El arte de dibujar sonrisas
Diego empezó a dibujarlas cuando esos retratos eran incipientes. Son solicitadas por sus clientes para utilizar como carta de presentación de sus perfiles o para difundir sus trabajos de otro modo, con otra técnica.
"Lo que hago es dibujo humorístico. Es lo que más me llama la atención. Puedo hacer caricaturas más o menos trabajadas, hacer diseño tipo viñetas. Me gusta jugar con las herramientas que tenga en ese momento", explica y a ello le añade que para retratar, a su modo, a alguien debe estudiar bien sus rasgos y sus gustos o intereses para que sea lo más fiel posible.
Caricaturas incipientes
Si bien la historia de la caricatura data del siglo XVI en Europa, no fueron ilustraciones que se hicieran normalmente hasta fines de siglo XIX. En Olavarría con personajes como el Cholo Teuly la caricatura apareció de a poco y fue ganando risas de quienes veían en rostros de personas conocidas, una interpretación donde sus rasgos estaban exagerados para causar humor.
"En realidad no hay tantos porque no es un arte tan repetido", asegura Diego y además reconoce que siempre le resulta más sencillo estudiar personas y rostros para caricaturizar y no dibujar de modo "libre", "por eso me cuesta ponerme a dibujar como hobby algo que no representa a alguien. Si no tengo el incentivo de que estoy haciendo a alguien, es difícil que me ponga".
Su inquietud por retratar comenzó de chico: "mi viejo tenía lavadero de camiones y yo lo dibujaba a él lavando, tenía 10 años y me salió de modo innato". Con el tiempo se encontró con unas figuritas en chicles con ilustraciones y recuerda muy bien las de Luis Ordóñez que también fueron su base o apoyo visual para comenzar con las suyas.
En el proceso de trabajo, uno "se termina confundiendo porque no sabés si eso te convence o no o si hay que seguir cambiando algo. Ahí es donde empiezo a probar y cambiar ciertas cosas", explica y suma su experiencia con la tecnología que ahora le permite dibujar, pasarlo a la computadora y trabajarlo con un programa en nodos. Escanea e investiga por su propia cuenta cómo sumar "la maquinaria" a un trabajo que requiere de tanta manualidad a pesar de que cursó dos años en la Escuela de Artes Visuales.
Lo que grita
Todos los entrevistados se van de Grita el Arte contestando precisamente eso, ¿qué grita su arte? En el caso de Diego Sequeira la respuesta fue muy similar a la de otros artistas comprometidos con la felicidad: "mi arte grita libertad, paz, alegría, sentido del humor, pasarla bien y reírse de uno mismo". Al final de cuentas, el mundo cambia constantemente pero si es con risas y por medio del arte, seguro se la pasa mejor.
Taller en La Cerrito
Dibujar "desde siempre"
En el colegio secundario dibujó una caricatura en la remera de los varones y cuando trabajó en Cerro Negro, en un ambiente muy futbolero, "estaban las típicas cargadas y una vez, después de un partido, hice un dibujo en un afiche dibujado y lo pusimos en el vestuario. Después de eso querían que siempre haga el dibujo cuando se daba un resultado Boca-River". Y está convencido de que se es artista en todos lados, aún en aquellos que no se relacionan con arte. En la actualidad trabaja con bandas como La Muñeca de Bolivia, instituciones, comercios y particulares que solicitan de su talento.