El funcionario aclaró que solo quería que las vacunas, segunda dosis de la Sputnik V "llegara a los brazos de la gente porque corrían el riesgo de que se vencieran".

Por suerte y luego de una polémica innecesaria, ayer comenzaron a llegar los turnos de vacunación para aprovechar tal remanente de vacunas, pero para que sucediera eso hubo que hacer público algo que "si existiera un diálogo, se podría haber hecho de otra manera", dijo el funcionario. Por el contrario, la respuesta fue una operación en las redes, es decir, más de lo mismo de lo que los argentinos están viendo todos los días a partir de una política envilecida por la grieta en vez de trabar en base al diálogo y a la búsqueda de consensos. Y mucho más si de salud se trata.

Una historia repetida

Lo que pasó es emblemático en la política argentina, y fue una verdadera postal de la grieta y el desencuentro que existe hoy en el mecanismo político nacional en donde rige la dicotomía amigo-enemigo, en vez de pretarse a un trabajo conjunto.

"Habíamos acordado una posta de vacunación entre otros puntos como el de crear otras en Cacharí y en Chillar, y nosotros nos ofrecíamos a ayudar. Pero el Gobierno de la Provincia decidió que así no lo sea", dijo Vieyra, tras lo cual señaló que en otras ciudades pasó lo mismo. Había quedado un remanente de 190 vacunas y les pedimos que nos dieran la posibilidad de vacunar y que eso se podía hacer dividiendo la carga sin que les saliera un peso", dijo, aludiendo al personal que contrató la provincia para una tarea que lo podría hacer el personal de Salud de cada muncipio bonaerense.

Dijo además que "hablé con el director de la Región Sanitaria Novena, Ramiro Borzi y que hasta debimos mandar una carta documento para que las vacunas no se vencieran y se aplicaran porque el mejor lugar en donde iban a estar no sería un freezer del Hospital Pintos sino en los brazos de la gente".

Luego disparó: "no se puede creer que se piense que cada vacuna sea un voto. Por eso pedíamos que se las lleven y que si no querían que nosotros las aplicáramos, que lo hiciesen ellos para no desperdiciarlas. En el freezer no sirven, les decíamos. Por eso quisimos acelerar el trámite con una carta documento y a su vez teníamos temor de que se vencieran. Ahora aparecieron los turnos y hoy (ayer) están vacunando", subrayó. "Borzi estaba de acuerdo con un centro de vacunación en el Hospital Pintos, me lo dijo a mí, pero luego nunca lo llegaron a implementar".

El secretario de Gobierno dijo que "nos hubieran dicho que no iban a vacunar nunca y se arreglaba de otra manera, pero esas casi doscientas vacunas se hubiesen aplicado porque si no se estaban desperdiciando y con el riesgo de que se vencieran. Por suerte, lamentablemente a pesar de esta movida, incluso una polémica que se pudo haber evitado, hoy están los turnos. Pero las cosas no deben ser así y se deben acordar de otra manera. El Intendente se lo dijo a Borzi quien prometió solucionarlo, pero las cosas siguieron igual. Yo no puedo aceptar que se tenga que hacer público para generar una polémica y que las cosas se muevan. Los municipios somos convidados de piedra en vez de hacernos participar".

Luego, mágicamente aparecieron otros troles reclamando la distribución de alimentos del Consejo Escolar y culpando al Intendente, como si hubiese sido una respuesta al tema de las vacunas. Vieyra advirtió que dicho organismo "no tiene nada que ver con el Municipio y depende de la Provinci. Pero, creo que fue fue parte de lo otro, como una reacción al pedido que hicimos por las vacunas, pero nosotros, repito, solo queríamos que las vacunas llegaran a los brazos de la gente", cerró.