El sábado se celebra La Hora del Planeta
Este sábado se celebra a nivel mundial La Hora del Planeta y el Gobierno Municipal, a través del Organismo para el Desarrollo Sostenible, invita a la población a realizar un gran apagón con el objetivo de proteger el ambiente y concientizar sobre el uso y el abuso de la energía.
Desde el año 2012, el Intendente firma todos los años una carta de adhesión, asumiendo el compromiso de realizar en la ciudad la Hora del Planeta. El Palacio San Martín, el Centro Cultural Municipal San José, el Museo de Ciencias, el Museo Dámaso Arce, el Museo "Hermanos Emiliozzi", la Casa del Bicentenario, la sede de la Agencia de Desarrollo Local y los ochos Museos de los Pueblos apagarán sus luces el sábado 29 de marzo desde las 20:30 a las 21:30 hs.
La Hora del Planeta es una campaña mundial de concientización de WWF, la Organización Mundial de Conservación, organizada en la Argentina por Vida Silvestre, que invita a individuos, gobiernos y empresas a apagar la luz por una hora para demostrar que el cambio climático nos importa.
En la Argentina, Vida Silvestre impulsará además como consigna para este año la necesidad de poner en marcha una medida que reemplace los actuales sistemas de encendido de calefones, por otros eléctricos y eficientes. En ese sentido, indicó que sólo los pilotos de los artefactos a gas consumen, en su modo pasivo, 0,50 metros cúbicos por día. "Se estima que en la Argentina hay cerca de 6 millones de calefones con un consumo total constante y pasivo de unos 3 millones de metros cúbicos al día. La importación de este gas por barco cuesta cerca de 1,50 millones de dólares por día, o sea unos 500 millones al año", precisó. Vida Silvestre pidió por el tratamiento urgente en el Congreso de la Nación del proyecto de ley que procura reemplazar los sistemas de encendido de calefones, por sistemas eléctricos y eficientes.
La iniciativa surgió en Sídney, Australia, en 2007 y convocó a dos millones de personas. Siete años después, en 2013, ciudadanos en más de 7000 ciudades de 153 países de todos los continentes, incluyendo la Antártida, apagaron sus luces. Más de 1300 monumentos y edificios emblemáticos se oscurecieron, como la Ópera en Sídney, el City Hall en Londres, el Empire State en Nueva York, la Torre Eiffel en París y el Obelisco en Buenos Aires.