría en 2017, cuando a él lo habían prevenido de que en esta ciudad "el peronismo estaba complicado", como para que no esperara demasiada gente, pero que se encontró con muchos más de los que preveía. Y todos, dijo, pedían la unidad.

Al entrar directamente en la actualidad habló de charlas con empresarios, comerciantes, profesionales y que "estar fuerte, preparado, porque lo que escucha de los empresarios pequeños y medianos, comerciantes, profesionales, productores son todas pálidas y malas noticias". Además señaló que el panorama que se ve en Olavarría, con cierres de empresas y comercios, despidos, es el mismo que se observa en el resto del territorio provincial.

Arremetió entonces con la visión de la realidad que intenta imponer el Gobierno, asegurando que "nos quieren convencer de que es culpa nuestra, que no es responsabilidad de su política económica nacional y provincial. Nos quieren convencer de que es culpa nuestra, que no es responsabilidad de su política económica nacional y provincial".

Como para justificar el triunfalismo que se advertía en el público subrayó que "hay un pueblo que no se dejó mentir, ni engañar, ni creer, sino que sabe quiénes son los responsables" antes de apelar a uno de los íconos peronistas, Evita, de la que recordó que dijo que "donde hay una necesidad nace un derecho" añadiendo que "donde hay un derecho debe haber un Estado presente".

Sobre el final aseguró que "se va a despertar el gigante de la Provincia" en referencia al peronismo y remató diciendo que "en agosto y octubre vamos a cerrar este capítulo tremendo de la historia Argentina".