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Mientras el oficialismo local lograba la aprobación del presupuesto, en la Nación el resultado fue completamente adverso.

O bien a Máximo Kirchner lo traicionó un perfil de hater o injurioso que no había mostrado hasta ahora, o bien su conducta en el Congreso estuvo calculada para que todo sucediera como sucedió.

Tanto Máximo como su madre y ahora también Alberto conforman un trío caracterizado por una fuerte propensión a la injuria (ofensa o herida), y les surge como una pulsión indetenible.

No se entiende muy bien por qué se ha hecho de la política algo tan bélico, con tanta abundancia de ofensas y tan escasa de propuestas. Quizás todo esto se por la desigualdad social y por la brecha social obsena existente entre ricos y pobres, o, dicho más puntualmente, entre la clase dirigente (fundamentalmente los políticos) y las mayorías populares. Tal vez ésta sea la verdadera grieta.

Es posible que todo estuviese friamente calculado, como lo diría el Chapulín, y que el hijo de la Vice haya dinamitado un potencial acuerdo con la oposición con absoluta intención de hacerlo exponiendo al oficialismo a la visibilidad de una derrota que quizás podrían haber evitado.

En ese momento, el presidente de la Cámara, Sergio Massa, tenía todo acordado con la oposición para mandar nuevamente el Presupuesto a comisión y dejarlo morir allí sin que nadie se entere de esta muerte anunciada.

Diez años antes, el oficialismo había hecho lo mismo y la entonces Presidente, Cristina Kirchner se había manejado tranquilamente con el Presupuesto del año anterior. Ahora harán lo mismo. Pero una década atrás, nadie se enteró de nada mientras el pressupuesto agonizaba en comisión.

Esta vez, la actitud de Máximo expuso a su espacio a una tremenda derrota que se hizo visible sin ninguna necesidad de llevar las cosas a ese extremo. Entonces, o bien el bloque del Frente de Todos está en manos de un gran inoperante o todo fue tramado para llegar a esa conclusión.

¿Por qué? Una respuesta podría ser que el hijo de Cristina buscara desautorizar el acuerdo logrado por su "amigo" Sergio Massa, dejándolo prácticamente como un idiota o un descolocado.

O no. Tal vez pudo más su naturaleza como le ocurre al escorpión de la fábula y necesitaba expresar su injuria siempre latente.

Todo discurso político -y el de máximo lo fue- contiene tres destinatarios: los suyos o quienes piensan de la misma manera (los prodestinatarios), a quienes se quiere convencer (los paradestinatarios) y los enemigos o adversarios (los contradestinatarios). Esta es la particularidad de lo que abunda y muchas veces sobra en los expresados por Cristina y su hijo.

Con sus palabras, Máximo ayudó a que muchos legisladores, más de lo que se calculaba, votaran en contra del presupuesto, (terminó cohesionando lo que no estaba tan unido), forzó una derrota más en este año de tantas batallas perdidas por el oficialismo y que puede traer consecuencias macro y también microeconómicas impensadas.

El rostro de Massa reflejaba su disgusto por la actuación de este advenedizo de la política que que quiere ser percibido de una buena vez. Además, acabó definiendo esta pulseada que se va insinuando entre el albertismo y el camporismo.

Más gasto político

Ahora, el Gobierno puso en marcha su plan de revivir el presupuesto 2021 y gastar el excedente que seguramente les quedará debido a la inflación. Hace 11 años Cristina pudo hacerlo pero ella era la que decidía cómo y en qué gastar. Ahora no es lo mismo. Alberto tendrá que consultar su propio criterio -si es que tiene alguno- con Cristina, La Cámpora, los gobernadores, los movimientos sociales..., en fin, con todo su espacio que está tan fragmentado como el de su oponente.

Ambos frentes cuentan con una decena de bloques cada uno, aunque con interbloques. Son todas relaciones de convivientes pero con cama afuera.

El mismo esquema se reproduce en las legislaturas provinciales y en los municipios. Cabe decir que por cada bloque, casi todos unipersonales, los habilitan para tener uno o dos secretarios/as, con lo cual se incrementa cada vez más el gasto político.

