Efectivamente, a dos años de haber sacado el crédito está debiendo un capital de 2.500.000 pesos y de pagar una cuota de 16 mil pesos en 2018, hoy debería abonar una de 53 mil pesos. "Lo que me pasó a mi es lo mismo que le pasó a todos los que en el país creyeron en estos créditos", simplificó. "Mi caso es el de muchos. Yo no lo saqué a ciegas, sino que hice las cuentas, y como estaban atados a la inflación, me fijé en el presupuesto en la que estaba calculada para ese año que era del 14 por ciento y al final resultó ser de 48 por ciento".

El resultado fue que en dos años le aumentó tanto el capital como la cuota un "400 por ciento, mientras yo mantuve el mismo salario pese a la inflación enorme que tuvimos que sufrir".

Lo mismo, o un caso parecido el que contó Perla Figueroa, antes Bruno Ferrante y tantos otros que creyeron en la palabra de quienes gobiernan. Los créditos UVA terminaron siendo usurarios, una especie de repetición de aquella circular tan tristemente famosa como la 1050 durante la gestión de Alfredo Martínez de Hoz, pero tampoco este gobierno ha hecho algo para remedar la trampa en la que cayeron más de 100 mil familias argentinas al sacar tales préstamos para poder comprar su propia casa.

Estado sin

continuidad

jurídica

"Nosotros no apostamos a ningún gobierno, yo solo miré los datos de la inflación, mis posibilidades, pero jamás imaginé que se vendría este descalabro inflacionario. Continuó este gobierno que siguió con lo mismos. Nosotros no estamos buscando subsidios, sino que queremos dialogar para reestructurar nuestros créditos porque a mitad de año nos podemos quedar sin nuestra casa. Queremos pagar pero que nos reestructuren la deuda".

Recordó que en el momento en el que sacó el crédito, "ganaba 60 mil pesos, pero mi sueldo no creció, al contrario, el año pasado cayó. Conozco otro caso, el de una señora que cobra 50 mil pesos de jubilación y debería pagar 38 mil pesos de cuota. Ahora, pregunto ¿cómo hace para vivir con 12 mil pesos?. Todos queremos pagar pero no esto porque no es lo que decían que iba a pasar, y el Estado es responsable de todo lo que pasó. Por lo tanto, como los créditos fueron creados por ley, también queremos otra ley que fije otras reglas de juego para quienes lo sacamos".

El tema ha pasado a ser de obligación política para el Gobierno porque, como dijo Fabián, "el Senado nos invitó a participar en una sesión de economía para que les digamos lo que estaba pasando y porque hay una gran cantidad de damnificados".

En tanto, la referente de los autoconvocados por los créditos UVA, Perla Figueroa, se refirió al comunicado publicado por su organismo que dice: "el gobierno nacional, a través del Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, anunció que a partir del mes próximo las cuotas de los créditos hipotecarios otorgados en UVA y que ajustan por inflación, no podrán superar el 35 % de los ingresos del tomador del crédito". También sostuvo que "el Banco de la Nación Argentina como el Banco de la Provincia de Buenos Aires subsidiarán el monto que supere dicho porcentaje y que sólo los créditos otorgados por el Banco Hipotecario Nacional dentro del programa Procrear UVA, pasarán a actualizarse también a partir de Junio por la Fórmula Hogar".

Subsidios

para bancos

Para Perla Figueroa, "las medidas anunciadas no atacan el problema de fondo que es el sobre endeudamiento debido a la indexación del capital por inflación que padecemos los tomadores de créditos hipotecarios en UVA", y luego, refiriéndose siempre al comunicado, señaló que "el limite del 35 % de afectación del ingreso ya estaba incluido en el DNU 767/2020 art.4, el que finalizará en junio 2022", tras lo cual advirtió que "el Ministro no aportó precisiones si lo que se modifica es que el tope se mantendrá durante toda la vigencia del crédito, ni lo que sucederá con aquellos que tomaron sus créditos en entidades privadas. ¿Deberán negociar directamente con los bancos? De ser así, es un verdadero dislate.

Al hablar de subsidio, el ministro alude a que el hipotecado se vería beneficiado ya que no pagaría las sumas que superen el 35 % de sus ingresos. Eso es capcioso. No se puede hablar de subsidio en el marco de un crédito que ajusta por inflación más una tasa de interés que va desde el 3,5% hasta el 10 o 12 %. En la práctica, ello implica que todo el riesgo inflacionario es absorbido por el deudor y el banco a su vez se cubre del impuesto inflacionario con una tasa de interés que a todas luces resulta exorbitante".

El comunicado sostiene que "el subsidio será para el sistema financiero que se asegura que el Estado no corrija una política pública de vivienda que nació durante la administración Macri, y no para el tomador final del crédito. Los bancos se aseguran cobrar sus créditos indexados sin asumir ningún riesgo.

En última instancia el deudor hipotecario, seguirá viendo como su capital se indexa mes a mes por efecto de la inflación lo que provoca que al finalizar el crédito haya pagado sumas que resultan imposible de mensurar. En ese marco no se puede hablar de subsidio. Es necesario aclarar que, al calificar al tomador del crédito para otorgarle o no el préstamo, los bancos establecían que la relación cuota ingreso no podía superar el 25 %. Ese umbral era el límite que fijaba el sistema financiero para obtener un crédito. Ahora el gobierno –a través del BCRA-, dispuso incrementarlo en 10 puntos porcentuales. Es indudable que no se tomó en cuenta la realidad acuciante de los hipotecados y que en cambio se priorizó el interés del sistema financiero. De otra manera no se entiende cómo se puede anunciar una medida de este tipo y presentarla como algo beneficioso para el deudor".