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Tantas fechas en una misma fecha, tantas celebraciones y recordatorios en un solo día, sin embargo hay uno que eclipsa a todos los demás.

Desde el primer segundo de cada 21 de septiembre se conmemora en el mundo el "Día Internacional de la Paz", por declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981, dedicado al fortalecimiento de los ideales pacifistas a través de la observación de 24 horas de no violencia y alto el fuego.

En esta coyuntura tan especial de pandemia, el 21 de septiembre remite también al "Día de la Sanidad", establecido en 1941 con la fundación de la Obra Social de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina.

Aunque a nivel mundial sea cada 19 de agosto, en la Argentina los 21 de septiembre se conmemora el "Día del Fotógrafo" como consecuencia de la fecha en que fue realizado el primer daguerrotipo en el continente americano.

Los 21/9 se celebra el "Día del Artista Plástico" y otras fechas como el "Día del Orgullo Pagano", el "Día Internacional contra el Monocultivo de Arboles" o el "Día Mundial del Alzheimer".

Pero, tal vez porque tiene recuerdos impregnados en el corazón y en la mente desde la misma infancia, ninguna con tanta impronta como el "Día de Estudiante", que coincide con el inicio de la estación más inspiradora del año en el hemisferio sur.

Y pese a que por mucho tiempo que se creyó que una cosa tenía que ver con la otra, en realidad están absolutamente divorciadas.

Por un lado, el almanaque y el calendario astronómico no siempre van de la mano para dar inicio a la primavera.

Más, según este último la primavera en la Argentina empezará recién hoy a las 19.21.

Desde el punto de vista científico la llegada de la estación está vinculada con el comienzo del equinoccio de primavera, el momento en que la tierra se ubica en el centro de la órbita del sol. Ello tiene lugar entre el 21 y el 23 de septiembre y finaliza con el solsticio de verano (entre el 21 y 22 de diciembre).

Otro es el motivo por el cual millones de estudiantes esperan desde hace décadas la llegada del primer día de la primavera para celebrarlo en parques, plazas y paseos públicos, quintas privadas y todo espacio verde que se precie de tal.

La verdadera razón por la que fue establecido como "Día del Estudiante" es que el 21 de septiembre de 1888 llegaron a Buenos Aires los restos de Domingo Faustino Sarmiento, proclamado a través de la educación formal como "padre del aula".

Un personaje de la historia que, como pocos, separó las bibliotecas del país en por lo menos dos visiones.

Para muchos fue un prócer que dedicó su vida a la educación, para otros el hombre capaz de revelar sus convicciones ideológicas, su racismo e intolerancia a través de frases brutales, como que "al ver indios y negros no puede resistir, empero, a la tentación de comparar a los unos con la estructura del babuino, a los otros con la del chimpancé".

O aquella, en una carta que aconsejaba al General Mitre que "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes".

Nada de esto probablemente, haya estado presente cada 21 de septiembre.

En Olavarría, el Parque Carlos Guerrero en toda su extensión y el Parque La Máxima fueron por años los tradicionales puntos de encuentro del piberío de cada uno de los cursos de todas las escuelas.

Quedaron las juntadas para esta jornada, pero algunas otras cuestiones se fueron desvaneciendo con el paso del tiempo.

Una de los que más dolor provoca es el recuerdo de los apasionantes y multitudinarios Juegos Olímpicos Estudiantiles (más conocidas como "Olimpíadas Estudiantiles"), que por décadas organizaba el Club Atlético Estudiantes para esta época.

En su génesis, cuando la Ciudad contaba con pocos establecimientos de enseñanza secundaria, se hacían un par de días en torno del "Día del Estudiante"; cuando más chicos tuvieron acceso a la educación secundaria se fueron fundando establecimientos, se amplió el calendario y se convirtieron en un fenómeno de convocatoria en su tipo sin parangón en el país.

Sólo los partidos entre Estudiantes y Atenas, por las inolvidables finales de 2000 de la Liga Nacional de Básquetbol, pueden parangonarse en cuando a masividad en el Gran Gimnasio del Parque Carlos Guerrero.

"En su apogeo tuvimos que interrumpir los deportes 21 y 22 porque estaban el picnic, el baile y los chicos no podían con todo" ironizó ayer uno de los históricos organizadores de las "Olimpíadas", que nunca lo fueron en su sentido etimológico, pues ellas remiten al período que transcurre entre un juego olímpico y otro.

La violencia, como en tantos otros eventos deportivos multitudinarios, los fueron lesionando hasta causar su definitiva desaparición dos décadas atrás.

Los jujeños, por ejemplo, supieron proteger y preservar su "Fiesta Nacional de los Estudiantes", que este año cumplió los 70 años, y ofrece construcción de carrozas con impronta artesanal, la elección de sus representantes (antes "reinas", ahora "embajadoras") y la masiva participación de los estudiantes en novedosas intervenciones, con la asistencia de al menos 30 mil personas cada noche.

Aquellos 21 de septiembre Olavarría contaban con desfiles de carrozas promovidos por la Asociación Vecinos de la calle Vicente López, del cual participaban clubes, sociedades de fomento, colegios, entre otros, y se sumaban eventos como la elección de la mejor vidriera, etc.

Por las restricciones sanitarias hoy no serían posibles los bailes con miles y miles de pibes sobre el piso -aún de alisado de cemento-, en el Maxi Gimnasio del Parque Carlos Guerrero.

Pero algo hay...

Los niveles inicial y primario eligieron los mismos establecimientos para conmemorar la fecha.

Sin los temores ni las restricciones del año pasado, aún a buena distancia de la vieja normalidad, para las 15 (horario estimado por las autoridades de Control Urbano para la llegada masiva de chicos y chicas a parques y paseos) el arribo de la primavera hacía ayer un guiño cómplice al "Día de los Estudiantes".

A esa altura de la tarde, las aplicaciones meteorológicas de los teléfonos celulares indicaban una temperatura cercana a los 17º, viento apenas superior a los 10 kilómetros por hora y una humedad inferior al 40 por ciento.

Sin embargo, la tecnología aún no cuenta con las herramientas suficientes como para describir lo celeste del cielo que acompañó ayer a la celebración juvenil.

A nivel secundario para una nueva celebración de "Día del Estudiante" el verde natural de los parques dejó paso por unas horas a un paño multicolor elaborado por los chicos y chicas de todas las escuelas de Olavarría.

La mayoría, por no decir la totalidad, coincidieron con la disposición de la ministra de Salud Carla Vizzotti, que en horas de la mañana anunciaba el levantamiento del uso de barbijos... Aunque la medida aclaraba que seguía sigue siendo obligatorio al aire libre ante la aglomeración de personas.

Banderas, bengalas, distintivos de los que están transitando los últimos días en el nivel secundario tunearon la tardecita olavarriense.

Por supuesto, el mate infaltable.

Para ofrecer una idea acerca de la magnitud de la celebración, el Subsecretario de Seguridad del Gobierno Municipal Daniel Borra describió ayer que los chicos y chicas "invadieron" las riberas de arroyo Tapalqué desde la avenida Avellaneda hasta el Parque Eseverri.

En específico, pasadas las 18 entre San Martín y Belgrano se agruparon en pleno Parque Mitre un número importante de las promociones que dejan este año la escuela secundaria, con originalidad en sus vestimentas que impone la ocasión.

La jornada, según Borra, se desarrolló en un marco de tranquilidad y armonía, aunque no faltaron algunas corridas y escaramuzas que fueron rápidamente desactivadas.