Los egresados no pudieron acceder a un escenario, no recibieron el diploma de manos de sus profesores y tampoco el abrazo cálido de sus familiares. Todo se limitó a la virtualidad y a la frialdad de la pantalla, en un acto de graduación totalmente inédito e inusual.

A pesar de ello, 121 jóvenes, adultos y adultos mayores alcanzaron la meta de un desafío que les insumió esfuerzo, dedicación y compromiso durante los últimos tres años: su título secundario.

La docente de ese nivel Mariana Martínez fue coordinadora distrital de este plan entre 2015 y 2018 y volvió a ser convocada, ahora para la coordinación de la Región 25 que nuclea a Olavarría, Azul, Bolívar y Tapalqué, por la gestión educativa provincial a cargo de Agustina Vila. "Fue en este contexto tan especial de pandemia en el que, producto de la cuarentena, todos los niveles tuvieron que garantizar la continuidad pedagógica a sus estudiantes. En ese marco, se puso el acento sobre todo, en los últimos años de cursada de cada nivel. Y FinEs Trayecto Secundario no fue la excepción a esa mirada de los ámbitos nacional y provincial", describió la docente responsable del programa.

El Plan FinEs está destinado a posibilitar la terminalidad educativa de mayores de 18 años, otorgando un título de validez nacional. Nació como tal en 2008 y se ha ido modificando hasta alcanzar su actual presentación, que incluye tres modalidades: FinEs deudores de materias, para quienes adeudan materias de educación secundaria común; FinEs Trayecto Primario, para quienes necesitan cursar la educación primaria y FinEs Trayecto Secundario, para quienes necesitan completar la educación media.

Lo cierto es que aquí, "articulando diferentes estrategias de aplicación territorial, se trabajó la continuidad pedagógica en una primera etapa, focalizando en los terceros años", es decir aquellos que estaban más cerca de egresar del nivel.

Fue en ese escenario que "el primer cuatrimestre de 2020 continuaron cursando y terminaron egresando 121 estudiantes de la Región 25, 57 de ellos de Olavarría, quienes responden a diferentes comisiones tanto urbanas como rurales, de este Distrito", describió la educadora.

El acto

El acto tuvo un formato "simbólico, porque más allá de todo el esfuerzo que hayamos puesto en él, no se puede evitar la frialdad de la pantalla. Entiendo porque lo vivo en el secundario: los chicos al egresar quieren disfrutar de determinadas cuestiones, de ese contacto humano y compartir con su familia un salón de actos. Pero no lo pudimos hacer".

A pesar de ello, en la tarde del jueves 3 de septiembre se concretó este primer acto de egresados durante la cuarentena, lo que constituye "un hecho inédito para la Región 25". Es más: los de FinEs Trayecto Secundario son los primeros egresados en la provincia de Buenos Aires por la modalidad virtual, precisamente porque los dos trayectos restantes son anuales y este se cursa por cuatrimestres.

Lo cierto es que la ceremonia se transmitió por el canal de YouTube y se compartó por Zoom. Entre otras autoridades educativas, participaron de ese encuentro la directora provincial de la modalidad de Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores, Silvia Vilta; la titular de Jefatura de Educación Regional, Mónica Wagner; inspectores distritales; referentes educativos, la propia Mariana Martínez, egresados y familiares.

La directora del CENS 451 de Olavarría Claudia Ruppel fue la encargada de presentar los diferentes momentos del acto, que incluyó la marcha Mi Bandera, el Himno Nacional Argentino y las palabras de Wagner y Vilta, además del profesor de Tapalqué Gastón Bonfantin poniendo en valor la modalidad y el esfuerzo, la dedicación y el acompañamiento de docentes y estudiantes.

Los egresados surgen de dos comisiones de Azul, una de Tapalqué y cinco de Olavarría, donde 29 estudiantes cursaron en el CECO; 8 en Sierras Bayas; 11 de la comisión del Patronato de Liberados; 6 de la zona rural y los 3 restantes, en La Moderna.

Por los egresados olavarrienses, habló en nombre de sus compañeros Soledad Norres, estudiante de Durañona.

Los inscriptos

Este año, la inscripción al Plan FinEs fue virtual durante mayo y junio último. En nuestra ciudad, se inscribieron más de 600 interesados en finalizar sus estudios, que se suman así a los alrededor de 300 que ya transitaban las respectivas cursadas. "Eso hace una matrícula de entre 900 y 1.000 personas, solamente en Olavarría", precisó Martínez. Eso, aunque a partir del alcance del acto de egreso, por ejemplo, se hayan recepcionado muchas más inquietudes de adultos interesados en sumarse a la modalidad.

¿Cuántas comisiones habrá en este nuevo tramo educativo? "En estos días terminamos de definir el funcionamiento de 27 comisiones, que continuarán hasta que se levante la cuarentena. Al retornar al formato presencial, con los tres encuentros semanales, hay algunas que ya tienen lugares físicos de funcionamiento, mientras que otras habrá que definirlas".

Eso depende, de alguna manera, "del desarrollo territorial destinado a que cada ciudadano pueda acceder en su barrio o cerca de su casa, a una comisión de FinEs que le permita seguir estudiando", sea en un establecimiento educativo, en una sociedad de fomento o en una junta vecinal. Como ejemplo, Mariana Martínez elige lo que ocurrió en Hinojo, donde "como consecuencia de medidas de la anterior gestión, esto es cerrar los bachilleratos de Adultos", se desactivó el tradicional turno noche de la Secundaria 4. "Hoy la escuela vuelve a abrirle las puertas a Trayecto Secundario para que las comisiones se puedan abrir cuando volvamos a la presencialidad. Eso es articulación, es poner a disposición las instituciones educativas. Allí había un vacío territorial tremendo", finalizó la educadora.

La deuda pendiente

Delvira Pérez, de 74 años, acaba de finalizar sus estudios secundarios en la comisión de FinEs que funciona en el CECO. "Para mí siempre fue una deuda, algo pendiente que arrastraba en mi vida", dice esta mujer que no renuncia a su entusiasmo y su jovialidad por nada del mundo.

Delvira -que para todo es, en realidad, Elvira- nació en Arroyo Tembrao, una pequeña localidad rionegrina cercana al límite con Chubut. Cuando tenía 8 años falleció su papá y a los 10, quedó definitivamente huérfana al morir su mamá. "Me arreglaba como podía -recuerda ahora-; empecé a trabajar y lo único que pedía (ante cada "empleador") era que me mandaran a la escuela". Terminó el primario a los ponchazos, muchas veces recurriendo a la biblioteca y "con las mejores notas". No pudo seguir, claro.

La vida la trajo a Olavarría, donde junto con Luis Yomes Martínez formó su propia familia, prolongada en 5 hijos, 16 nietos y 4 bisnietos. De vez en cuando, en todos esos años, volvía a rondar por su cabeza la idea de completar el secundario, mientras soñaba con transformarse en asistente social "para ayudar a la gente, simplemente".

"Pero todas las cursadas eran en horario nocturno. Por eso, cuando mi hija llegó a casa contando que en el CECO había una posibilidad, en la franja de 13 a 17, no lo dudé", asegura ahora, con el recuerdo fresco de esas tres clases semanales de la prepandemia en las que compartió saberes, buen humor y compañerismo, además de las lógicas dificultades que suponen el Inglés y la Matemática.

Hoy, el corazón se le entibia ante el diploma tantas veces anhelado. "Soy una agradecida de la vida -finaliza-, doy gracias a Dios cada mañana, por la salud, los afectos y las posibilidades de seguir disfrutando y aprendiendo, sin quedarme nunca".