Los investigadores creían que este descubrimiento podría llevar a tratamientos más dirigidos para el dolor del sindrome de intestino irritable. Y de hecho, en 2018, los miembros del equipo inicial publicaron un estudio que informaba que habían encontrado una forma de bloquear la señal de dolor en las pruebas con ratones usando esto.

También en 2018, investigadores de la Universidad de Queensland y del Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental analizaron las propiedades terapéuticas de un péptido presente en el veneno de araña. Para este estudio, primero revisaron 28 arañas y concluyeron en el veneno de la tarántula de Pinkfoot Goliat o del apophysis venezolana de Theraphosa. Esta araña tiene un tramo-envergadura de hasta 30 centímetros.

Después de estudiar la composición de los péptidos el profesor Lewis, a cargo del trabajo, expresó: "ahora tenemos una comprensión realmente fuerte de la estructura y de la función de estos péptidos del veneno de la araña. Los altamente selectivos tienen potencial como tratamientos para el dolor, mientras que otros son útiles como nuevas herramientas de la investigación para permitir que entendamos los impulsores subyacentes del dolor".