Todo eso es parte del pasado: la ciudad serrana tuvo una explosión de casos tal durante el mes de septiembre que anoche superó el límite de los 1000 infectados oficiales de COVID-19.

Con los 31 nuevos infectados conocidos ayer el balance en la vecina ciudad indica un total de 1023 contagiados, distribuidos de la siguiente manera: 374 en vigilancia domiciliaria, 10 en sala general, 12 en terapia intensiva o intermedia, 609 recuperados y 18 fallecidos.

A partir de estos guarismos, ayer se confirmó además que se completaron las 8 camas de la Unidad de Terapia intensiva del Hospital, con enfermos del nuevo coronavirus y otras patologías.

Lo comunicó el neumonólogo Damián Silva, quien tiene a cargo el nuevo sector de servicios respiratorios intermedios del Hospital Municipal "Ramón Santamarina".

Según declaró en una entrevista que brindó al ciclo radial "Cosas que Pasan", por Tandil FM, este martes en horas tempranas debieron hacer uso de la última cama que quedaba libre en el área de UTI.

Se trata de un paciente que venían siguiendo desde el dispositivo intermedio y pudieron prever el fracaso de la nueva tecnología en su situación, por lo que fue removido a un cuidado superior.

"Si los pacientes vienen muy avanzados en su enfermedad y no los pudimos ir monitoreando, una vez que está con toda la complejidad es más difícil de trasladar y de organizar", dijo.

Consiguientemente, ratificó que "todas las camas de terapia intensiva del Hospital están ocupadas".

Consideró así, que si hay que poner en respirador, intubar a un paciente, probablemente se "quede fuera de la terapia intensiva ante el cuidado de algún neumonólogo", que aclaró que "no son terapistas".

Además, manifestó su preocupación por la cantidad de contagios que no se conocen, la limitación en las atenciones críticas, así como el avance de la enfermedad entre el personal de salud y la necesidad de que se reduzca la circulación del virus.

"Esto tiene un límite, un techo. Yo no sé cuál va a ser la demanda de acá a 15 días o un mes", aseveró.

Tandil registró el martes 15 de septiembre 32 casos; miércoles 16 otros 47; el jueves 17 registró 40; el viernes 18 sumó 31; el sábado 19 otros 39; el domingo 20 se agregaron 23; el lunes 21 nuevos 38 casos.

El martes 22 Tandil computó 35 infectados; el miércoles 23 otros 27; el jueves 24 sumó 37; el viernes viernes 25 fue el día con más casos (77); el sábado 26 otros 46; el domingo 27 sumó 19 y el lunes 28 se agregaron 52 infectados de COVID-19.

"Acá se ponen de la nuca si decimos que existe un colapso en la sala de cuidados intensivos del Hospital Santamarina, pero lo cierto es que de 8 camas, hay 4 ocupadas con pacientes COVID y otras cuatro con pacientes de otras patologías" comentó una fuente a la que tuvo acceso este Diario.

La terapia tradicional del Hospital está cubierta, y para ampliar la capacidad se afectó en el ámbito de cardiología -planta baja- un espacio de 8 camas para pacientes de menor complejidad, aunque necesitan también de ventilación.

Ese sector está ocupado con tres pacientes.

Por otra parte, el Sanatorio Tandil dispone 7 camas de UTI, de las cuales 3 están ocupadas con pacientes de coronavirus.

Compleja es la situación de la Clínica Chacabuco, ubicada a pocos metros de la plaza central, que tuvo un foco infeccioso de tal magnitud (tanto entre el personal como en pacientes), que debió cerrar parte del segundo piso, el denominado "Sector Brea".

La explosión de casos en Tandil, luego de varios meses de tener la pandemia bajo control, fue a partir de los contagios en dos residencias para adultos mayores.

El propietario de tres geriátricos hizo una rotación del personal de cocina, se contagió una cocinera e infectó a varios en la sede principal de la calle San Martín y en el ex Hotel Torino (ahora reconvertido en hogar para adultos mayores) se produjo otra cadena de contagios.