Con el inicio del año y luego de transcurrida la segunda ola comenzó un crecimiento de la actividad producto de inversiones públicas a través de obras de infraestructura y créditos hipotecarios a la que se suma la inversión privada que también mostro indicadores positivos en la construcción acompañando el repunte. Prueba de ello, en los últimos tres meses los despachos totales de cemento superaron las 1,1 millón de toneladas, con un aculado mayor al 23% respecto al mismo periodo de 2020 y con expectativas de superar en el acumulado anual los niveles de pre pandemia de 2019. (Fuente AFCP)

El partido de Azul encuentra en estos ciclos virtuosos una fuerte demanda en especialidades que no pueden ser cubiertas. ¿Cómo es posible que esto ocurra en un partido en donde el empleo no es lo que abunda?.

En la característica cíclica de la actividad y en los pocos lugares que incentiven la capacitación y formación pueden encontrarse alguna de las respuestas. Respecto de esto último las escuelas técnicas y los centros de formación profesional hacen un trabajo silencioso desde hace muchos años. Se suman también gremios afines, que brindan anualmente capacitaciones para sus afiliados.

Más allá de los diagnósticos, lo cierto es que además de las profesiones históricas de la construcción, como albañilería, instaladores de agua, gas, cloacas, electricidad, operadores y mecánicos de máquinas viales y de canteras; comienzan a surgir demandas ligadas a nuevas tecnologías y sistemas constructivos.

Por tanto estas líneas buscan ser un disparador para que la sociedad de Azul y la región ponga foco en avizorar especialidades que tendrán que ser cubiertas con oferta local y que pueden abrir oportunidades para las y los jóvenes que buscan quedarse en su lugar de arraigo o bien por quienes buscan cambiar su actividad.

La construcción en seco a partir de sistemas como stell frame o wood frame (acero u madera respectivamente) llegaron para quedarse y requerirán especialistas no solo en el montaje, sino también en futuras tareas de mantenimiento.

Empujan también, con impronta no sólo económica sino también ambiental, fuentes solares de energía para el hogar y calentadores de agua solares. Se suma un auge de la climatización por calderas para el hogar y hasta para piscinas, un poco más accesibles que en otros tiempos en donde tenían costos altos de adquisición y montaje.

La lista es muy larga y puede seguir con nuevos productos para revestimiento de frentes, dibujantes de documentos de obra, técnicos en seguridad e higiene, etc.

Estas nuevas tecnologías y las nuevas forma de abordar los procesos constructivos de la industria demandaran claramente mucha mano de obra calificada en las próximas décadas que ojalá pueda ser canalizada con fuentes laborales locales.

Nota: Gustavo Javier Vitale, Ing. Civil y en Vías de Comunicación (UNLP). E-mail: gustavojvitale@gmail.com.