El delivery en restaurantes "es un alivio, pero está lejos de cubrir todos los costos"
La facturación en pandemia ronda el 20 ó 30 por ciento en comparación a los tiempos normales. En marzo debieron cerrar sus puertas y, luego de una apertura de fases pudieron funcionar bajo la modalidad de delivery. Los restaurantes de Olavarría intentan así sobrevivir a este contexto de pandemia, pero trabajan con el 20 ó 30 por ciento de lo que era su facturación habitual.
¿Qué pide la gente? Hamburguesas, pastas o comidas súper elaboradas son de las preferencias de los olavarrienses a la hora de pedir un delivery de comidas y los restaurantes se amoldan a las circunstancias con promociones o precios que son de rotisería en el intento de "mover" un poco la gastronomía, uno de los rubros más complicados.
La posibilidad de funcionar como delivery "es un paliativo para no estar cerrados por completo, pero no llega a cubrir los costos de un restaurante", coincidieron desde Munich y Macola ante la consulta de EL POPULAR.
En el tradicional restaurante de Rivadavia al 2700 trabajan 12 empleados en un amplio local que cuenta con dos salones (uno al frente y otro atrás) que en tiempos normales llenaban su capacidad. "Estamos trabajando a menos de un 20% de lo habitual y eso alcanza apenas para cubrir a proveedores e ir pagando los sueldos con la ayuda de los ATP", dijo el dueño de este emprendimiento que cumplirá en diciembre 29 años de actividad.
Ahora, "tengo el mismo plantel de empleados para dos salones, pero estamos funcionando a modo rotisería".
Macola, junto con Munich, es uno de los pocos restaurantes que abren al mediodía y a la noche. "Estamos trabajando a la carta y tuvimos que hacer un esfuerzo para levantar el horario del mediodía con una promoción de 2x1.
"La gente nos pide milanesas, pizzas y hamburguesas; los domingos vendemos mucho todo lo que es pasta. En la mayoría de los casos trabajamos con los clientes que han venido siempre, que nos conocen y que nos sigue ahora bajo esta modalidad", contó Enrique Locatelli, propietario de Macola.
Desde Munich, Leonardo Graf sostuvo que "el restaurante está montado entero, pero facturamos un 30% de lo que deberíamos. Los gastos fijos superan el 50% entonces no cierran los números". Con ese porcentaje de facturación se alcanza a cubrir algunas cosas como sueldos, con la asistencia de los ATP y "no mucho más porque. Distinto es una rotisería que está dimensionada para trabajar con comida para llevar. Yo tengo 10 empleados", contó. Además, se suma el alquiler del amplio salón de Coronel Suárez casi Vicente López cuyo monto se redujo a un 70% "gracias a la buena voluntad del dueño".
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