Por Selene de la Vega

Se llevó a cabo ayer a la tarde en la ciudad la movilización denominada "Oceanazo", que se ha replicado en todo el país, incluso en el exterior, en rechazo a la propuesta del gobierno nacional y la secretaría de Ambiente del gobierno provincial de poner en marcha una exploración petrolífera en las costas de la provincia de Buenos Aires, sobre el Atlántico. 

La explotación petrolífera consiste en la perforación y posterior extracción de este recurso natural. Sin embargo, a pesar de que actualmente el petróleo es muy utilizado, las consecuencias ambientales provocadas por este tipo de actividad productiva "son terribles", según advierten los manifestantes.

Edgardo Souza, de 40 años, se autoconvocó ayer a esta asamblea local junto a Matías, con quien asiste a este tipo de movilizaciones desde el 2020, cuando se generó un debate en contra del acuerdo porcino con China. Ambos se acercaron para reclamar que no se efectúe la explotación sobre el mar Argentino debido al daño que puede provocar sobre el territorio argentino.

Esta movilización que se replicó en todo el país, también contó con la solidaridad y apoyo de otros países, "por eso se llamó Oceanazo y no Atlanticazo como fue la primera", informó Souza a EL POPULAR.

El manifestante aseguró que una de las consecuencias que puede llegar a tener esta práctica sobre el medio ambiente "es un derrame de petróleo como ya ha ocurrido en Perú, Nigeria y Tailandia". Sin embargo, agregó que sin llegar a ese extremo, el impacto que puede generar sobre el ecosistema es dañino para la fauna y flora marina. 

Julieta, creadora de la página ecoactivista Arde el Bosque, señaló que algunas de estas consecuencias, parte de la contaminación de las costas a las que concurren la mayoría de los argentinos durante el verano, son la sordera y estrés que producen sobre los animales marinos que puede llevar a la muerte a miles de peces, delfines, entre otras especies.

Además de la destrucción principalmente de estos ecosistemas, aseguró que este desastre ambiental podría afectar tanto al turismo como a la economía de las personas de aquellas zonas en las que muchos se dedican a la pesca y venta de mariscos, e incluso aquellos negocios en los que solo se encuentran artículos de pesca. 

La activista hizo hincapié en el hecho de que los derrames de petróleo son irreversibles, y que este proyecto "sigue fomentando el uso de combustibles fósiles, lo que agrava el impacto del efecto invernadero".

Esto se suma al calentamiento global y a las olas de calor vividas durante el mes pasado en el país. 

"Si nuestros representantes políticos siguen apostando a este tipo de industrias, en vez de inclinarse hacia las energías sustentables vamos a seguir viviendo olas de calor y sequías cada vez peores", expresó con indignación Julieta.

Además agregó: "la crisis climática es una realidad, hay que luchar y exigir un cambio ahora porque no tenemos más tiempo". 

Souza expresó que desde estas pequeñas asambleas seguirán replicando a nivel local lo que sucede en otros puntos del país, sumándose a las luchas ambientales. Y agregó que el desafío actual es tratar las problemáticas locales y dejar de ver estos desastres ambientales como algo que solo sucede en otros lugares, "debemos encarar las problemáticas que atraviesan la ciudad, que son muchas"', declaró.

Finalmente señaló que con estas movilizaciones pretenden generar y propiciar "un espacio abierto para todas las personas que se sientan interpeladas, que tengan la intención de generar una mejora en nuestra calidad de vida y nuestro ambiente, para que sea una construcción colectiva y que este espacio pueda ser un lugar en el que esas voluntades se vean potenciadas". 

Matías, de 30 años, otro autoconvocado a la asamblea, señaló que en movilizaciones anteriores se han realizado distintas actividades como el despliegue de pegatinas sobre el piso de la Municipalidad, sin embargo por casos de Covid 19, la movilización de ayer fue solo un encuentro que contó con poca participación presencial.