Además, pretende prohibir la asociación de los alimentos que contengan algún sello de advertencia con deportistas, personajes infantiles y organizaciones científicas que los avalen.

Los puntos a

tener en cuenta

1- El proyecto persigue la obligatoriedad de rotular, de forma clara y explícita, los alimentos y bebidas para consumo humano informando acerca de nutrientes críticos y guiando al consumidor hacia opciones de compras más saludables.

2- El método propuesto es una etiqueta en forma de octágono negro, visible en el paquete del alimento o bebida a consumir, que informe sobre los excesos en grasas saturadas, grasas trans, azucares, que contiene.

3- Esa etiqueta deberá estar ubicada en el frente del alimento/bebida y su tamaño no puede ser menor al 5% del tamaño del envase.

4- La iniciativa busca contrarrestar el efecto positivo de ciertos mensajes de nutrición como, por ejemplo, el de "0 grasas trans" en la intención de compra a la vez que prohíbe el aval, a través del uso de figuras deportivas, asociaciones científicas o personajes infantiles, de productos que contengan algún sello de advertencia como en el caso de las bebidas alcohólicas.

5- En el caso de los productos con edulcorantes, el envase debe contener una leyenda que advierta visiblemente que contiene edulcorantes y no es recomendable su consumo en niños.

6- El texto exceptúa de la colocación de la etiqueta al azúcar común, sal de mesa, aceites vegetales y frutos secos.

7- La iniciativa se propone prevenir el sobrepeso y la obesidad. Según la Organización Panamericana de la Salud, en la Argentina, los tres factores de riesgo más asociados a la mortalidad son la hipertensión, la hiperglucemia en ayunas elevada y la obesidad, que provocan unas 140.000 muertes al año. De acuerdo a una estadística de 2015, la Argentina está en tercer lugar entre los países de Latinoamérica con mayor cantidad de ventas de ultraprocesados per cápita anuales.

8- El proyecto exige, también, el cumplimiento de los valores máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas totales y sodio establecidos según los límites del Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud.

9- El etiquetado actual no permite reconocer los productos que tienen exceso de azúcares, grasas y sodio, por lo que el proyecto, principalmente, se propone garantizar el derecho a la información para que el consumidor tenga más herramientas a la hora de elegir lo que consumirá y, por ende, a la salud, orientándolo hacia compras más saludables.

10- El proyecto no prohíbe ningún producto, sólo advierte sobre su calidad nutricional y da información al consumidor. Cuenta con el apoyo de diversas sociedades científicas que promueven el cuidado de la salud.