En lo que se cree que es un hito mundial, el calor residual de la Línea Norte se aprovechará y se canalizará a hogares y negocios en el distrito de Islington, en el norte de Londres, para fines de año.

El proyecto forma parte de una iniciativa para proporcionar calor más barato y ecológico a las viviendas de la zona. Islington ya está suministrando calefacción a 850 hogares mediante el uso de energía verde generada en el Centro de Energía Bunhill, a través de cogeneración (CHP) con gas. Con esta expansión, ahora se usará un conducto de ventilación de la Línea Norte para canalizar el calor hacia la red.

Ramboll, la compañía encargada de diseñar y producir la red de calefacción, dijo en un comunicado de prensa que el proyecto es el primero en Europa en "reciclar el calor residual del metro de Londres" para proporcionar "un fuente de calor baja en carbono y bajo costo para hogares y negocios locales, en su mayoría centros municipales de vivienda y ocio construidos en los años 1930-1980".

Agregó que los pasajeros de la Línea Norte también se beneficiarían porque los túneles estarán más fríos.

Si bien se han realizado estudios en otras partes del mundo sobre la viabilidad de dicho plan, los expertos creen que esta era la primera vez que se pone en práctica.

La Autoridad del Gran Londres (GLA) estima que se desperdicia suficiente calor en la capital británica para satisfacer el 38% de su demanda de calefacción.

Últimamente han surgido varias formas de calefacción urbana en todo el Reino Unido a medida que el país sigue busca diferentes fuentes de calor renovable. (Gianluca Mezzofiore – CNN en Español)