En Azul. recientemente se armó otro bloque dentro de Juntos por el Cambio conducido por Ramiro Ortiz, quien, por haber sido cabeza de lista en 2019, se hará cargo del gobierno municipal el próximo 24 hasta el 31 por licencia de Hernán Bertellys, y repetiría ese reemplazo en febrero.

Otro Versalles

Como decíamos, el mismo mecanismo de multiplicidad de pequeños bloques se reproduce en otros órganos legislativos nacionales, provinciales y municipales. El objetivo es crear secretarías de bloques para la militancia y va a llegar un momento en el que se va a necesitar un nuevo Versalles para cobijarlos a todos.

A contramano de lo que pide la gente, la política continúa aumentando su gasto y no hace el ajuste que se le exige pero que sí se le aplica a jubilados y trabajadores.

Con tantos bloques, se pierde la posibilidad de establecer una covivencia en el mismo espacio y tantas bancadas unipersonales va creando una especie de burocracia parlamentaria como la de Weimar, con facciones múltiples y generalmente anodinas y narcisistas.

Con tanta falta de cotejos internos, después no nos podemos asombrar que alguien rompa un vaso sobre la mesa por no poder acordar, como pasó en el bloque radical, o Máximo K dinamite el trámite el Presupuesto para establecer una demarcación violenta con Massa y con Alberto que habían avanzado algo con la oposición y con el FMI.

Entonces, con tanto faccionalismo se corre el riesgo de sustentar el régimen político en innumerables facciones vinculadas transitoriamente en un espacio general utilizado solamente en las elecciones. En síntesis, una especie de movimientismo peronista con una superestructura completamente transitoria y ad hoc del populismo de turno. Si algo faltaba para terminar con los grandes partidos, era esta dispersión infinita de pequeños grupos políticos que no solo son inconducentes para una república democrática sino que además son carísimos para la gente.

Un tema de género

Con Cecilia Krivochen en la presidencia del Concejo Deliberante, y con Mercedes Landívar como titular de la bancada del FDT más la presencia de Celeste Arouxet, el tironeo político del futuro en el HCD será solo entre mujeres. Es posible la cuestión de género haya intervenido en la decisión de reemplazar a Bruno Cenizo por Cecilia, quien es una de suprema confianza de Ezequiel Galli y no habría que decartar que el Intendente haya tenido en cuenta esta cuestión de género para estos tiempos legislativos que comienzan a correr.

La misma Mercedes Landívar seguramente tendrá un papel mucho más relevante que el que vino teniendo hasta ahora con la mirada puesta en 2023 cuando seguramente la edil podría encabezar la lista de diputados seccionales.

Su esposo, César Valicenti, quien será el presidente de su bloque en la Legislatura y a quien le atribuye, entre otros, el haber logrado una banca en el Senado para Eduardo Bucca, avanza en su tarea de ir copando todo lo que se llame peronismo olavarriense, aunque sin poder seducir todavía al peronismo no K. que viene quedando afuera o bien se ha ido alineando poco a poco con otras expresiones como las de Monzó, Pichetto, De la Torre, los tres con Juntos, y el mismo Bucca aunque dentro del FDT.

El denominado buquismo, que quiere ser pero que todavía no alcanza la dimensión de ser una línea interna, tendrá que resolver algunos tironeos internos entre el grupo que acompaña a Sergio Milesi, quien a su vez convoca a Adriana Capuano y a casi una veintena de sindicatos, la Copebo de Marcelo Latorrre, Generación Siglo XXI, de Alan Aguirre, y un sector del eseverrismo que todavía no definió su propia interna pero que todavía debe aceitar un poco la relación con el ala gremial.

Este sector eseverrista le atribuye a José Eseverri el haber "arreglado con Ezequiel para que Margarita Arregui y Fabricio Lucio tengan un lugar en el Concejo", opinan sus críticos internos. Hilario Galli (sec. de Gobierno) dijo que fue por "coincidencias personales" con Margarita. Eseverri ha logrado ubicar a varios de los que conformaban su staff pero en distintos lugares lo que es percibido en quienes eran sus seguidores como movimientos como algo confusos y dispersos y no como un gesto de apertura. Pero, como el lo suele subrayar, José ya no quiere saber nada con la política local y hay algo de lúdico en sus actitudes.

