"La semana que viene el pan sube de 280 a 300 pesos el kilo", anunció el martes último Daniel Ottino, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Olavarría (CIPO). El aumento se aplicará a partir de la semana próxima y, de este modo, el pan habrá aumentado alrededor de un 35 por ciento en los últimos 10 días si se tiene en cuenta que la semana pasada ya se había aplicado una suba del 15 por ciento, cuando el producto pasó a costar entre 230 y 250 pesos. (ver recuadro)

En ese Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (Fippba), se refirió al contexto en el cual la harina sufrió un incremento del 100 por ciento en los últimos dos meses.

El industrial panadero explicó que "tres días antes de que se declara la guerra teníamos un precio de harina de 1.150 a 1.250 pesos el kilo, aproximadamente, de bolsa de 25 kilos de harina de calidad 000. Una vez que se declaró la guerra, el trigo tomó precios inalcanzables porque el precio del trigo es un commoditie y está sujeto a valores internacionales".

Como consecuencia de la guerra, "hoy tenés de 2.000 a 2.500 pesos la bolsa de harina, según el molino, según la percepción de impuestos, influye todo", aseguró.

Esa circunstancia influyó para que el aprovisionamiento de harina se volviera irregular. "Tenemos entregas atrasadas, que te entregan parte de lo que has pedido, tenés molinos que ya a partir del lunes van a entregar una nueva lista de precios porque se modifican todas las semanas. Esto toda la incertidumbre que vive la industria panaderil".

En la actualidad, en el mercado de la harina "Ucrania y Rusia son dos de los proveedores más grandes del mundo". En ese sentido, Santoandré advirtió que "mientras las autoridades no tomen cartas en el asunto y de una vez por todas se cuide el mercado interno, esto va a seguir ocurriendo siempre".

Por estos días "porque es desgraciadamente y es lamentable que estemos viviendo una guerra mundial". Sin embargo, "cuando no es la guerra, es la sequía, es la lluvia, es el aumento de la divisa extranjera; acá lo que hay que cuidar es el mercado interno, que esté acorde a la situación y a las circunstancias y no que esté acoplado al precio internacional".

El dirigente reclamó que "tenemos que desacoplar los precios como se hizo ahora con el paquete de kilo (de harina) y con los fideos. Estamos con el Secretario de Comercio (Roberto Feletti) está trabajando en eso y nos pidió un cuarto intermedio hasta el día miércoles de la semana que viene para ver si podía haber alguna solución porque si no lamentablemente la industria panadería va muy mal".

En definitiva, consideró que un fideicomiso como el anunciado podría descomprimir la situación. "Todo lo que sea para que el pan no siga aumentando es favorable porque no nos olvidemos que también vienen aumentos de servicios, vamos a tener a fin de mes o principio del que viene paritarias 22-23; todo va a incidir en lo que es el precio de un alimento como lo es el pan".

Asimismo, "también queremos que si se trata lo del fideicomiso por lo menos asegurar que el cliente pueda adquirir sin ningún problema y no solamente el pan, sino todo lo que elabora una panadería".

De no mediar una intervención del gobierno, insinuó que "esperemos al miércoles, que el miércoles ya vamos a tener un panorama, y si no también las medidas que vamos a adoptar porque como industria, pymes o micropymes estamos padeciendo esto y a ver qué posible solución puede llegar a haber".

"Porque en la industria panaderil en gobiernos anteriores, la molinería tuvo subsidios, ahora el fideicomiso y para el panadero cuándo. Nunca hay nada y al panadero, nadie lo ve, es una pyme o una micropyme que también da mucha mano de obra directa e indirectamente y nunca tuvo ningún beneficio ni nada por el estilo y si en algún momento tiene alguna pequeña ganancia, lo vuelve a invertir porque el panadero siempre está innovando y quiere seguir trabajando en lo suyo", finalizó Raúl Santoandré.

"Es una locura"

En nuestra ciudad, Daniel Ottino, titular del Centro de Industriales Panaderos de Olavarría (CIPO), confirmó ayer a EL POPULAR Medios el nuevo aumento que se aplicará, el tercero de 2022, a sólo una semana de haber ajustado los precios.

En ese sentido, el dirigente explicó que durante este año, entre "el aumento de la mano de obra, con los bonos que hemos tenido que pagar y otros ajustes, nos ha representado más o menos un 20 por ciento" de incremento en sus costos fijos.

Sin embargo, el empresario remarcó que "además es importante el aumento que ha tenido la harina. A principios de año andaba alrededor de 1.080 pesos o 1.100 pesos, y hoy hay una variedad de precios pero anda alrededor de 2.150 ó 2.180 pesos".

En ese marco, Ottino señaló que "el aumento se va a aplicar desde la semana que viene. Muchos van a empezar a aumentar porque los valores se han ido muy arriba y no los podemos aguantar". De esa manera, resaltó que "estamos hablando de bolsas de 25 kilogramos, es decir que esta a casi 100 pesos el kilo de harina, que es una locura".

"Está la especulación de la molinería"

Raúl Santoandré, titular de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (Fippba), se refirió a un condimento importante en la suba del precio de la harina experimentada en los últimos días y desde ese punto de vista apuntó específicamente que "también está la especulación de la molinería".

En ese contexto, el dirigente aclaró que "nosotros, la Federación, hemos tomado de referencia 8 días que se ha comprado harina y veníamos fijándonos por pizarra a cuánto estaba el trigo. El trigo había aumentado en esos ocho días un 21,3 por ciento y la harina nos aumentó un 29 por ciento", sostuvo.

Por esa razón, consideró que "entonces quiere decir que había casi un 8 por ciento de diferencia, de especulación, donde la molinería nos estaría cobrando por arriba de lo que fue el precio de pizarra. Ahí te das cuenta de lo que ocurre con el mercado, siempre está la especulación".

De ese modo, apuntó que "el panadero, que es el último eslabón en la cadena de producción de este alimento tan esencial en la mesa de los argentinos, sufre la consecuencia y es quien le va a dar la cara al cliente, al vecino de todos los días, porque nosotros somos la cara visible", reflexionó Santoandré.

El tema de los aumentos que se aplican a la harina "muchas veces sale a la luz y muchas veces el panadero absorbe el precio cuando el aumento es pequeño, cuando es de materias primas, nada más. Pero en este caso del tema harina y a los valores que llegó es impresionante. Entonces tenemos estos valores y es imposible no trasladarlos a precios", advirtió.