"Papá se fue en paz y dignidad después de luchar como un campeón con un corazón noble y fuerte que lo acompañó hasta el fi nal. Siento orgullo y bendición por el padre que tuve. Sé que me acompañará todos los días de mi vida hasta que nos volvamos a encontrar en la casa del Señor", publicó ayer Cora Reutemann, su hija, en Twitter.

De esta forma, su hija anunció el fallecimiento del senador, exgobernador y expiloto de Fórmula 1, de 79 años, que estaba internado en terapia intensiva.

Aun cuando quedó en el umbral de ganar un Mundial de Fórmula 1, a tan solo un punto detrás del brasileño Nelson Piquet en 1981, Carlos Alberto Reutemann, un "campeón sin corona" como Stirling Moss, integra el podio de los máximos exponentes del automovilismo argentino a nivel mundial junto el balcarceño Juan Manuel Fangio, quíntuple monarca de la categoría reina, y el arrecifeño José Froilán González, también subcampeón.

Reutemann nació el 12 de abril de 1942, en Manucho, a 30 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, en una zona rural donde su padre Enrique y su madre Flora Molina se dedicaban a tareas agrícolas con herramientas rudimentarias de la época para arar los campos y plantar trigo. Ya a los doce años se trepaba al tractor y a duras penas llegaba a los pedales, pero se animaba a transitar con el armatoste en la tierra despareja para abrir los surcos con un vetusto arado a la espera de las semillas de maíz que sus padres esparcirían en esa tierra fértil.

De mozo y con la mente puesta en el automovilismo, pese al rechazo de sus padres a que corriera, se subió a un Fiat 1.500 cuatro puertas de Turismo Mejorado (hoy Turismo Nacional) en una carrera entre La Cumbre y Alturas de Punilla, el 30 de mayo de 1965. Aquella competencia la abandonó pero "Lole" se quedó con la sangre en el ojo y el 11 de julio de ese mismo año corrió su segunda prueba organizada por el Automóvil Club Argentino en Carlos Paz y ganó por primera vez.

Un año después se le animó a la Mecánica Argentina Fórmula Uno, y corrió con un De Tomaso-Fiat.

Corría el año 1968 cuando el santafesino le escribió una carta de puño y letra al mismísimo Oscar Gálvez, quíntuple campeón de Turismo Carretera, pidiéndole tripular un Ford Falcon del equipo oficial.

Gálvez, director de la escudería, lo convocó y quedó satisfecho con la prueba. Reutemann se subió al Falcon rojo y junto con el italo-argentino Carmelo Galbato dieron pelea a las liebres con motor Tornado de Eduardo Copello y Gastón Perkins, y al trueno Naranja de Carlos Pairetti, campeón de esa temporada.

El 28 de julio de 1968, ante un autódromo municipal (hoy Oscar y Juan Gálvez) que explotaba, Reutemann ganó una serie y salió cuarto en la final, y les mojó la oreja a históricos del TC como Carlos Pairetti, Juan Manuel Bordeu, Gastón Perkins, Carlos Marincovich, Eduardo Copello y Héctor Gradassi. Corrió sólo 14 competencias en el TC, y su mejor resultado fue un segundo puesto en el autódromo porteño, el 25 de mayo de 1969.

Ese mismo año comenzó en la Fórmula 2 con un BWA-Fiat, en una prueba en el autódromo de Buenos Aires, y después llegó el primer triunfo en el autódromo Oscar Cabalén de Alta Gracia, lo que le abrió las puertas para el sueño de viajar a Europa, ya que el ACA lo convocó para integrar su equipo de Fórmula 2 Europea.

El exmotociclista Benedicto Hugo Caldarella y Reutemann habían integrado el equipo del ACA en la Fórmula 2 de Argentina, y a comienzos de 1970 partieron a competir en la Fórmula 2. En 1971, Reutemann subió al podio en seis oportunidades: alcanzó el triunfo en Albi, Francia, con un BT36, y fue sub campeón del sueco Ronnie Peterson (March 712MCosworth), quien ganó cinco de las once pruebas del torneo. Ese año, en el Gran Premio de Argentina de Fórmula 1, en una carrera sin puntos, Reutemann se subió a un Mc Laren, tras lograr la "pole position", y culminó tercero del neozelandés Chris Amon (Matra), y el francés Henry Pescarolo (Williams). Pero no solo en monopostos a nivel mundial corrió Reutemann, ya que también lo hizo en el Mundial de Rally, y la primera incursión en el WRC coincidió con el debut de la prueba argentina en 1980, con un Fiat 131 Abarth con el que terminó tercero por caminos de Tucumán y Catamarca.

La segunda experiencia de Reutemann fue cuando ya estaba retirado, aunque con el talento intacto, repitió el tercer lugar con un Peugeot 205 Turbo 16 en Córdoba. "Lole" ya era una leyenda del automovilismo

argentino por sus 11 temporadas, 146 Grandes Premios, 12 victorias y 45 podios en la Fórmula 1.

Homenaje en el Senado

Senadores del oficialismo y de la oposición interrumpieron ayer a la tarde un plenario de comisiones en el que debatían un proyecto de ley sobre biocombustibles para homenajear con un minuto de silencio al fallecido senador del justicialismo Carlos Reutemann. Durante la reunión por videoconferencia, los senadores se enteraron del deceso del legislador y exgobernador de Santa Fe y rindieron un homenaje a quien fue compañero de bancada desde diciembre de 2015 por el interbloque de Cambiemos. El presidente del bloque del Frente de Todos, José Mayans, pidió la palabra. "Quiero pedir un minuto de silencio porque nos acabamos de enterar la noticia del fallecimiento del senador Reutemann, así que quisiera hacer un homenaje a esta gran persona que ha trabajado con nosotros", expresó Mayans. DIB / TÉLAM