El movimiento económico con 15 meses de pandemia
Los niveles de actividad son muy distintos según los rubros consultados. Referentes de la construcción se manifestaron optimistas, lo vinculado con el poder adquisitivo de la gente (como los comestibles y el comercio) no tanto.
Los niveles de la actividad económica en la Argentina venían tambaleantes, su salud era preocupante, la recesión alarmante, y antes de que se notara si el cambio de administración podía generar también un cambio de sentido la pandemia inédita, terrible, la calzó en el mentón.
Con apenas 3 meses de gestión, el gobierno y el Estado, entonces, debieron reorientar metas y objetivos, y pasó a ocupar el centro de la escena la cuestión sanitaria muy por encima de todo lo demás.
Quince meses después de estallada la crisis sanitaria en el país y el mundo, aún con el agobio de este virus que está lejos de ser doblegado, referentes del empresariado local analizaron la situación.
Marcos Potes, voz de una de las firmas líderes de Olavarría, con intereses que se extienden mucho más allá de los límites del Partido.
"Olavarría es una burbuja dentro del país y de la Provincia por el polo cementero que tiene. Con la ampliación de Loma Negra a punto de inaugurarse calculo que la actividad económica va a ser muy importante. Hoy el que va a un corralón de materiales no sé si va a poder comprar todo lo que quiere porque no hay stocks" apuntó Marcos Potes.
Durante los meses de cuarentena profunda en 2020 la construcción a pequeña escala experimentó un flujo de ventas importante en Olavarría.
"La misma gente que hizo reformas en sus casas no va a volver a hacerlas, pero esto se recicla, y el que no hizo la pileta el año pasado la va a hacer este año y el que no arregló una pared o pintó la casa lo hará ahora. Por eso creo que, dentro de las posibilidades, va a ser un año movido" auguró.
Potes apreció un aumento en el servicio de mantenimiento de obra civil: "Por ejemplo, nosotros estamos trabajando en la fábrica de tubos de acero de Siderca, en Campana, y están empezando a pedirnos gente".
"Ahora estamos abriendo un corralón de materiales frente al Tiro Federal, aún no levantamos las persianas y ya nos están pidiendo precio y compras" acotó.
Proyectos inmobiliarios es otro sector que atiende Imzama Potes.
"Tenemos un proyecto nuevo, aún no contamos con planos aprobados, y ya nos hicieron tres reservas, aunque no sepa cómo va a ser la fachada" adelantó.
"Si digo que no hay movimiento, mentiría. Tenemos 100 empleados y están los 100 en movimiento, y para estos años no es poco" indicó.
Potes identificó la incidencia de la obra pública. "Cuando empieza la obra pública, atrás arranca el privado. Una actividad mueve a la otra. Hoy de eso hay muy poco. Hay mucho pavimento, mucha ruta, alguna que otra obra vial, pero no muy grandes" evaluó.
"Hay consultas para la máquina de pavimento nuestra, con la cual hicimos la pista de aterrizaje Aeroparque en el verano, porque se va a hacer la Ruta 40 en Derqui. Nosotros cotizamos todos los trabajos que nos llegan. Esperemos que la pandemia pase" proclamó.
Como contraparte, planteó que "debe repuntar la actividad comercial privada; ahí el panorama es distinto".
César Benigni, otro referente del empresariado local, hizo el enfoque desde dos ángulos: la distribución de alimentos y la fabricación de pastas secas.
"El movimiento es inferior al del año pasado. No sé si en la cuarentena estricta la gente compraba más para estockearse por miedo al desabastecimiento, comía más, pero en volúmenes de venta estamos en un 60% menos de lo que se vendía en 2020" reveló.
Benigni se refirió a la interminable caída en el poder adquisitivo de los salarios como causal de esta baja: "La pandemia es un tema, pero lo central es que la inflación se come sueldo de la gente".
"Aparte la gente tiene gastos extras, como el alcohol en gel, las cosas de limpieza que necesita para resguardarse de la pandemia que antes no existían" comparó.
No obstante, expuso que en la fábrica de pastas Aitala "no cayó tanto la venta porque estamos en temporada, y los fideos siguen siendo un artículo que todavía están muy económicos si los medimos con la carne, la yerba".
"Nacho" Spinella integra la Unión Industrial de Olavarría y es parte de la firma constructora "Re Ingeniería", que se dedica a construcción industrializada y construcción en seco (más conocida como Durlock), tanto en venta como instalación.
"En nuestro rubro, si bien tenemos el condicionante de la pandemia y todo eso, los niveles de actividad son muy buenos. Antes de la pandemia estaba todo muy parado y después de la primera etapa de la cuarentena se notó una mejoría que se mantiene" comentó.
Techo, paredes y cielorrasos por un lado y por otro steel framing (que es un sistema de construcción formado por un entramado de perfiles obtenidos por el conformado de chapas laminadas en frío de acero galvanizadas) son los nichos del mercado a los que apunta "Re Ingeniería".