Inconstitucionales

_NOTA

C.F.

De vez en cuando la Justicia argentina muestra como espasmos de dignidad. Esta vez, la Cámara de Mar del Plata definió la inconstitucionalidad de los decretos de aumentos jubilatorios del año 2020 que hizo Alberto. ANSES apeló por recurso extraordinario ante la Corte para que sea la misma Corte quien dicte el fallo definitivo, lo que será el día en el que se expida un fallo netamente político.

La Corte, mientras tanto, falló en contra del proyecto de la Vicepresidenta de modificar el Consejo de la Magistratura, lo que representó una dura derrota política para el Gobierno. La pulseada entre la Justicia y el poder político es casi un clásico de la administración kirchnerista. En realidad, pocas cosas, o ninguna, se resuelven en el plano político y muchas veces es la misma Justicia la que resuelve lo que debería dirimirse en el Parlamento o en los ámbitos políticos, cosa que raramente o nunca ocurre. Entonces, es el Poder Judicial el que termina definiendo los aspectos más relevantes de la vida política nacional.

Posiblemente, la única excepción sea la definición sobre la ley contra la reelección indefinida de los intendentes. Efectivamente, podría ocurrir que la Suprema Corte bonaerense considere que sea el órgano legislativo el que tenga la última palabra (la denominada "voluntad del legislador") para darle certeza a la vaguedad implícita en el artículo 7 y determinar cuándo comienza a regir el impedimiento, si desde 2015 o desde 2019. En 2009, el dilema del piso electoral de la Séptima lo debía resolver la SCJ pero el tema todavía no fue resuelto, y ya pasaron doce años

¿Impericia, interna o injuria?

_NOTA

C.F.

Es posible que Máximo y contra todos los manuales de política, se haya decidido a hablar y a embarrar la cancha como la embarró o bien para forzar una prórroga del presupuesto del año anterior como finalmente ocurrió o también es probable que tenía unos deseos irrefrenables de escupir todo lo que escupió en el recinto.

Alguna vez, un psicólogo utilizó la figura del talentoso poeta francés Arthur Rimbaud para graficar lo que se podría denominar una persona injuriosa, un ser que no puede vivir si no vomita injurias todo el día como si fuese una necesidad vital. Rimbaud, quizás por resentimiento, vivía injuriando gente en las tabernas parisinas y hasta llegó a cortarle la cara con una navaja a su amigo y amante Paul Verlaine. Existen naturalezas así. Son personas que no pueden estar un minuto de sus vidas sin ofender a alguien, y en sus discursos políticos sobreabundan las figuras de quienes ellos o ellas conciben como enemigos, absolutamente demonizados a quienes hacen culpables de todo, aún de sus propios problemas. Son personajes insufribles que, como Rimbaud, acaban como el poeta traficando armas en el Mar Rojo, enriqueciéndose con el delito y más solos que Adán.

Pero, como el escorpión de la fábula, son naturalezas pero aprendidas y arraigadas, que en la política pueden generar desastres como los que Máximo K. desencadenó este viernes en la Cámara de Diputados.

Fue como una inmolación para construir un argumento más con el cual pretendía acusar a la oposición, eludiendo cualquier acuerdo, una salida elegante y política y de paso re-crear o profundizar la grieta.

Por eso, tal vez resulte más atractivo analizar la conducta de Máximo y ver si con este perfil puede tener algún futuro político. Posiblemente la suerte corrida por el presupuesto tan dislocado de la realidad que presentó el oficialismo para su aprobación haya quedado en un segundo plano detrás de estas extravagancias del hijo de la Vice y que son un buen indicio para entrever el rol del PJ bonaerense bajo el ejercicio de su presidencia. Y que después no se diga que no se lo veía venir.

Entonces, ¿qué guió a Máximo protagonizar semejante disparate? ¿ingenuidad o impericia o ganas de injuriar?. Es posible que lo haya vencido su propio perfil porque el presupuesto ya estaba destinado a morir sin mostrar la derrota y ya se hablaba de mantener vivo del antecesor. Por lo tanto, si ya la gestión de Alberto Fernández carecía de plan, ahora será como gobernar completamente a ciegas.