Desde la "La Máxima" advierten sobre aves exóticas en Olavarría
El Estornino Pinto (Sturnus vulgaris) es un ave aún no muy conocida entre el común de la gente, que amenaza con transformarse -por los pergaminos que posee- en un verdadero problema para el ambiente.
De mediano tamaño, mide aproximadamente 20 centímetros y pesa alrededor de 100 gramos, se trata de una especie del orden de los paseriformes, de la familia de los estornidos (Sturnidae). También llamado Starling, nativa de Europa, Asia y norte de África, es considerada una de las especies invasoras con mayor éxito colonizador y más perjudiciales del mundo.
Es importante conocer al animal con la finalidad de ir evaluando su avance en el partido y la región: su plumaje es negro con muchos reflejos y brillos de tonos violetas y verdosos, con matices metálicos muy llamativos, pero su seña que lo identifica -y lo hace aún más interesante- es la enorme cantidad de puntos blanquecinos que predominan en su plumaje, sobre todo en invierno, de ahí su nombre "pinto". Existen muy pocas diferencias entre el macho y la hembra, mientras que los juveniles son de tonos castaños y marrones.
Aprovechan todo tipo de recurso alimentario, ya que es un animal muy oportunista, con una dieta omnívora que come granos, insectos, frutas e incluso basura. Son bastante agresivos, compiten con la fauna autóctona por la comida y los sitios para anidar como árboles, edificios y otras estructuras.
Pone cuatro o cinco huevos de color azul claro, que incuban ambos progenitores y presentan una o dos puestas cada año, lo que hace duplicar su población en cada temporada. Es un ave gregaria, la mayor parte del año su hábitat varía desde los bosques abiertos hasta ciudades densamente pobladas, es capaz de adquirir hábitos para explotar nuevos nichos, en cualquier ambiente que sea.
Posee un canto ensordecedor, sobre todo cuando constituyen perchas comunitarias o cuando forman bandadas, una apretada formación geométrica, conocida como "murmuración", con un vuelo muy peculiar lo hacen de manera uniforme y sincronizada.
En Argentina fue registrada por primera vez en el año 1987, de la mano de vendedores de animales exóticos, quienes al no poder ubicar los casales en el mercado, los liberaron y al no tener estos predadores naturales se han incrementado muy rápidamente.
Suelen generar molestias cuando las bandadas pernoctan en cables, postes o árboles urbanos, por el volumen del ruido y los excrementos que producen, haciendo que el aire se vuelva irrespirable y el olor nauseabundo.
En caso de detectar un Estornino Pinto, se recomienda a la comunidad acercarlo al Bioparque Municipal "La Máxima".