"En lo que es steel framing estamos haciendo obras, tenemos otras para arrancar, así que se nota una mejoría, y calculo que las perspectivas y los anuncios con respecto a vivienda -Procrear y etc- nos muestran una tendencia en alza" diagnosticó.
Spinella consideró que la construcción siempre es el último rubro en detenerse y de los primeros en arrancar.
"Las obras que ‘están, están’ y si bien vemos una crisis no nos sentimos muy tocados. Nosotros estamos en obras importantes, por ejemplo la Mercedes Benz y la ampliación de L’Amalí que nunca se detuvieron, salvo en el tiempo de cierre más estricto durante la pandemia" mencionó.
Sobre el cliente chico, concentrado en el consumo hogareño, refirió a un fenómeno particular. "Antes de la pandemia estaba totalmente parada. Había muy, muy poco; en la pandemia calculo que fruto de que la gente debía quedarse en su casa invirtió en distintas mejoras y ahí se notó la activación en la venta de materiales con colocación, y hoy se mantiene. No una locura, pero hay movimiento" describió.
Distinta es la mirada para la minería según Gustavo Núñez, presidente de la Cámara de la Piedra de la Provincia de Buenos Aires. "La actividad en las canteras está más o menos igual, a un veinte o treinta por ciento, algunos cuarenta. Se está trabajando lo que se vende" dijo.
"Obras nuevas no hay. Han informado, han licitado, pero no han concretado nada todavía. Como es la política, yo calculo que más cerca de las elecciones se van anunciar, cosa que se note que existe una reactivación" especuló Núñez.
En materia de obra pública, clave en el sacudón para una economía tan castigada como fue la Argentina en el ciclo 2015/2019, reveló que "se están terminando las que se arrancaron y con eso nos estamos manteniendo. Por ejemplo, las hormigoneras de Buenos Aires, que tiran mucho, están bastante paradas".
"En lo que nos toca a nosotros fue muy importante la obra en Aeroparque, la continuación de las Ruta 7 y 8, el Camino del Buen Ayre que estaba parado se reanudó hace un mes y pico, pero todo muy lento. Todo el mundo tiene miedo de embarcarse" precisó Núñez.
Pandemia, vacunación, acuerdos con el FMI y el Club de París son datos que condicionan a la macroeconomía argentina, sin embargo, el titular de la Cámara de la Piedra desestimó que a medida que se vayan despejando esos horizontes la cosa cambie.
"Es una cuestión económica que no hay plata. Depende a lo que quieren bancar los gobiernos, y en nuestro caso creo que el tema vacunas lo han bancado con inflación y tarde o temprano se va a sentir. No hay certezas de que esto vaya a arrancar, tampoco de la existencia de un plan de obras" opinó.
En el polo opuesto se manifestó Fabián Fernández, responsable en Olavarría de la firma marplatense Plastigas, líder en aceros planos (chapas y derivados) orientados a la construcción, y a la venta y distribución de productos Weber.
"Hablo a título personal, con experiencia de más de 30 años en la comercialización de productos sidero - metalúrgico y de construcción" aclaró Fernández.
"Cambió el modelo económico y ya se ven los frutos. En nuestro caso es espectacular el nivel de actividad, pero con un serio problema: existe una gran demanda, que se está deprimiendo por la corrida de precios" advirtió.
Atribuyó la circunstancia al desabastecimiento del producto, "que desde el punto de vista personal, y no creo que esté muy equivocado, está generado con la intención de impulsar los precios hacia arriba, entonces la demanda genuina que existe se ve afectada porque hay aumentos continuos y los ingresos del asalariado no crecen en el mismo nivel".
Fernández observó que la imposición de restricciones afectó al que necesita del trabajo diario. "Menos mal que de algún modo han sido asistidos por el Estado, pero el cuentapropista o las Pymes chicas están complicados" señaló.
"Estoy viendo que en el último mes y medio han empezado a aparecer licitaciones en varios municipios, como Laprida, La Madrid, Olavarría con 20 viviendas, Tapalqué. Además de los nuevos planes ProCrear, con créditos para reformas y nuevas construcciones. O sea, la construcción se está empezando a mover con fondos inyectados desde la Provincia o la Nación" subrayó.
La firma que representa, con 4 bocas de expendio (casa central en Mar del Plata, Olavarría, Pinamar y Necochea) encaró una ampliación de 10 mil metros cuadrados en la matriz "porque la empresa está viendo que el año que viene va a crecer fuerte la actividad".
Jorge Sobarzo, titular de la firma fabricante de calefactores a leña Qutral, e integrante del Departamento de Parques Industriales de la Unión Industrial de Olavarría (UIO), se había manifestado días atrás en estas páginas.
Decía que "los niveles de venta de este año ya superaron los del año pasado, hay actividades caídas que están reflotando, pero ahora el problema es lo complicado que está resultando conseguir mano de obra calificada.