Aunque se esperaba -como en otras oportunidades- un anuncio oficial, desde la Casa Rosada no dieron este viernes señales en ese sentido. La extensión aparecerá publicada en el Boletín Oficial y comenzará a regir el lunes 1 de febrero, puesto que el domingo vence el actual régimen.

Por su extensión, la nueva medida deja aún abierta la decisión sobre el retorno de las clases presenciales: si bien en el Gobierno confirmaron en los últimos días que se avanzará en la apertura de las escuelas, hay preocupación por el impacto epidemiológico de la medida, no solo por la presencia de los estudiantes en los establecimientos, sino por la movilización que ello generará y su impacto en el transporte público.

El actual decreto faculta a las provincias a decidir la reanudación de las clases presenciales, aunque siguiendo los criterios epidemiológicos acordados en el Consejo Federal de Educación-que integran todos los distritos-. Sin embargo, le otorga al ministerio de Educación nacional la última palabra, ya que deberá avalar esos planes de reapertura. Ahora el Consejo Federal volvería a reunirse el 12 de febrero, y se espera que allí se ajusten los últimos detalles para definir -o no- el retorno.

Sin cambios

Con la extensión del distanciamiento, se espera entonces que no se modifiquen las actividades que vienen permitidas hasta ahora. Además, el Gobierno reconoce que tras un rebrote de unas cuatro semanas, los casos se estabilizaron y luego comenzaron nuevamente a bajar.

Desde el anuncio de la primera etapa de las medidas dispuestas por la pandemia, el 19 de marzo de 2020, esta será la decimoctava prórroga, período en el que hubo distintos grados de restricciones.

La primera etapa se denominó Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y tras varios meses con ese sistema de prevención, en noviembre pasado el presidente Fernández anunció el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO).