"Desde temprano, a primera hora, nos solicitaron desde el nivel central del Ministerio de Salud que vayamos a supervisar una situación que les había llegado desde el Hospital Oncológico. Cuando llegamos se constató que había habido un desvío en la cadena de frío de las vacunas", le dijo el director de la Región Sanitaria IX, Ramiro Borzi, a Josefina Bargas, periodista de EL POPULAR el 4 de enero.
El escándalo se prolongó durante semanas, fue noticia nacional y acentuó las tensiones entre oficialismo y oposición. Desde Juntos por el Cambio criticaban el manejo de la vacunación insinuando o diciendo directamente que La Cámpora manejaba el sistema con intenciones de llevar agua para su molino político.

Desde el gobierno municipal también se objetó que las vacunas se almacenaran en un freezer del Hospital de Oncología y el intendente Ezequiel Galli dijo que el sitio más adecuado para eso era el Banco de Leche.

El tema se mantuvo en el centro del debate durante varios días y las investigaciones fueron cubiertas finalmente por el silencio. En tanto, los adversarios políticos fueron dejando de lado diferencias ante una cuestión evidentemente más importante que las rencillas de bajo nivel y después de unos días cuando llegó otra remesa de vacunas las recibieron juntos el Intendente y el referente camporista, el diputado bonaerense César Valicenti.

El Covid 19, previsiblemente, originó buena parte de las noticias del pasado verano. Distintas voces se alzaron a lo largo del mes exhortando a la población a mantenerse alerta y no abandonar las medidas de precaución, especialmente porque los contagios se estabilizaron en un alto nivel, se alcanzó la cifra de cien muertos olavarriense y fue rápidamente superada.

Ese fue el contexto en el que se perdieron dosis de inmunización.

Pero si la pérdida de 400 dosis de vacunas Sputnik fue la noticia que dominó al tórrido primer mes del año otra pandemia eterna ser hizo notar nuevamente en esa época: los accidentes de tránsito.

Entre el 6 y el 7 de enero se vivieron horas trágicas en Olavarría.

Aproximadamente a las 23 del Día de Reyes un remisero que conducía un Fiat Siena, identificado como Juan Carlos Rojas, perdió el control del rodado y se estrelló contra una columna.

Murió mientras era asistido en el Hospital Municipal.

En la mañana del día siguiente una camioneta atropelló en la avenida Avellaneda, cerca de la ruta provincial 51, a una bicicleta en la que iba una joven de 27 años que llevaba un niño. La joven y el pequeño fueron internados en el Hospital Municipal en estado crítico.

A las cuatro de la tarde chocaron en el barrio Sarmiento dos motocicletas, una de 110 c.c. y la otra de 200. Una joven que viajaba en una de las motos terminó con un traumatismo de cráneo, al igual que el conductor del otro vehículo.

El 13 de enero también fue un día de mala suerte.

Alrededor del medio día dos motos chocaron sobre la ruta nacional 226.Según las primeras informaciones, una Honda chocó de atrás a una Gilera 110 en la que viajaba María Roldán, de 47 años, quien sufrió heridas que resultaron ser mortales.

El 22 de enero fue otro día aciago. En horas de la noche una mujer que conducía un VW Gol Trend chocó con una motocicleta Guerrero que conducía el joven Tomás Trepicchio, de 25 años, quien sufrió heridas de tal gravedad que ocasionaron su deceso en forma inmediata.

Cuando se informó sobre esta tragedia también se destacó que la cifra de muertos en el país había descendido notablemente. La razón no era que los conductores hubieran cobrado conviencia repentinamente de la responsabiidad que supone manejar cualquier tipo de rodado, sino, simplemente, que la pandemia había reducido notoriamente la cantidad de vehículos en calles y carreteras.

No fueron sólo los siniestros viales los que enlutaron Olavarría en enero de 2021. Como ocurre habitualmente, la violencia hizo lo suyo para oscurecer el panorama.

El domingo 17 de enero por la noche había una reunión en una casa del barrio 12 de Octubre. Por la música a volumen muy alto hubo una discusión entre vecinos, aunque según testigos había rencores previos entre quienes enseguida sumirían los roles de víctims y victimario.

Lo concreto es que en un momento Julián Castro, de 20 años, se presentó armado ante su antagonista, Matías Cabral, de 21 años, y le efectuó varios disparos. Uno de los proyectiles ingresó por el abdomen y se alojó en la cadera tras destrozar vasos sanguíneos, ocasionando una fuerte hemorragia que terminó con la vida del joven.

La Policía se encontró con este crimen mientras investigaba el caso de un joven de 8 años apuñalado de gravedad en otro preocupante hecho de violencia.

Por la muerte del joven Matías Cabral hubo una marcha de sus familiares y allegados, que argumentaban sólo se había entregado Castro, pero que de la agresión habían participado otras dos personas.

A lo largo del mes hubo noticias en torno de dos asuntos que suelen estar muy relacionados: el incesante aumento de los precios de la carne y el alarmante aumento de los casos de abigeato.

En enero también se fue una figura muy cara a la cultura olavarriense. El 10 de ese mes fallecía la abogada, docente, escritora e investigadora histórica Aurora Alonso de Rocha Campos, "Gaby", creadora, entre otras cosas, del Archivo Histórico Municipal,el que dirigió durante casi un cuarto de siglo.

Escribió "Mujeres cotidianas"; "Tristes chicas alegres", sobre la prostitución en la provincia de Buenos Aires entre 1870 y 1930; "Inmigrantes sociedad anónima", sobre la inmigración a la Argentina; "Gallegos en Olavarría"; "La seducción del fascismo", sobre fenómenos sociales en comunidades bonaerenses a partir de la presencia de gobiernos autoritarios; las novelas "La casa de Myra" (una ficción sobre la relación de una española cautiva y uno de los cacique Catriel); y "Pajaritos en la cabeza"; y "Hablar es un placer sensual".